El drama de una azafata de LATAM: “Me angustia pensar que cuando pase la cuarentena no voy a tener trabajo”

Josefina Nasser trabajó 14 años en la aerolínea que anunció su partida del país. Embarazada de siete meses, con dos gemelos y un marido cerca de fundirse con su pyme, teme por su futuro. "Siempre había temas políticos con la empresa, lograron echarlos", señala con tristeza

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Josefina Nasser en la epoca que trabajaba de azafata
Josefina Nasser en la epoca que trabajaba de azafata

Josefina Nasser (38) es madre de gemelos de 19 meses, y está embarazada de Catalina, la niña que completará el cuadro de la familia que armaron con su esposo, Álvaro. Nasser es azafata, desde hace 14 años trabaja en LATAM. O, quizás, habrá que corregir el tiempo verbal: trabajaba. La semana pasada recibió una noticia que le cayó como una bomba. La aerolínea dejará de volar en el país y presentará un proceso preventivo de crisis (PPC) ante el Ministerio de Trabajo para discutir cómo desvincula a sus 1.700 empleados. De todas las filiales regionales de la empresa chilena, la Argentina fue la única que tomó esa decisión. Y lo hizo luego de intentar reducir salarios al 50 por ciento de su personal. Pero esta y otras medidas no fueron aceptadas por los gremios ni el Gobierno.

“Siempre soñé con estar en una aerolínea grande como LATAM. Me alegra haber durado tantos años en este puesto de trabajo. Lo hago con mucho amor y responsabilidad”, cuenta Josefina, aún sin creer lo que sucede. Pero la situación económica la dejó sin trabajo. ”Estoy desempleada, LATAM se va del país. Desafortunadamente me fui enterando por las noticias, ya que no hay mucha comunicación dentro de la empresa, solo sabemos que hay ofrecimientos de retiros voluntarios. Me angustia pensar que cuando pase la cuarentena no voy a tener más trabajo”.

Josefina con sus dos hijos gemelos en la espera de su nueva hija
Josefina con sus dos hijos gemelos en la espera de su nueva hija

Para ella, la explicación de la salida es clara: “Trabajar era un caos. Entiendo lo difícil que le ha sido a LATAM volar en los cielos argentinos a lo largo de los años. Siempre había temas políticos dando vueltas, problemas con las mangas, 14 sindicatos que no dejaban trabajar. Todo esto derivó en lo que nos pasa hoy. Lograron echarlos. Nos dejaron sin el soporte económico, sin el trabajo y muy golpeados emocionalmente. Realmente estoy en shock”.

Para ingresar, Josefina debió pasar por muchos exámenes y pruebas. Como cualquiera que ama mucho lo que hace, puso pasión, esfuerzo y sacrificio. Antes de la cuarentena, vivía en el aire. Su tiempo en su casa era escaso, pasaba más noches en la cabina del avión que en su propia cama. Pero conoció nuevos países y recorrió ciudades increíbles. Hoy todo eso parece algo lejano, algo que le pasó a otra mujer o al personaje de alguna película.

Imaginar el futuro la agobia: “Me angustia pensar en cómo voy a conseguir otro trabajo. No vamos a poder tener un nuevo empleo fácilmente. El mercado laboral aeronáutico es chico, y si desaparece la segunda empresa más grande de transporte aéreo comercial de la Argentina, todo será peor. Somos 1700 empleados los que quedamos complicados”. Josefina agrega que “el trabajo de azafata es una tarea muy específica, en un país con una línea de bandera con tanto peso político, no creo que ni yo, ni mis compañeras tripulantes, ni los pilotos -que son todos profesionales de excelencia- puedan volver a conseguir empleo acá” afirma Nasser.

La familia de Josefina festejando un cumpleaños en cuarentena
La familia de Josefina festejando un cumpleaños en cuarentena

Llevar la camiseta puesta de una empresa significa quererla y apoyarla. Eso sentía Josefina por LATAM durante todos estos años. Soportó -dice- muchas cuestiones laborales y siempre fue para adelante. Por increíble que le parezca, ya no es mas así. La pandemia arrasó con todo. “La fe es lo que me motiva a pensar en positivo. Creo en Dios y en la ley de la abundancia universal, siempre hay algo bueno para cada uno de nosotros” explica.

Durante estos días Josefina y su marido están usando sus ahorros para vivir, ya que no ninguno de los dos tiene ingresos. “La pyme de Álvaro está por fundirse, le está pidiendo oxígeno a los bancos y a los proveedores. Me da mucho miedo el futuro cercano”, agrega la azafata. “Tener que mantener tres hijos en este país es muy caro y con los dos sin trabajo no sé cómo vamos hacer. Además tenemos que pagar muchas deudas”.

Para la familia Nasser, cuando pase la cuarentena será un volver a empezar. Habrá que buscar nuevos trabajos y achicar su estilo de vida. En apenas 100 días, la vida de Josefina “se partió”, según ella misma define: hubo un antes de la cuarentena y habrá un después... que aún es incierto.

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