Así entrenan los perros rescatistas como los enviados a Turquía y Siria luego de los terremotos

Las características de los perros los convierten en un gran aliado para la búsqueda y rescate de personas que han quedado bajo los escombros producidos por los desastres naturales como tsunamis, terremotos, inundaciones e incluso en los atentados terroristas. Esta especie es irremplazable debido a su gran capacidad de distinguir olores y percibir sonidos a largas distancias.

En las últimas horas brigadas de perros de diferentes países del mundo han partido con destino a Turquía para ayudar en las labores de rescate de personas que han quedado bajo los escombros de edificios derrumbados por el terremoto de 7.8 de magnitud.

La Cruz Roja Mexicana envió en la mañana de este 7 de febrero a Balam, Orly, July y Rex, cuatro binomios especializados tareas de rescate.

El origen de estos perros no está del todo clara, los primeros casos que existen documentados son de los Hospicios de San Bernardo, San Gothard y otros pasos Alpinos en Suiza durante el siglo XIX, de acuerdo con José Luis Fernandez, médico veterinario, en su tesis publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El uso de perros de rescate se volvió algo común en el país europeo durante los años 1800, resalta el caso del canino Barry, reconocido por salvar múltiples vidas y fue agredido por un viajero perdido que lo confundió con un lobo.

A pesar de este ataque, Barry regresó al hospicio para alertar a los monjes de la persona perdida y posteriormente murió. Actualmente el Museo de Berna en Suiza conserva un arte taxidérmico de este can.

De acuerdo con información de Purina, empresa productora de alimentos para mascotas, la primera escuela de perros para rescate y salvamento se estableció en el país europeo, donde se desarrolló el Método Suizo para salvaguardar personas que habían quedado sepultadas por las avalanchas de nieve en las montañas.

José Luis Fernández especificó que hay una serie de requisitos y características que los perros deben de tener para convertirse en rescatistas, esta evaluación comienza desde que son cachorros debido a que el proceso de entrenamiento dura alrededor de 2 ó 3 años. “Si el perro fuera tres años más viejo que cuando empezó estaría listo para el trabajo hasta que cumpliera la edad de cinco y esto nos daría solo unos pocos años de trabajo”, especificó el médico veterinario.

El médico zootécnico explicó que los perros ideales para convertirse en binomios destacan por su capacidad olfativa, conformación física y su nivel de respuesta a las pruebas donde tiene que demostrar sus diferentes habilidades, por lo que no importa si son de raza o mestizos.

No obstante existen algunos requerimientos como el pelo largo y espeso en caso de que los perros vayan a realizar labores de rescate en climas fríos, y pelo corto o pequeño en países donde las temperaturas son altas.

Los binomios están entrenados para diferentes propósitos, sin embargo el trabajo de rescatar a las personas lo perciben como un juego, de acuerdo con información de Purina. “Según los entrenadores, en ‘el juego’ de la detección humana siempre es bueno que los perros reciban un adecuado reconocimiento”, especificó la productora de alimentos.

Para localizar a las personas debajo de los escombros los canes buscan partículas de olor de humanos en las áreas específicas e incluso algunos trabajan desde barcos para localizar los restos de personas debajo del agua.

Una vez que el perro cumpla con las condiciones de socialización, características físicas y las pruebas de comportamientos entrará a las diferentes fases de aprendizaje para el rescate de personas, explicó José Luis Fernández.

El objetivo del entrenamiento del perro es que estos animales sean capaces de identificar el aroma de las personas atrapadas sin importar los materiales del escombro o estén cubiertos de cualquier otro material.

“Dentro de lo mejor posible, el perro debe hacer su trabajo a pesar de la presencia de humo, de olores penetrantes y el calor desprendido por los focos de incendio”, explicó el médico zootécnico.

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