Cada noche, a las 21 horas, un aplauso coordinado de agradecimiento a los profesionales de la salud se deja oír desde los balcones. Una costumbre que se inició en Italia, país fuertemente golpeado por la pandemia de coronavirus, y que fue adoptada por otros países, Argentina incluida.
“Yo los aplaudo todos los años en el Aula Magna de la Facultad de Medicina, cuando les entregamos los diplomas a los profesionales destacados del año y con la firma de los tres premios Nobel argentinos”, dijo a Infobae Tulio Huberman, impulsor del diploma “Gracias Doctor” y de la revista del mismo nombre dedicada a la divulgación científica.
“Gracias Doctor” es la marca registrada de un premio anual que este año seguramente adquirirá otra relevancia cuando, en plena pandemia de coronavirus, se valora como nunca la labor de los profesionales, auxiliares y trabajadores de la salud en general.
“La medicina es noble de por sí -dice Huberman- por eso en esta iniciativa nos cuidamos de distinguir a los médicos, no por ser conocidos mediáticamente, sino por su prestigio en el ambiente médico”.
La metodología de selección garantiza este criterio: los candidatos son elegidos por los hospitales que cada año deben proponer a un médico y a un enfermero para el premio.
Luego, un gran elenco de cien prestigiosos profesionales de la medicina proceden a la selección de los quienes serán premiados. Ese jurado está integrado, entre otros, por el oncólogo Reinaldo Chacón, los cirujanos Juan Carlos Parodi y Elías Hurtado Hoyo, el ex rector de la UBA Guillermo Jaim Etcheverry, el toxicólogo Carlos Damin, el infectólogo Daniel Stamboulian, el neurólogo Ramón Leiguarda, etcétera.
Tulio Huberman se recibió de odontólogo en 1955, pero pronto se dedicó al periodismo científico, al que consagró toda su vida.
Los primeros programas del género los hizo con su amigo de infancia Juan Carlos Altavista, el futuro Minguito Tinguitela, para el cual escribió los libretos didácticos de una emisión científico-artística.
De ahí en adelante participó de innumerables programas televisivos y radiales dedicados a la divulgación y también escribió en muchos medios gráficos. Transmitió las ceremonias de entrega del Premio Nobel en dos de las ocasiones en que fue galardonado un argentino: en 1970, la de Luis Federico Leloir, Nobel de Química, a quien puso en dúplex con Bernardo Houssay, distinguido con el Nobel de Medicina en 1947. Y, en 1984, cuando fue distinguido también con el Nobel de Medicina César Milstein y en este caso al otro lado del océano estaba el entonces presidente Raúl Alfonsín.
En un comienzo, “Gracias Doctor” era una publicación adjunta a la revista Viva de Clarín, con una tirada de 300 mil ejemplares y dirigida al público en general. Más tarde se fue convirtiendo en una publicación más enfocada en los profesionales.
El Premio “Gracias Doctor” distingue también a los llamados “líderes” y “próceres” de la medicina, figuras destacadas de todas las especialidades y no solo nacionales.
Es bastante recordada la ceremonia del año 2005 en la cual se honró a Tabaré Vázquez, entonces en su primer mandato como presidente del Uruguay. Oncólogo, el mandatario uruguayo recibió el premio “Médico del Año Internacional”.
“La razón de mi vida no es la posteridad, ni el verbo, ni el bronce; la razón de mi vida es vivir como soy, actuar como pienso y, consecuentemente, no solamente defender la vida sino también reivindicar la dignidad como condición indispensable de la misma”, dijo Tabaré Vázquez en aquella ocasión.
Las ceremonias de entrega de los diplomas de “Gracias Doctor” se realizaban en el Teatro Colón, en el Coliseo y, más tarde, en el Aula Magna de la Facultad de Medicina. Fueron animadas sucesivamente por la Camerata Bariloche, Señor Tango, Chico Novarro, Alejandro Lerner, Raúl Lavié y Fátima Flores, entre otros.
Desde el año 2015, a la distinción a los médicos, se sumó el premio Enfermero o Enfermera del año.
“Nuestro premio es muy valorado porque es otorgado a los médicos por sus pares”, dice Huberman con orgullo.
“Gracias a este oficio, conocí lo mejor de la medicina del mundo y de mi país -cuenta-. No tengo ningún negocio detrás de esto. La revista es una puesta al día, con artículos especializados, por los mejores médicos”.
“También hemos premiado a docentes e investigadores de la medicina, a médicos rurales y del interior. Y a mujeres, como Eugenia Sacerdote de Lustig, investigadora del cáncer, o la médica y religiosa María Francisca Teresa Tonina, especialista en Lepra, de Chaco, y también Ana Di Lonardo, fundador del Banco Nacional de Datos Genéticos, y otras”, agrega.
Entre los premiados, están también Eduardo Kreutzer, Osvaldo Mazza, Jorge Neira, Jorge Lerman, Oscar Levalle y Pablo Chiaradía, por citar sólo algunos.
En la última entrega, de 2019, fueron distinguidos el médico Miguel Angel Allevato y la enfermera Silvia López Tastaca.
Sobre la actual pandemia, Huberman cree que “el mundo se está manejando mal”. “Deberían reunirse todas las cabezas del mundo y deliberar -sugiere-. El político no tiene que ver en eso. Pero no se invierte en investigación y en docencia. Hoy el acomodo político define al rector o al decano. Se ha perdido el nivel académico".
Y concluye: “Nuestro premio es un éxito, porque obligamos al director de cada hospital a elegir y proponer un candidato. Y ahora también a los enfermos; algunos de ellos estudian tanto o más que un médico”.
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