Las dos caras de Robert Ramone Mba, el falso diplomático de Camerún que vivía en Morón y estafaba a mujeres mayores

Con su estilo elegante, Mba estafó a una rosarina de 51 años con un elaborado cuento que casi termina con la entrega de un maletín con 260 mil pesos. Su causa por lesiones graves y la jubilada que también lo denunció

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Robert Mba: su cara real, su cara falsa y los chats en los que intentó engañar a una mujer rosarina de 51 años.
Robert Mba: su cara real, su cara falsa y los chats en los que intentó engañar a una mujer rosarina de 51 años.

A principios de junio pasado, N.E.V., una mujer correntina de 51 años, estaba en su casa de Rosario, provincia de Santa Fe, cuando le sonó el celular. En la pantalla se dibujó una ventana de chat en la que un desconocido, un hombre que dijo llamarse "David Oldfield", le aseguró que le escribía desde Londres y le contó una historia en la que ella quiso creer.

Hasta ese momento nada hacía sospechar que la historia terminaría como lo hizo: con la persecución a pie y el arresto en pleno centro porteño de un personaje excéntrico de traje tartan, reloj dorado tan exageradamente grande como falso y boina gris.

El hombre del traje era Robert Ramone Mba, nacido en Camerún, África, de 40 años. Mba vive en la Argentina al menos desde 2012, con dos números de DNI y un domicilio en Morón. La Policía de  la Ciudad fue la que lo detuvo, por orden del Juzgado N°38. La acusación en su contra: estafa, el "cuento del tío" más elaborado y teatral de la historia reciente.

Pero N.E.V todavía no sabe de Robert. La primera persona que se comunicó con ella fue "David". Así lo llamará durante su charla con Infobae, en la que pidió que su identidad se mantenga en reserva.

Un ciudadano camerunés fue detenido el viernes pasado por la Policía de la Ciudad
Un ciudadano camerunés fue detenido el viernes pasado por la Policía de la Ciudad

David, que se presentó como el "apoderado" de una fortuna que le pertenecía, la contactó por el Messenger de Facebook. Le dijo que hacía tres años la buscaba y para que le creyera le dio algunos datos ciertos: el nombre de un tío suyo que murió en 2016 en Europa y los domicilios en los que ella había vivido, donde supuestamente la había buscado sin suerte.

Después le pidió que lo agregara a WhatsApp para seguir la charla y le contó de una supuesta herencia de 15 millones de libras esterlinas que la tenía como única beneficiaria, de la necesidad de una serie de trámites para destrabar el pago, para hacerlo llegar hasta Argentina. En la imagen de contacto del chat, "David" era un hombre canoso, de camisa negra y mirada segura. Pero aunque ella no lo supiera, ese no era un rostro al azar.

Parte de los mensajes y los documentos que recibió N.E.V.. Al centro, la foto de perfil de David
Parte de los mensajes y los documentos que recibió N.E.V.. Al centro, la foto de perfil de David

La misma imagen, pasada por Photoshop hasta el cansancio en los últimos años, ubicándolo unas veces con traje militar, otras con corbata y saco, en compañía del mismo Barack Obama, fue utilizada para realizar estafas por internet, phishing Scam por su traducción en inglés, miles de veces.

Morris Morgan, Eddie Wisler, Ben Terry, Gen Wilson John, Mike Allyn, entre muchos otros, comparten el mismo rostro y no son ninguna de esas personas.

Una imagen en 2016 ya advertía del rostro de las estafas
Una imagen en 2016 ya advertía del rostro de las estafas

El teléfono de David tenía característica de Reino Unido, mencionaba a representantes del Halifax Bank de Londres, un supuesto abogado del banco, Matthew Linsky, aparecería también en escena, daría certezas y confirmaría a través de mails y llamados, la existencia de una herencia. Las direcciones de los correos electrónicos variaban en apenas una letra de las originales, las entidades que mencionaban realmente existían, al igual que las personas; pero no eran.

Nada era lo que parecía.

"Me pidieron plata para pagar el abogado, unos 6 mil dólares, para que inicie el trámite en Inglaterra", le contó a Infobae N.E.V., que en ese momento dijo que no contaba con esa cantidad de dinero. En simultáneo "David", el "apoderado", insistía con que debían pagar por los papeles a medias y le pedía su parte. El contacto, por teléfono, redes sociales y correos, era constante, al igual que el intercambio de información. Ellos cada vez tenían más datos.

Algunos de los mensajes. Al centro, el falso diplomático que pronto aparecería en escena.
Algunos de los mensajes. Al centro, el falso diplomático que pronto aparecería en escena.

N.E.V. no estaba dispuesta a entregar dinero sin certezas. Fue entonces que tras un mes de idas y vueltas, de negarse a pagos virtuales, a giros, de envíos de firmas y contratos, llegó una propuesta superadora. El falso banco le dijo que un diplomático inglés viajaría hasta su casa en Rosario para hacerle entrega de los documentos y de parte del dinero, 10 millones de libras esterlinas. A cambio ella debería darle 6 mil dólares a la persona, en concepto de los servicios prestados y las gestiones necesarias.

