Deuda en pesos: el BCRA compró bonos por más de $700.000 millones en abril para cubrir el déficit

La cifra explica el financiamiento neto obtenido por el Tesoro en el año. Si se suman los adelantos transitorios y operaciones con otros bonos, la asistencia total del Banco Central asciende a $1,2 billones.

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La falta de financiamiento privado es cubierta con emisión monetaria, según análisis privados (Adrián Escandar)
La falta de financiamiento privado es cubierta con emisión monetaria, según análisis privados (Adrián Escandar)

El Banco Central compró bonos en pesos por $740.000 millones en el mercado secundario entre fines de marzo y abril, cifra que coincide con el nivel de financiamiento neto obtenido por el Gobierno desde que empezó el año.

Dos de las consultoras financieras más buscadas del mercado, 1816 y Anker -fundada por el ex ministro de Finanzas y ex presidente del Banco Central, Luis Caputo- coincidieron en señalar la estrecha vinculación entre las cifras oficiales de emisión monetaria, el volumen operado en determinados instrumentos en pesos y las licitaciones del Tesoro para renovar la deuda doméstica y obtener además fondos frescos.

De manera indirecta, esos fondos terminan llegan desde el Banco Central ante la falta de crédito genuino por parte de inversores privados. “Se sigue verificando lo que venimos analizando hace meses: el monto de financiamiento neto obtenido por Finanzas en las licitaciones primarias ha sido fondeado indirectamente por los pesos que emite el BCRA a través de la compra de títulos del Tesoro en el mercado secundario”, sostuvo en su último informe Anker y detalló el mecanismo por el cual los organismos del Estado con títulos públicos en cartera, principalmente el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, descargan esos títulos en el mercado en el que el Banco Central es un activo comprador. Con los pesos que reciben, participan en las nuevas licitaciones del Tesoro con lo cual es, en definitiva, la autoridad monetaria la que termina cubriendo con emisión el déficit de las cuentas públicas.

“l monto de financiamiento neto obtenido por Finanzas en las licitaciones primarias ha sido fondeado indirectamente por los pesos que emite el BCRA a través de la compra de títulos del Tesoro en el mercado secundario” (1816)

Según 1816, esta dinámica se concentró específicamente en 7 ruedas entre el 22 de marzo y el 26 de abril, cuando se registró una operatoria excepcional en términos de volumen del TX23, que alcanzó los $740.000 millones sólo en ese título. “Los días de liquidación de esas operaciones extraordinarias implicaron emisión de base monetaria por el factor ´Otros´, según las estadísticas del BCRA”, apuntaron los analistas de la firma quienes destacaron que la cifra operada coincide con las estimaciones de la tenencias del FGS de ese bono, de unos $755.000 millones. En cualquier caso, es difícil determinar si el dinero de esas ventas se destinó a comprar nueva deuda en pesos aunque “luce bastante probable, considerando que el propio Gobierno reconoció que en la última licitación, las entidades pública que explicaban apenas 10% del total de vencimientos, aportaron el 50% del monto adjudicado”. Eso sólo en la última operación.

De esta manera, la asistencia total del Banco Central al Tesoro para cubrir las necesidades de financiamiento asciende hasta ahora a los $1,2 billones, si se contabilizan las intervenciones en el mercado secundario de bonos mediante el TX23 y otros títulos por $229.000 millones adicionales, además de los $230.000 millones girados en concepto de adelantos transitorios.

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El auxilio financiero del BCRA para cerrar las cuentas se produce a pesar de la caída en términos reales del gasto público, inevitable en el marco de la pérdida de recaudación por la menor actividad e ingresos de retenciones por la sequía. Ante el escaso, o al menos insuficiente, interés de los privados en financiar al Tesoro, la única fuente disponible es la emisión monetaria. Esto debería suponer un desvío de lo pactado con el Fondo Monetario, que impone en el acuerdo límites severos a la asistencia directa del Central pero el organismo hizo la vista gorda desde que se implementó esta estrategia.

“Cuando analizamos el primer acuerdo con el FMI de la actual administración, recalcamos el pragmatismo de un FMI focalizado en limitar el financiamiento monetario al Tesoro por parte del BCRA, lo que indirectamente ponía un límite en el déficit fiscal dado el acotado acceso a financiamiento del mercado. La compra de bonos en el mercado secundario, avalada por el FMI en las revisiones del acuerdo, eliminó el único aspecto relevante del acuerdo”, concluyó el equipo de Anker.

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