Estados Unidos dejará su embajada en Nicaragua en manos del Encargado de Negocios

Kevin K. Sullivan dejará el país en las próximas semanas, tras cuatro años y medio de trabajo, y será reemplazado por Kevin O’Reilly

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Estados Unidos dejará su embajada en Nicaragua en manos del Encargado de Negocios
Estados Unidos dejará su embajada en Nicaragua en manos del Encargado de Negocios

Estados Unidos informó este martes la partida de su embajador en Nicaragua. Kevin K. Sullivan dejará el país el próximo 19 de mayo, tras cuatro años y medio de trabajo en Managua, y será reemplazado por el encargado de negocios de largo plazo, Kevin O’Reilly.

“Debido a la importancia y complejidad de nuestra misión diplomática en Nicaragua, el Secretario ha nombrado al diplomático de carrera Kevin O’Reilly como nuestro Encargado de Negocios de largo plazo”, indica la nota difundida por la Embajada y suma que el designado llegará al país en junio, “para continuar con nuestra colaboración con el pueblo”.

“Los Estados Unidos mantienen su compromiso de apoyar las legítimas aspiraciones del pueblo nicaragüense de regresar a un genuino orden democrático y al pleno respeto de los derechos humanos”, concluye el comunicado.

Kevin O’Reilly fue designado Encargado de Negocios de largo plazo en Nicaragua y reemplazará a Sullivan
Kevin O’Reilly fue designado Encargado de Negocios de largo plazo en Nicaragua y reemplazará a Sullivan

Sullivan, por su parte, utilizó su cuenta de Twitter para anunciar su partida y escribió que con O’Reilly y “nuestra excelente ministra consejera, Carla Fleharty, nuestro compromiso de estar siempre junto al pueblo nicaragüense, de sus aspiraciones y su bienestar, seguirá más fuerte que nunca”.

El nuevo Encargado de Negocios es miembro de Alto Rango del Servicio Exterior y experto en las relaciones entre Washington y Latinoamérica.

El reemplazo de Sullivan data de hace meses y ha sido una de las últimas muestras de las tensiones entre la Casa Blanca y el régimen sandinista.

En mayo de 2022, el presidente Joe Biden definió que la nueva figura a desempeñarse en Managua sería Hugo F. Rodríguez Jr., quien trabaja en la oficina para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado y, en el pasado, había estado en embajadas y consulados en Paraguay, México, Lima y Roma.

Meses atrás, Hugo F. Rodríguez Jr. había sido designado el sucesor de Sullivan pero fue rechazado por el régimen por sus declaraciones en contra de Ortega
Meses atrás, Hugo F. Rodríguez Jr. había sido designado el sucesor de Sullivan pero fue rechazado por el régimen por sus declaraciones en contra de Ortega

Sin embargo, Daniel Ortega desaprobó esta designación y acusó a Rodríguez de haber emitido declaraciones “injerencistas e irrespetuosas” en contra del país durante una audiencia en el Senado. Entonces, Rodríguez afirmó que “Nicaragua se está convirtiendo cada vez más en un estado paria dentro de la región”, calificó a la gestión de Ortega de “dictadura” y pidió la salida del país del Cafta -Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos-.

Estas declaraciones desataron el enojo del régimen que respondió que “el Gobierno de Nicaragua, en uso de sus facultades y en ejercicio de su soberanía nacional, retira inmediatamente el beneplácito concedido al postulante Hugo Rodríguez”.

La vicepresidenta Rosario Murillo reafirmó su postura sobre la decisión “insólita” de designar a un “irrespetuoso, injerencista y nada diplomático” y sumó: “Reiteramos no sólo nuestro rechazo sino nuestra posición inclaudicable de dignidad nacional que desconoce absolutamente el injerencismo y la actuación imperialista. Así que lo tienen claro los señores imperialistas: aquí no entra Hugo Rodríguez”.

Tanto Ortega como Murillo apuntaron contra Estados Unidos por sus injerencias y sus nombramientos para la sede diplomática en Managua (REUTERS)
Tanto Ortega como Murillo apuntaron contra Estados Unidos por sus injerencias y sus nombramientos para la sede diplomática en Managua (REUTERS)

De todas formas, este no fue el primer enfado del binomio sandinista contra Estados Unidos que, desde octubre de 2021, tiene vigente una denuncia por intromisión en el país.

“Exigimos al señor Sullivan que cese sus ataques encubiertos, sus hipócritas salutaciones, disfrazados de una cortesía diplomática que abandonó hace tiempo y que, más bien, ha sido y es ejemplo de la continua, perversa, detestable injerencia invasora de los Estados Unidos en nuestra Nicaragua”, comentaron entonces desde el Ministerio de Relaciones Exteriores del país centroamericano.

Sin embargo, esto no afectó el accionar de Washington allí y, en abril de 2022, el Departamento de Estado criticó a Ortega en su informe anual sobre derechos humanos por ejercer “un control total” sobre el país después de ser reelegido en los comicios de noviembre de 2021, marcados por el encarcelamiento de opositores.

Estos episodios son sólo algunos casos de las malas relaciones diplomáticas existentes entre los países, que datan de las protestas de 2018, en las que la sociedad fue violentamente reprimida al pedir el fin de la dictadura y que dejaron 355 muertos, decenas de presos políticos y miles de exiliados.

Las tensiones entre Estados Unidos y Nicaragua datan de 2018, cuando las protestas dejaron más de 300 muertos y decenas de detenidos (La Prensa)
Las tensiones entre Estados Unidos y Nicaragua datan de 2018, cuando las protestas dejaron más de 300 muertos y decenas de detenidos (La Prensa)

Desde entonces, el avance del régimen y la persecución sólo ha empeorado las cosas y el escenario está lejos de mejorar.

Un ejemplo más reciente de este deterioro fue el destierro el pasado 9 de febrero de 222 presos políticos, que fueron acogidos por Estados Unidos aunque sin ningún tipo de negociación de por medio; más bien en una suerte de tarea humanitaria.

Estas acciones derivaron en la sanción de los jueces Octavio Rothschuh, Ernesto Rodríguez y Nadia Tardencilla, de Managua, por realizar “acciones antidemocráticas que tienen como objetivo a las figuras de la oposición que más se hacen oír”.

“Seguiremos utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para garantizar la rendición de cuentas por los abusos del régimen de Ortega-Murillo”, advirtió el secretario de Estado, Antony Blinken y aseguró que seguirán “presionando junto a nuestros socios en el continente para conseguir el retorno de la democracia y el respeto a los derechos humanos”.

Blinken aseguró que seguirán trabajando para garantizar la rendición de cuentas por los abusos en el país (REUTERS)
Blinken aseguró que seguirán trabajando para garantizar la rendición de cuentas por los abusos en el país (REUTERS)

También, el Departamento de Comercio estadounidense definió en marzo sumar a la Policía sandinista a su lista de control de exportaciones por considerar que está involucrada en graves abusos de derechos humanos en el país.

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