Sin el "Paso a Paso", Mostaza Merlo afronta su nuevo desafío en el otro Racing: "Las cábalas las dejé en Avellaneda"

Mostaza Merlo llevaba casi un año sin dirigir. Sus días de gloria en Racing, cuando cortó la sequía de 35 años sin títulos, se mantienen vigentes en el Cilindro. Incluso el repertorio musical que se escucha en las tribunas cuando juega el equipo del Chacho Coudet es prácticamente el mismo que se utilizaba como amuleto cuando la Academia se quedó con el Apertura en la cancha de Vélez.

Su última experiencia había sido en Fuerza Amarilla de Ecuador. Un paso fugaz que no funcionó por algunas desprolijidades económicas. "Me fui porque me dijeron que no me podían pagar lo que me habían prometido. Fue un problema interno de los dirigentes", explicó desde Córdoba, donde intenta levantar al otro Racing: el del interior.

Su debut fue soñado. Con dos tantos de Diego Palleres y otro de Franco García su equipo se impuso 3 a 0 frente a Deportivo Maipú para lograr la primera victoria del campeonato. "Trabajamos jueves, viernes y sábado, porque no tuvimos mucho tiempo. Hicimos debutar a un chico de lateral que nos había gustado mucho en la práctica y nos enfocamos mucho en el aspecto anímico. Nunca imaginamos que íbamos a arrancar tan bien", le dijo a Infobae del otro lado de la línea telefónica.

Si bien su pasado lo avala para dirigir en el ascenso, ya que sus primeros pasos como entrenador los dio en Los Andes y también dirigió a Douglas Haig de Pergamino, no dejó de llamar la atención la llegada de Mostaza al Federal A. "Me llamaron por teléfono cuando despidieron al técnico que estaba. Ya había visto varios partidos y se notaba que hay un buen plantel. Ahora tenemos que trabajar mucho porque asumimos con 2 puntos", argumentó Merlo, quien desconocía la campaña que hicieron los hinchas de la Academia (bonaerense) cuando se enteraron que su ídolo iba a tomar las riendas de Racing de Córdoba.

"Con la gente de Racing tengo un feeling muy especial. Me pone muy contento que me recuerden por lo de 2001″, confesó Mostaza, todavía emocionado con el apoyo que recibe de Avellaneda y el cariño que le brindaron en Nueva Italia. "Lo de los hinchas me emocionó mucho. En un momento les pedí que no insulten a los líneas para que no se nos pongan en contra", continuó con una sonrisa que se percibió a la distancia.

El desafío de Mostaza Merlo es complejo: Racing de Córdoba marcha último en la Zona 3 del Federal A con 5 puntos en 9 compromisos disputados, a 11 unidades del líder Sportivo Desamparados. "La idea es intentar llegar a clasificar al reducido. Está muy difícil porque se perdieron muchos puntos, pero creo que podemos conseguirlo", deslizó el técnico que ilusiona a dos pueblos albicelestes al mismo tiempo.

En caso de lograrlo, los cordobeses deberían imitar la iniciativa de la Academia con una nueva estatua, aunque para ello el técnico no aplique ninguno de sus ritos. Sus antecedentes le juegan en contra, pero como él mismo confesó, para este torneo "no hay ninguna cábala". "Las dejé todas en Avellaneda", enfatizó. En Nueva Italia no habrá cuernitos cuando ataquen los rivales. Tampoco el camino será Paso a Paso. Será una nueva aventura en la que el técnico buscará reinventarse para que la entidad albiceleste se ilusione con volver al primer plano nacional.

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