El aumento de peso en mujeres puede comenzar antes de la menopausia, afirman los expertos

Especialistas de Mayo Clinic advierten que los cambios metabólicos y la pérdida de masa muscular pueden iniciar desde los 30 años. La importancia de adoptar hábitos saludables y estrategias preventivas antes de esta transición hormonal

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Nuevas investigaciones revelan que el
Nuevas investigaciones revelan que el aumento de peso en mujeres puede comenzar desde los 30 años, antes de la menopausia (Imagen Ilustrativa Infobae)

El aumento de peso asociado a la edad en mujeres no comienza con la menopausia, sino que puede iniciarse décadas antes. Así lo explica la endocrinóloga y especialista en obesidad Daniela Hurtado Andrade, de Mayo Clinic en Jacksonville, quien advierte que los cambios metabólicos relevantes pueden aparecer ya en la tercera década de la vida.

Según la experta, desde los 30 años se produce una pérdida progresiva de masa muscular, un proceso natural del envejecimiento que reduce el gasto energético basal y favorece el aumento de peso con el paso del tiempo. Esta tendencia fue observada en distintos estudios citados por Mayo Clinic y suele pasar inadvertida hasta etapas más avanzadas de la adultez.

Cambios metabólicos y pérdida muscular desde los 30 años

Hurtado señala que el foco exclusivo en la menopausia puede retrasar estrategias de prevención más efectivas. “Los datos muestran que el aumento de peso empieza mucho antes de que aparezcan los cambios hormonales propios de la menopausia”, explicó. En ese contexto, la especialista remarca que la transición menopáusica acentúa un proceso que ya está en marcha, en lugar de iniciarlo.

La endocrinóloga Daniela Hurtado Andrade,
La endocrinóloga Daniela Hurtado Andrade, de Mayo Clinic, destaca la relevancia de los cambios metabólicos y la pérdida de masa muscular en la adultez temprana (Imagen Ilustrativa Infobae)

La disminución gradual de masa muscular no solo impacta en el peso corporal, sino también en la capacidad del organismo para regular la glucosa y mantener un metabolismo activo, lo que incrementa el riesgo de sobrepeso y obesidad a largo plazo.

A estos cambios biológicos se suma el impacto del estilo de vida moderno. De acuerdo con Hurtado, la disponibilidad constante de alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares y grasas, junto con una marcada reducción de la actividad física cotidiana, crea un entorno que dificulta el control del peso.

El uso extendido de tecnologías que reducen el esfuerzo físico —como autos, ascensores o escaleras mecánicas— y el aumento del tiempo frente a pantallas contribuyen a un comportamiento más sedentario, especialmente en mujeres adultas jóvenes y de mediana edad.

Prevención y hábitos saludables: clave antes de la menopausia

El consumo de alimentos ultraprocesados
El consumo de alimentos ultraprocesados y el sedentarismo incrementan la dificultad para controlar el peso en mujeres jóvenes y de mediana edad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde Mayo Clinic recomiendan anticiparse a estos cambios y adoptar hábitos saludables antes de la perimenopausia. Hurtado subraya que comprender que el aumento de peso tiene una base biológica temprana puede ser un factor clave para implementar estrategias sostenibles.

Entre las recomendaciones, destaca la importancia de una alimentación equilibrada, el registro consciente de lo que se consume y el reconocimiento de las señales de saciedad. “Identificar cuándo el cuerpo ya está satisfecho ayuda a evitar un consumo excesivo”, señaló.

En cuanto al ejercicio, la especialista enfatiza el valor del entrenamiento de fuerza, complementado con actividad aeróbica regular —al menos 150 minutos semanales— y una ingesta adecuada de proteínas. Estas medidas ayudan a preservar la masa muscular y sostener el metabolismo, especialmente durante procesos de pérdida de peso.

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El entrenamiento de fuerza, la actividad aeróbica y una adecuada ingesta de proteínas ayudan a conservar la masa muscular y el metabolismo activo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Hurtado advierte que, si bien los hábitos saludables son fundamentales, no siempre resultan suficientes. El organismo tiende a defender sus reservas energéticas y, ante una reducción calórica, activa mecanismos que incrementan el hambre y reducen el gasto energético.

Por esta razón, solo una parte de las personas logra mantener una pérdida de peso significativa únicamente con dieta y ejercicio. En muchos casos, el abordaje requiere un enfoque médico más amplio, que puede incluir tratamientos farmacológicos, procedimientos bariátricos —quirúrgicos o endoscópicos— y acompañamiento interdisciplinario.

Desde Mayo Clinic, redefinir la obesidad como una enfermedad crónica y no como una falta de voluntad es un paso central para mejorar el tratamiento. Hurtado sostiene que este cambio de perspectiva permite reducir el estigma, facilitar el acceso a terapias adecuadas y mejorar los resultados a largo plazo.

Reconocer el origen biológico y multifactorial del aumento de peso, concluye la especialista, es clave para intervenir de manera más temprana y efectiva, y para acompañar a las pacientes con estrategias acordes a cada etapa de la vida.