–¿Residencia actual?
–Entre las ciudades de Cali y Buenos Aires. De la Argentina nunca me fui. Es un país hermoso y la nuestra, una ciudad maravillosa. Y también adoro a la tierra colombiana, donde me hice muy amiga de muchas personas muy espirituales.
–¿Proyectos en acción?
–El armado –aún sin nombre definido– de una marca de ropa relacionada con el cuidado de la tierra y mi devoción por las plantas, que más que hobbie apunta a un compromiso con la naturaleza. Salté de mi fanatismo por los zapatos al fanatismo por las plantas, y también de un sello discográfico propio: Ahora los artistas podemos ser independientes sin problema. ¡Mirá Taylor Swift!… Desde principios del '18 vengo dedicándome a mi primer disco solista, que saldrá pronto, en el verano de 2019. Lo produzco yo y compuse mis canciones junto a un equipo bien sólido y talentoso. Ya se puede escuchar el tema Tesoro en Intenet.
–¿Redes sociales?
–Tengo Instagram, Twitter, Facebook, y soy malísima para mantenerlas. Entro a grabar en el estudio y me desconecto. De golpe salgo y contesto a destiempo. Me atraen pero no soy adicta ni me la paso contando lo que hago. Mi vicio es la música. Tampoco conecto con la negatividad que llega por ahí. Sí me banco las críticas constructivas.
–¿Gustos inevitables?
–Ver Encerrados, el programa de la TV Pública de Benjamín Avila, de quien me hice incondicional, jajá. Escuchar a Bebo Valdés, Charly García, Luis Alberto y Dante Spinetta y a Gustavo Cerati. Leer a Alejandro Corchs. Practicar yoga. Bailar ¡y nunca quedarme quieta! Oler a Candy, de Prada. Tomar vino, jugos, agua, salvo gaseosas: ah, y aclará que intento endulzar reemplazando el azúcar común por mascabo. Comer tanto dulce como salado…
–… Perdón por la interrupción, pero se ha comentado bastante sobre su delgadez. ¿Lo sabe, no?
–Lo sé, y se ha señalado que sufro desórdenes alimentarios. No es así. Jamás hice dieta. Siempre fui flaca. Salvo cuando grabé Corazón valiente en los Estados Unidos, allá por 2012/3, que su comida con hormonas me hinchó un poquito. Yo como mucho y de todo. Los productores suelen repetir sobre mí: "La piba lastra como lima nueva". Pasa que provengo de una familia delgada por genética. Calculá que mis medidas son 77-60-89, en un cuerpo mini de 1,59 metro… ¿Seguimos con el ping-pong?
–Okay. ¿Qué la hace llorar y reír?
–Llorar, la cebolla y reír, casi todo.
–¿Alejandro De Angulo, su marido colombiano?
–Ahí querías llegar, jé (carcajada)…
–¿Le parece?
–Se mencionan y escriben tantas cosas sobre Ale… , que no salgo a aclarar porque de ninguna manera le gusta exponer su vida. Y ¡yo lo amo así, sin que le guste! Igual, jamás me hice cargo de diversos adjetivos –varios inventados– que he leído de él. Se comentó que era un magnate, cuando en realidad hablamos de un ingeniero millonario, pero millonario en amigos.
–Pero hace un año se casaron en Croacia, no acá a la vuelta…
–Porque costaba igual que los invitados viajaran allá que a Colombia. En la ceremonia prohibimos los celulares, para que fuera algo íntimo. Y terminamos siendo poquitos. Algunos que no entendieron nuestro bajo perfil, no vinieron…
Por Leo Ibáñez
Fotos: Constanza "Coti" Niscovolos, Gisela Vola, Maximiliano Vernazza y Archivo Editorial Atlántida
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