El crucial desafío para que la educación ambiental entre en el aula

En el marco de las jornadas organizadas por Ticmas, las especialistas Carla Sabbatini y Laura Marinucci participaron en un diálogo sobre los desafíos que impone la ley de educación ambiental integral. La charla se enmarca en el compromiso de Ticmas —que se unió a Save the Children— para acompañar a los estudiantes en temáticas referidas a la crisis climática.

Compartir
Compartir articulo
Carla Sabbatini y Laura Marinucci
Carla Sabbatini y Laura Marinucci

En 2021, la plataforma educativa Ticmas se unió a Save the Children y Chicos.net para generar conciencia sobre la crisis climática. El acuerdo se realizó durante la conferencia global COP26 que tuvo sede en Glasgow, y da cuenta del compromiso de Ticmas en el acompañamiento a los estudiantes en relación a las problemáticas referidas al medioambiente. Si uno de los deberes de la educación es mirar hacia adelante, tal vez no haya nada más asociado al futuro que el debate por el medioambiente.

Con ese objetivo como marco y como parte del programa de actividades con las que Ticmas propone pensar el inicio del ciclo lectivo, esta semana dos especialistas participaron en un debate sobre educación y desarrollo sostenible. Carla Sabbatini, directora ejecutiva de la Cátedra UNESCO de Educación para la Sostenibilidad y la Ciudadanía Global en la Universidad de San Andres, y Laura Marinucci, diseñadora de contenidos digitales y referente en educación en Ciencias, hablaron de los desafíos que tienen los docentes frente a la educación ambiental integral. El encuentro estuvo moderado por Patricio Zunini.

Quería comenzar con una pregunta sobre el título de la charla: ¿qué diferencias hay entre desarrollo sustentable y sostenible.

Carla Sabbatini: La pregunta no tiene una respuesta única, pero voy a responder como hacemos en el espacio de la cátedra. En 2015, en Naciones Unidas se crearon los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La idea se acuñó por primera vez en inglés y, al traducirse al español, se optó por sostenible. Hay un debate en torno a esto, porque eminentes pensadores que se afilian al movimiento ambiental latinoamericano rechazan el vocablo “sustentable” por connotaciones que tienen que ver con un sistema basado en los preceptos del capitalismo y de una economía que se funda en extraer cosas de la naturaleza y luego desecharlas. Pero más allá del debate semántico o ideológico, para nosotros, como educadores, lo importante no es detenernos en las diferentes terminologías, sino más bien llevar adelante una discusión compleja sobre el modelo de desarrollo queremos, qué mundo queremos para nosotros y para las generaciones que vienen, y qué hacemos para achicar la distancia entre el mundo que vemos y el deseamos.

Laura Marinucci: Me gusta mucho la mención a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque ahí está el foco de lo que tenemos que trabajar en el aula para achicar esa brecha entre lo que tenemos y lo que queremos. Tenemos que generar prácticas que motiven a los chicos a querer cambiar, a tener un mundo mejor. A mis alumnos siempre les digo que cuando yo sea viejita, ellos van a ocupar cargos políticos y empresariales. Entonces, tienen que formarse para ser usuarios críticos de los recursos naturales.

"Las estudiantes tienen que formarse para ser usuarios críticos de los recursos naturales", dice Laura Marinucci (Foto: EFE/LUIS TEJIDO/ Archivo)
"Las estudiantes tienen que formarse para ser usuarios críticos de los recursos naturales", dice Laura Marinucci (Foto: EFE/LUIS TEJIDO/ Archivo)

¿Qué implicancias tiene para el 2022 y los años subsiguientes, la Ley de Educación Ambiental Integral?

Laura Marinucci: En junio de 2021 se publicó la Ley para la Implementación de la Educación Ambiental Integral. La integralidad quiere decir que todas las estrategias que se piensan con respecto al cuidado del ambiente se deben llevar adelante de manera simultánea en distintos ámbitos: tanto en el ámbito formal, como son las instituciones educativas tradicionales, como en el ámbito no formal, que tienen que ver con las organizaciones civiles, y también tienen responsabilidad los medios de comunicación. Es una ley como un paraguas muy grande para diseñar proyectos de educación ambiental, y que busca que se establezcan acciones a corto, mediano y largo plazo. La ley tiene muchos objetivos. No solo implica respetar el valor de la diversidad, que es uno de los grandes objetivos, si no que también habla de respetar la biodiversidad, el principio de equidad, la diversidad cultural, la preservación de la cultura de los pueblos originarios.

“La Ley de Educación Ambiental Integral es un paraguas muy grande para diseñar proyectos de educación ambiental, y busca que se establezcan acciones a corto, mediano y largo plazo”, Laura Marinucci

Carla Sabbatini: Agrego sobre esto una cuota de preocupación y una cuota de optimismo. La preocupación tiene que ver con que, en la Argentina, la existencia de una norma no garantiza ni la protección de los derechos a los que esa ley alude ni el cumplimiento de la propia ley. Hay una histórica debilidad de gobernabilidad, que es un desafío. Y la cuota de optimismo es traer la ley al aula, para que nuestras alumnas y alumnos puedan conocer no solo el texto de la ley, sino también el interesantísimo proceso sumamente plural que tomó consensos y disensos y espacio de diálogo con amplia participación juvenil. Tenemos que conocer los procesos que llevaron a la existencia de esta ley, tenemos que reclamar por su implementación, tenemos que pensar qué otras leyes complementarias a esta es necesario que se sancionen, tenemos que pensar de qué manera participar —más allá del momento de la urna con nuestro— y hacer presión para que esas leyes no pierdan estado parlamentario. Situaciones, como por ejemplo, como habrán visto en los medios, respecto de la ley de humedales en diciembre.

