IA y futuro laboral, esta es la advertencia de Bill Gates que sacude gobiernos y empresas

En un momento de intensos cambios tecnológicos, Bill Gates ha renovado su mirada sobre el futuro del trabajo con una afirmación que ya está generando reacciones en distintos sectores. Según expresó recientemente, dos de las profesiones más importantes de las últimas décadas podrían quedar relegadas por la inteligencia artificial.

A su entender, tanto la medicina como la docencia serán cubiertas por sistemas automatizados capaces de ofrecer soluciones rápidas, precisas y escalables, incluso en contextos de alta demanda y pocos recursos.

El exCEO de Microsoft durante una entrevista en el pódcast ‘People by WTF’, aseguró que la escasez de médicos dejará de ser un problema gracias al avance de la IA. Explicó que esta tecnología podrá proporcionar conocimientos médicos de forma eficiente y que eso permitirá cerrar brechas históricas en el acceso a la salud.

En sus palabras, ya no habrá escasez, porque los sistemas automatizados cubrirán el vacío con diagnósticos y asesoramiento de calidad equivalente al humano.

Los datos respaldan su diagnóstico. Según un informe de la Asociación de Facultades de Medicina de Estados Unidos, el país enfrenta una posible escasez de hasta 86.000 médicos hacia 2036. Esta situación se agrava en zonas rurales y entre comunidades sin seguro médico.

Gates sostuvo que la automatización puede aliviar esa carga, no solo con consultas virtuales, también con herramientas capaces de asistir en el análisis clínico, la elaboración de historiales y la identificación de tratamientos adecuados. Startups como Suki o Zephyr AI ya están trabajando en ese sentido, prometiendo mejorar la precisión de los diagnósticos y reducir la sobrecarga que sufren los profesionales.

La consultora McKinsey estima que estas aplicaciones podrían traducirse en ganancias de productividad superiores a los 370.000 millones de dólares en el ámbito sanitario y farmacéutico. Esta proyección convierte a la inteligencia artificial en algo más que un asistente. Es, para Gates, un actor central en la reestructuración de los sistemas de salud del futuro.

Un razonamiento similar aplica a la docencia. El propio Gates ha señalado que la educación atraviesa una crisis de personal que podría resolverse con la implementación de herramientas de IA. En 2023, el 86 por ciento de las escuelas públicas de nivel K-12 en Estados Unidos reportó dificultades para contratar docentes.

Casi la mitad reconoció estar subdotada. En ese marco, plataformas como ChatGPT comienzan a ser utilizadas como soporte en la enseñanza. Un colegio de Londres, el David Game College, ya desarrolló un programa piloto en el que los estudiantes usan inteligencia artificial para estudiar materias troncales como inglés, biología o matemáticas.

Gates considera que esta tecnología no solo cubre vacíos logísticos, sino que introduce métodos pedagógicos más dinámicos y personalizados. Aunque existen temores sobre el uso indebido de estas herramientas, como el plagio o la dependencia excesiva, muchos educadores ven en la IA una manera de recuperar tiempo, atender mejor a los alumnos y diseñar nuevas estrategias de aprendizaje.

Gates amplió su visión más allá de médicos y docentes. También mencionó que trabajadores manuales como operarios de fábricas, personal de limpieza o cuadrillas de construcción serán alcanzados por esta transformación. Empresas como Nvidia ya apuestan a robots humanoides diseñados para realizar tareas físicas con eficiencia. Para Gates, las máquinas podrán replicar la destreza de las manos humanas.

El empresario no descartó que este proceso derive en una reducción drástica de las jornadas laborales. En varias ocasiones sugirió que el futuro podría consistir en semanas de dos o tres días de trabajo. Esta transformación, a su juicio, no solo será técnica. También exigirá una revisión filosófica sobre cómo se valora el tiempo libre, la creatividad y el sentido mismo del empleo.

Durante una charla televisada con otros exdirectivos de Microsoft, Gates expresó que le sorprende el escaso debate político sobre inteligencia artificial. Cree que esta tecnología representa la mayor ola de cambio actual y que cada país intentará liderar esta nueva etapa. Frente a este panorama, su mensaje fue directo. La IA es una realidad que exige respuestas inmediatas y estructurales.