Cómo empezar a correr en primavera y no abandonar el hábito

Es la mejor estación para iniciarse en el running por los días más agradables y templados. Motivos y consejos para seguir entrenándose

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Porqué la primavera es la estación preferida para empezar a correr

Empezar es lo más difícil, pero no por mucho tiempo. Dar el primer paso es romper la inercia que rápidamente queda atrás. La primavera es la época en la cuál la mayor cantidad de gente empieza a correr y no es raro que esto pase. Los días son más largos, las temperaturas más amables, y la gente busca mejorar su estado físico y mental, dejando atrás el invierno y preparándose para el verano.

Empezar es dar un paso, no abandonar es hacer que esos pasos continúen cuando el clima vuelve a cambiar.

Correr con la luz del día es para la mayoría de los corredores mucho más inspirador. En particular si uno está empezando y alterna trote y caminata. Por eso cuando amanece más temprano y anochece más tarde, las posibilidades de tener un espacio para correr son mayores. Luego, una vez que alguien ya se acostumbró a correr, esto no tiene la misma importancia. Correr de día es más seguro en muchos sentidos.

Las temperaturas no son tan elevadas pero ya no hay frío. Eso hace que no se requieran cuidados extras para entrenar. Alguien puede trotar sin tener que volver rápido a su casa luego de terminar sus kilómetros de running. No hay que abrigarse ni tampoco se sufre el sofocón de las altas temperaturas veraniegas.

En la primavera sabemos que necesitamos hidratarnos, sentimos que el cuerpo lo pide, pero no es algo tan urgente como en los meses de verano, lo que permite crear el hábito antes de que lleguen los meses más complicados en ese punto.

La primavera trae días cada
La primavera trae días cada vez más largos y temperaturas agradables para salir a correr sin problemas ni enfriarse al terminar el entrenamiento (Getty)

El sol es vital para la vida y el deporte. La vitamina D es proporcionada mayormente por la exposición a los rayos solares. Ya se ha demostrado que dicha vitamina ayuda a prevenir diferentes enfermedades, por lo cuál es natural y sano salir al sol, se corra o no se corra. El cuerpo pide esa exposición en primavera y por eso también es un gran momento para hacer deportes.

Si se va a estar al sol después de las 10 y antes de las 18 horas durante un período largo, hay que empezar también a usar protector solar, otra costumbre que debe adquirirse antes del verano.

Una vez que se empieza es fácil seguir. Pero también todos los que corremos desde hace años sabemos que existe un término para los corredores que empiezan y abandonan todos los años. A esos runners de estación se los llama “corredores golondrina” porque como dichas aves, no se los ve todo el año entrenando. Claro, las aves no dejan de volar, sólo migran, mientras que los corredores golondrina dejan el deporte hasta el año siguiente. ¿Se puede evitar esto? Claro que sí.

El sol es un aliado
El sol es un aliado de los corredores. La vitamina D es mayormente proporcionada por la exposición a los rayos solares (Getty)

Dijimos que correr en primavera es lo más fácil que hay, para algunos pasa algo semejante en otoño por las temperaturas y la idea de “arrancar el año”. Correr cuando es más fácil tiene sentido y está muy bien arrancar ahí. El desafío llega cuando la estación pasa y llega la siguiente, generalmente un poco más dura para el deporte. En ese momento es cuando hay que focalizarse en todo lo bueno que es ha hecho el deporte en nuestro cuerpo y nuestra mente y lo bien que nos sentimos al salir a correr. El verano requiere más cuidados, pero también nos encuentra más armados si ya llevamos meses corriendo.

Cada estación tiene su desafío. Una vez que se entiende el ciclo, todo es más fácil. Nadie se puede llamar del todo runner hasta que haya completado las cuatro estaciones. En algunas regiones es más difícil que en otras, pero en todos los casos un verdadero corredor es el que siempre se la ingenia para salir adelante.

Así que ahora, en primavera, el lector tal vez esté pensando en salir a correr o volver a correr, en ambos casos, no hay que dudar. Salir al parque a caminar, ver a otros que ya trotan o corren, es el primer paso. Disfrutar de la primavera empezando o retomando una práctica deportiva es una manera ideal de coincidir con los ciclos vitales y conectarse con la vida.

Es normal querer arrancar en primavera y no importa si para muchos es algo pasajero. Una vez que uno se pone en movimiento, un universo de cosas buenas empieza a surgir. A ponerse las zapatillas y a salir.

*Santiago García es maratonista, autor de los libros “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.