Imma Aguilar: “La ciencia pública que está financiada con fondos públicos tiene la obligación de transferir el conocimiento”

La Directora General de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) visitó por primera vez Buenos Aires y pasó por el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro para reflexionar sobre una ciencia al servicio de la sociedad

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En otro momento, Imma Aguilar Nácher quizás hubiera hablado un poco más de la Reina Letizia, con quien la une una antigua amistad de la época en la que ambas trabajaban para la CNN. Pero ahora, ese comentario quedó en un paréntesis: apareció apenas como un breve recuerdo de años atrás. Es que la actual directora directora de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología visitó el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro y se dedicó por completo a hablar de su función en la FECYT y de cómo se puede repensar la educación y la comunicación de la ciencia.

En diálogo con Patricio Zunini, Aguilar contó que esta era la primera vez que viajaba a Buenos Aires. “Esta visita nos ha dado la oportunidad de trabajar con el Ministerio homólogo nuestro, el de Ciencia e Innovación, y para trabajar sobre todo cómo compartir experiencias muy relacionadas con la cultura científica y la comunicación científica”. Contó, además, que visitó Tecnópolis, “un espacio fascinante por cuanto tiene más de interacción y divulgación que propiamente de exhibición”.

“La ciencia que no se cuenta no cuenta. Se puede contar en forma de publicación científica de rigor, pero también se puede contar como transmisión de conocimiento”

Promoción de la cultura de la ciencia

“La ciencia que no se cuenta no cuenta. Por lo tanto, se puede contar en forma de publicación científica de rigor, pero también se puede contar como transmisión de conocimiento”, planteó Aguilar, y destacó: “Creo que la ciencia tiene esa obligación y sobre todo la ciencia pública, la que está financiada con fondos públicos tiene la obligación de transferir ese conocimiento, pero no solo a la industria o a la empresa en forma de patentes, por ejemplo; sino también en forma de educación científica, de periodismo científico de calidad, de asesoramiento científico”.

Sobre su trabajo en España, Aguilar señaló: “Nosotros en la Fundación estamos abordando proyectos muy interesantes de asesoramiento al Parlamento: brindar desde la ciencia la posibilidad de tomar decisiones informadas; decisiones basadas en la evidencia. Y eso ocurre en muchos campos, el del periodismo, la divulgación, la educación, en la conformación de vocaciones”

“La pandemia nos ha dejado algo bueno, entre las horribles cosas, que es apreciar el valor de la ciencia, pero no en sí misma como investigación sino --sobre todo-- como comunicación y como transferencia de ese conocimiento. Y de alguna manera socializar la ciencia”, reflexionó.

Imma Aguilar en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro
Imma Aguilar en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro

Inversión en comunicar la ciencia

A la hora de evaluar el dinero que invierte FECYT en comunicar sus proyectos y avances científicos, Aguilar subrayó que, entre otras cosas, se destaca la “Encuesta de evaluación de percepción social de la ciencia; es muy importante saber exactamente cómo se percibe la ciencia, los valores que se esperan de la ciencia por parte de la ciudadanía general o cualquier parte de sector o colectivo. Hacemos otra cosa que es muy importante que es medir el valor de la publicación científica y la comunicación de su impacto no solo en la investigación científica sino también en el ámbito social, porque la ciencia tiene que servir para algo, la ciencia tiene que permitir el desarrollo, permitir el avance. Hacer que vivamos mejor”

La cultura científica es la base de la educación

“Yo creo que la cultura científica es la base de la educación que nos puede llevar a unas decisiones informadas, y por supuesto darnos más libertad a la hora de escoger”, planteó la especialista.

Imma Aguilar en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro
Imma Aguilar en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro

Pandemia y ciencia

“Hay una respuesta agridulce. Yo creo que en España [la pandemia] se vivió de una manera en la que la relación de la ciencia con las soluciones que se estaban aportando de una manera bastante razonable”, comenzó cautelosa Aguilar y sumó: “Fue uno de los países que en primer lugar tuvo aceptación de la vacunación con los índices más altos. En España el noventa y tantos estaba a favor de vacunarse y así se hizo. Esto significa que la información, fue una información, digamos, que permitió trasladar esa tranquilidad y esa confianza en la ciencia”

“Sin embargo, lo que sí se ha vivido es lo que llamamos la crisis de los expertos. Se exige que la ciencia dé soluciones inmediatas, pero la ciencia no es online; la ciencia no resuelve sobre la marcha las cosas”, reflexionó y detalló: “Se estaba haciendo ciencia sobre la marcha de una manera prácticamente al día, con lo cual se produjeron muchas discrepancia entre distintas disciplinas”.

“Creo que hubo una crisis sobre si la ciencia estaba dándonos una solución”, planteó Aguilar para explicar esos momentos de zozobra al inicio de la pandemia: “Y yo creo que se llegó a una conclusión importante y es la necesidad de la interdisciplinariedad o la multidisciplinariedad a la hora de enfrentar problemas desde el punto de vista político”.

Imma Aguilar en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro
Imma Aguilar en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro

Ciencias y mujeres

Hay una mirada generalizada sobre el poco espacio y reconocimiento de las mujeres científicas dentro del campo, pero Aguilar señaló que ante esta idea, lo único que hay que hacer es reconocer los datos. “Nos sorprendió muchísimo, cuando hicimos el primer informe de la presencia de las mujeres en la producción científica, que un 46% aproximadamente de los proyectos de investigación tenían mujeres en sus equipos”, resaltó. Y agregó: “Teníamos un anti sesgo de pensar que las mujeres no participan en la ciencia. Seguramente porque no son visibles; no porque no estén. Por lo tanto, el primer problema de la presencia de las mujeres en la ciencia no existe”, y aclaró que el problema que sí existe “es su visibilidad” y que solo hasta un 20% dirigen proyectos.

La directora de la FECYT reflexionó también sobre la importancia de la referencialidad para que las mujeres puedan verse reflejadas en el campo de la ciencia y seguir el mismo camino. E incluso destacó que a la hora de pensar en una de las primeras divulgadores de la ciencia a nivel masivo fue Mary Shelley con su Frankenstein.

“El uso de lenguajes artísticos para difundir la ciencia me parece casi lo más humano que hay”

Vocación científica

“También es muy preocupante el tema de las vocaciones científicas en niñas y jóvenes”, alertó. “Es una tarea de la escuela, sin ninguna duda y yo creo que de las enseñanzas secundarias; es ahí donde los niños y las niñas toman decisión por su vocación; por aquello que quieren ser. Es un tema que tiene mucho que ver con los profesores de las enseñanzas secundarias: es ahí donde se despiertan las vocaciones y es ahí donde se matan las vocaciones”, aseguró Aguilar.

“Otro gran problema es que los jóvenes y la gente asocia la Ciencia con los estudios experimentales y naturales. Y las ciencias sociales y humanidades les parecen otra cosa”, planteó. Y agregó: “Entramos en ese campo tan injusto de eres de Ciencias o eres de Letras. El ser humano está hecho de creatividad y de racionalidad, por eso la divulgación científica en forma de literatura o la mezcla, el uso de lenguajes artísticos para difundir la ciencia me parece casi lo más humano que hay”.

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