" Una palabra clave en el título de la ley es la palabra integral. Si bien lo ambiental es central y es sumamente importante, es bueno discutir qué múltiples nociones subyacen al texto de la ley y van más allá del ambiente físico y lo natural. Habilita a pensar que el ambiente es una intersección entre lo humano y lo no humano, sin olvidarnos de que lo humano también es natural y que somos seres interdependientes de otros. Y eso puede disparar otras discusiones interesantes en torno a cómo nos relacionamos y cómo entendemos ese mundo al cual alude la ley.

Acciones en busca de una ley que proteja los humedales
Acciones en busca de una ley que proteja los humedales

La palabra integral también aparece en otra ley fundamental, que es la Ley de Educación Sexual Integral. Parecería que la idea de pensarnos en una forma completa es casi una bandera del progresismo. ¿Cómo se piensa la integralidad?

Laura Marinucci: Al hablar de la Ley de Educación Sexual se puede pensar que trata la prevención del embarazo y las enfermedades de transmisión sexual, pero, cuando nos metemos en la ley, hay un montón de ejes que tienen que ver con los vínculos y el respeto. Y pasa lo mismo con la ley ambiental. No solamente habla del desarrollo sostenible: habla de los derechos humanos, la identidad de género, la cultura para la paz, la diversidad cultural y los pueblos originarios. La ley involucra a muchos actores. No solamente a las instituciones educativas sino a toda la sociedad. Eso es lo importante de la palabra integral.

Carla Sabbatini: Coincido totalmente con lo que decís, Laura. Habilita una discusión mucho más amplia sobre qué entendemos por lo ambiental. Mirando la mitad medio llena del vaso, implica que hubo una discusión interesante y compleja para que esto quede plasmado en el texto de la ley, cuando históricamente veníamos de décadas en las cuales la educación ambiental estaba relegada a un espacio accesorio en el curriculum —si existía— y, cuando se tocaba, se hacía netamente desde las ciencias naturales. Necesitamos más conciencia de nuestra integralidad en esos socio ecosistemas que habitamos.

“Veníamos de décadas en las cuales la educación ambiental estaba relegada a un espacio accesorio en el curriculum —si existía— y, cuando se tocaba, se hacía netamente desde las ciencias naturales”, Carla Sabbatini

Laura, ¿cómo se lleva un proyecto al aula sobre algo tan cercano y a la vez tan lejano, cómo se involucra afectivamente a los estudiantes?

Laura Marinucci: Las propuestas que trato de implementar tienen que servir de puente entre la vida escolar y la sociedad. Es muy importante hacer buenas preguntas para despertar la curiosidad de los estudiantes. O que ellos hagan las preguntas y nosotros tiremos de ese hilito de la motivación. Es la idea del Aprendizaje Basado en Proyectos, en donde el contenido está en función de lo que el estudiante quiere resolver. De esa manera, ellos usan, aplican, comprenden el contenido, y, como diría Perkins, se logra un aprendizaje profundo. A veces las preguntas traen problemáticas locales; a veces son más globales. Pensemos en el tema de los humedales, que mencionaba Carla: si hubiésemos estado en el aula, seguramente habría salido en la clase. Podríamos ver qué son los humedales, buscar los humedales en nuestra región y ver cómo es su protección, involucrar a los profesores de Ciudadanía. Si las propuestas se vinculan con la vida cotidiana, ellos van a querer involucrarse, comprometerse, resolver la problemática.

El Senado de la Nación aprobó el proyecto de educación ambiental integral, el 14 de mayo 2021. (Foto:  Sofia Areco /COMUNICACIÓN SENADO)
El Senado de la Nación aprobó el proyecto de educación ambiental integral, el 14 de mayo 2021. (Foto: Sofia Areco /COMUNICACIÓN SENADO)

Así como Laura hablaba del compromiso de los estudiantes, Carla, ¿cómo se hace para comprometer a los adultos, a los docentes?

Carla Sabbatini: Es súper complejo y a la vez, muy simple. En el espacio de la cátedra —que en realidad es un programa que hace muchas cosas— tratamos de compartir modelos que han funcionado en lugares muy diversos. Lo primero que mostramos es que es algo posible de hacer. Y que no siempre los modelos que funcionan requieren de un montón de recursos. Hay lugares donde los recursos de trabajo son sumamente escasos, pero el compromiso de los docentes y otros miembros de la comunidad es lo que empuja transformaciones contagiosas. (Ya que estamos saliendo de una pandemia, podemos poner el acento en el efecto de contagio en el mejor de los sentidos).

" A veces, los tiempos de lo que denominados la gramática escolar son tan esclavos que no permiten compartir, visibilizar y familiarizarnos con los que están haciendo otros. Aunque parezca muy obvio, el primer paso que recomendamos en ese cambio de chip es celebrar que ya está andando bien y buscar los hilos conductores. Cualquier tema ambiental es la puerta de entrada a un conjunto de interconexiones porque vivimos en un mundo interdependiente, y hoy está muy claro que necesitamos generar habilidades para detectar esas conexiones mucho más que lo que necesitamos transmitir contenido. Es una inversión que se paga sola en la motivación y en los resultados de aprendizaje. Ni hablar del clima institucional y de lo que sucede a nivel liderazgo distribuido y gestión pedagógica de la institucional escolar. Son mejoras que se retroalimentan positivamente. Casi me desborda el optimismo por los poros.

LEER MÁS