Microsoft enfrenta un reto crítico con el inminente fin del soporte para Windows 10, que está programado para octubre de 2025. A pesar de que la fecha todavía parece lejana, las implicaciones para la seguridad de millones de usuarios son graves.
Actualmente, el 62,75% de los usuarios de Windows siguen utilizando Windows 10, lo que equivale a más de 600 millones de dispositivos en todo el mundo.
Si estos usuarios no migran a una versión más reciente del sistema operativo, podrían quedar expuestos a importantes vulnerabilidades de seguridad, estando en riesgo sus datos personales y bancarios.
Qué significa el fin del soporte de Microsoft en Windows 10
Cuando deje de recibir soporte oficial, Microsoft ya no proporcionará actualizaciones de seguridad ni parches para el sistema operativo. Esto quiere decir que cualquier falla de seguridad que se descubra después de octubre de 2025 no será corregida, dejando a los usuarios vulnerables a ataques cibernéticos, malware y otras amenazas.
La situación es aún más preocupante si se considera que los sistemas operativos sin soporte son un blanco fácil para los ciberdelincuentes, porque es común que contengan vulnerabilidades que nunca se corregirán. Además de los riesgos relacionados con la seguridad, la falta de soporte también puede afectar el rendimiento del hardware.
Muchos fabricantes de dispositivos dependen de Windows Update para distribuir actualizaciones de controladores que mejoran la compatibilidad y el funcionamiento de componentes como tarjetas gráficas y adaptadores de red. Sin estas actualizaciones, es posible que los usuarios experimenten problemas de compatibilidad con sus dispositivos.
Cuál es el peligro de usar versiones antiguas de Windows
Aunque el fin del soporte para Windows 10 ha atraído la atención recientemente, no es el único sistema operativo de Microsoft que enfrenta este problema. Según datos de StatCounter, aproximadamente 55 millones de personas todavía utilizan versiones de Windows que ya han sido descontinuadas, como Windows 7, Windows 8 y Windows XP.
A pesar de las advertencias de seguridad, muchos usuarios se aferran a estas versiones antiguas por razones de compatibilidad o simplemente por comodidad. Sin embargo, la falta de actualizaciones de seguridad facilita la entrada de malware, ransomware y software espía, lo que pone en riesgo tanto a usuarios individuales como a empresas.
Microsoft ha reiterado en su sitio de soporte técnico los peligros de utilizar sistemas operativos que ya no reciben actualizaciones, destacando que no solo se trata de un problema de seguridad, sino también de un deterioro en la funcionalidad del sistema con el tiempo.
Los usuarios de versiones antiguas de Windows también enfrentan limitaciones en cuanto a la compatibilidad con aplicaciones más recientes, que requieren un sistema operativo actualizado para funcionar correctamente.
Por qué ha sido lenta la adopción de Windows 11
La transición a Windows 11 ha sido más lenta de lo que Microsoft esperaba. Una de las razones podría ser la controversia en torno a algunas de las nuevas características introducidas en la actualización Windows 11 24H2.
Entre las funciones más discutidas se encuentra Windows Recall, una herramienta diseñada para restaurar el sistema a un estado anterior, que ha suscitado preocupaciones sobre la privacidad de los datos.
Además, la integración de la inteligencia artificial Copilot ha generado opiniones divididas; algunos usuarios consideran que podría afectar negativamente el rendimiento del sistema.
Otra fuente de críticas ha sido la eliminación de funciones que eran comunes en versiones anteriores, como el soporte para Windows Mixed Reality y el editor de textos WordPad. La decisión de eliminar estas características ha generado frustración entre los usuarios que dependían de ellas, lo que podría estar frenando la adopción de esta versión.
Por qué hay que actualizar el sistema operativo de la computadora
Es crucial que los usuarios consideren actualizar a Windows 11 o, al menos, prepararse para la transición. Las actualizaciones no solo corrigen fallos de seguridad, sino que también, mejoran el rendimiento general del sistema y la compatibilidad con nuevas tecnologías.
Los dispositivos que se mantengan en versiones obsoletas estarán más expuestos a ataques y tendrán una experiencia de usuario limitada.
Para los usuarios que aún utilizan versiones más antiguas como Windows 7 o Windows 8, la necesidad de actualizar es aún mayor, dado que estos sistemas llevan años sin recibir parches de seguridad.
Puede que algunos programas antivirus ofrezcan protección adicional, pero no son suficientes para cubrir las brechas de seguridad inherentes a un sistema operativo desactualizado.