
Las vitaminas son compuestos orgánicos esenciales que el organismo necesita en pequeñas cantidades para funcionar correctamente.
Estas sustancias participan en procesos vitales como el metabolismo energético, la función inmunológica y la formación de tejidos. A lo largo de la vida, los requerimientos vitamínicos varían debido a cambios en el crecimiento, el desarrollo y el envejecimiento.
Durante la infancia, por ejemplo, el cuerpo demanda nutrientes que favorezcan el crecimiento y el desarrollo cognitivo. En la adultez, las necesidades se enfocan en mantener la energía y prevenir enfermedades. En la vejez, es fundamental preservar la salud ósea y la función cognitiva.
Una alimentación equilibrada y adaptada a cada etapa de la vida es clave para satisfacer estos requerimientos. Es importante obtener las vitaminas a través de una dieta variada que incluya frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables.

En algunos casos, cuando la dieta no cubre las necesidades, puede ser necesario recurrir a suplementos bajo supervisión médica. Sin embargo, la prioridad debe ser siempre la obtención de nutrientes mediante fuentes naturales.
“El cuerpo probablemente no está funcionando de la misma manera a los 40 años que a los 20. Pero con una alimentación equilibrada se puede obtener los nutrientes esenciales y llevar una vida plena”, explicó a Infobae el doctor Ramiro Heredia, especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires.
“Los adultos sanos no necesitan tomar suplementos según la última evidencia científica. En cambio, hay grupos que pueden ser más vulnerables y requiere la consulta con un profesional de la salud”, aclaró.
¿Qué vitaminas necesitan los niños?

Durante la infancia, el crecimiento acelerado y el desarrollo del sistema inmunológico requieren una ingesta adecuada de vitaminas.
La vitamina A es esencial para la visión y el sistema inmunológico; se encuentra en alimentos como zanahorias, espinacas y batatas. La vitamina D, necesaria para la formación ósea, se obtiene a través de la exposición solar y alimentos como pescados grasos y huevos.

La vitamina C contribuye al crecimiento y reparación de tejidos y fortalece el sistema inmunológico; cítricos, fresas y kiwis son buenas fuentes.
El hierro es vital para la producción de hemoglobina y el desarrollo cerebral; se halla en carnes magras, legumbres y cereales fortificados.
El calcio, fundamental para huesos y dientes, abunda en productos lácteos, tofu y vegetales de hoja verde.
¿Qué vitaminas se requieren entre los 20 y los 40 años?

Entre los 20 y los 40 años, mantener la energía y prevenir enfermedades es prioritario. Las vitaminas del complejo B, como B6 y B12, son cruciales para el metabolismo energético y la función cerebral; se encuentran en carnes, huevos y productos lácteos.
La vitamina C sigue siendo importante para el sistema inmunológico y la síntesis de colágeno; frutas cítricas y pimientos son excelentes fuentes.
El ácido fólico es relevante para mujeres en edad fértil, ya que previene defectos del tubo neural en el feto; se obtiene de vegetales de hoja verde, legumbres y cereales fortificados.
El hierro continúa siendo esencial, especialmente para mujeres con menstruaciones abundantes, y puede obtenerse de carnes rojas, espinacas y lentejas.
¿Qué vitaminas necesitamos entre los 40 y los 60 años?

A partir de los 40 años, el metabolismo se ralentiza y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas. La vitamina D y el calcio son fundamentales para mantener la salud ósea y prevenir la osteoporosis; se encuentran en productos lácteos, pescados grasos y se sintetizan con la exposición solar.
El magnesio ayuda a regular la presión arterial y favorece la función muscular; se halla en frutos secos, legumbres y cereales integrales.
Los ácidos grasos omega-3 contribuyen a la salud cardiovascular y cognitiva; pescados como el salmón y las semillas de lino son buenas fuentes. La vitamina B12, cuya absorción puede disminuir con la edad, es esencial para la función nerviosa y se obtiene de alimentos de origen animal.
¿Qué vitaminas necesitamos después de los 60 años?

En la tercera edad, mantener la salud ósea, cognitiva y cardiovascular es esencial. La vitamina D y el calcio siguen siendo prioritarios para prevenir la osteoporosis.
La vitamina B12 es crucial para la función cognitiva y puede requerir suplementos si hay dificultades de absorción. Los ácidos grasos omega-3 apoyan la salud del corazón y el cerebro.
Además, la vitamina E actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño; se encuentra en aceites vegetales, frutos secos y semillas. Mantener una dieta variada y equilibrada, adaptada a las necesidades cambiantes del organismo, es clave para un envejecimiento saludable.
Últimas Noticias
Las pruebas genéticas podrían anticipar insuficiencia cardíaca en niños con miocarditis, según un estudio
Una investigación en los Estados Unidos y Canadá sugiere que analizar el ADN de los pequeños con inflamación cardíaca permite detectar a tiempo a quienes necesitan controles especiales. Cómo facilitaría el acceso a los tratamientos personalizados y evitaría complicaciones

Prácticas virales para dormir mejor: opiniones de especialistas y por qué la evidencia científica no es suficiente
El uso de aceites esenciales, la cinta adhesiva en la boca o el consumo excesivo de melatonina, generan preocupación entre médicos, quienes advierten sobre la falta de respaldo y los posibles riesgos para la salud

Alimentos ultraprocesados y enfermedades crónicas: la advertencia de científicos sobre una crisis de salud global
De acuerdo con un informe en The Lancet, más de 100 estudios revisados vinculan estos productos con mayores tasas de diabetes tipo 2, patologías cardíacas y mortalidad prematura a nivel internacional

El calor y las alergias aumentan un riesgo frecuente de los niños en verano: cómo actuar
El sangrado nasal suele ocurrir con más frecuencia en esta época del año. A qué se debe y las recomendaciones para prevenir

Por qué estirar y bostezar genera una sensación placentera en el cuerpo de manera inmediata
El reflejo conocido como pandiculación, activa hormonas como la dopamina y el cortisol, ayudando a reforzar el bienestar físico, según señala Cleveland Clinic