Comenzaron entonces las conversaciones. En un español cruzado, a través de audios de WhatsApp, comenzó a coordinar el encuentro. El día fijado fue el 27 de junio, el diplomático llegaría con tres cajas en las que irían la documentación y el dinero en efectivo, pero hubo un inesperado cambio de planes.

"Me dijo que él ya estaba en Argentina, pero que había llegado a Ezeiza y no a Santa Fe, que como diplomático sólo tenía jurisdicción en Buenos Aires y que el encuentro no podía ser en otra ciudad, sólo en la capital del país", explicó la mujer.

Finalmente acordaron un encuentro en Buenos Aires, el viernes pasado, pero N.E.V. no fue sola. En auto, con un maletín en el que llevó 260 mil pesos, viajaron su tía, su primo y un conocido, comisario de policía de una provincia del noroeste, que cuando le contaron la historia, entrevió algo sospechoso y decidió participar. La cita fue en un café ubicado en la esquina de Lima y Chile, en el barrio porteño de Monserrat. Ahí los esperaba el hombre de traje entallado, boina y camisa estampada.

La víctima entró al café junto a su tía y su primo, haciéndose pasar ellos por su mamá y su hermano. La conversación nunca estuvo cerca de llegar a un acuerdo. El supuesto diplomático no quería ver documentos ni pasaportes, sólo el dinero.  Ella no estaba dispuesta a darle nada si no era en un banco y él se negaba a hacerlo de esa forma. Finalmente el excéntrico personaje dijo que tenía una reunión en el consulado y acordaron volver a verse una hora después, para encontrar una solución.

Afuera, el comisario esperaba con el auto encendido y el dinero en su poder, estacionado detrás de un container de basura. Vio cómo el hombre del traje tartan subía a un taxi y después de que sus compañeros de viaje entraran, lo siguieron. El tráfico de Buenos Aires les hizo creer por un segundo que lo perderían, cuando lo vieron cambiar de vehículo, meterse en otro taxi. Continuaron detrás sin que los notara, hasta que el supuesto diplomático, lejos de detenerse en un consulado, entró a un hotel en la zona de San Cristóbal.

El supuesto diplomático inglés
El supuesto diplomático inglés

El comisario, la única persona que no se había dejado ver en el bar, aguardó en la puerta. Lo vio salir y comenzó a seguirlo a pie, mientras lo hacía dio aviso a colegas de la Policía de la Ciudad, que lo detuvieron en avenida Independencia al 1800, justo en el momento en que intentaba abordar otro taxi.

El falso diplomático inglés fue identificado como Ramone Mbaapodado por los medios en los últimos días como el "Dandy" de Camerún. En sus registros este medio pudo comprobar que se dedicó a la venta ambulante, entre otros rubros: en 2012 había trabajado en una empresa de limpieza. Pero su historial de engaños no terminaría ahí.

En 2017 el "Dandy" estuvo involucrado en un hecho similar, una denuncia por estafa que llegó hasta el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°16 de la Capital Federal. En esa oportunidad, según consta en archivos judiciales, a pesar de que hubo un "desprendimiento patrimonial" de parte de la víctima, una jubilada y pensionada, el fiscal de instrucción del caso consideró que no hubo delito. El TOC N°16 así se vio obligado a sobreseerlo. Sorprendentemente, a pesar de la primera decisión del fiscal y de un paso por la Cámara Criminal y Correccional, el caso siguió hasta el Tribunal, motorizado por un abogado querellante.

Lo curioso es que ese hecho -sobre el que no trascendieron detalles- generó jurisprudencia en torno a esa contradicción y sirvió como antecedente en otros fallos.

Ramone quizás pudo ver en su víctima a una presa fácil, hoy de 76 años, beneficiaria de dos pensiones, con domicilio en el barrio porteño de Saavedra. Ella fue quien en 2017 alegó que había sido engañada por él, argumentando que la indujo a "un error" que motivó que le entregara bienes. Para el fiscal lo ocurrido no excedía la órbita del derecho privado -relaciones jurídicas entre particulares- y lo dejó libre. No era su única causa, por otra parte. En 2015, dos años antes, Robert Ramone Mba, fue acusado de lesiones graves reiteradas, un caso que llegó a la UFI N°11 de Morón.

Ahora mientras la Policía de la Ciudad continúa trabajando en el rastreo de los llamados y los mensajes, intentando dar con posibles cómplices de la maniobra, N.E.V. está en Rosario junto a su marido. Todavía no cree del todo cómo se sucedieron los hechos. Sin embargo por estos días intenta confirmar, dice que para sacarse la duda, si llegaron bultos desde Inglaterra a Ezeiza a su nombre, sin querer desprenderse del todo todavía de la idea  de una herencia millonaria, que le cambie la vida.

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