Mariana Maggio: “La inclusión digital puede configurar la agenda educativa de los próximos años”

En su libro “Educación en Pandemia” (Paidós, 2021), Maggio, una de las voces más influyentes en el vínculo educación y tecnología, nos ofrece una mirada de inclusión entre docentes, familia y estudiantes para entender qué nos pasó con la escuela y ofrecernos un pequeño manual de supervivencia.

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Mariana Maggio en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro
Mariana Maggio en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro

Doctora en Educación, Magíster Especializada Didáctica y con una vida profesional dedicada a la enseñanza y la reflexión educativa argentina, además de ser responsable de los programas académicos de Microsoft en Latinoamérica; Mariana Maggio conversó con Patricio Zunini sobre el vínculo entre la educación y la tecnología en el auditorio de Ticmas. “Creo que se está dando algo muy interesante, creo que nunca tuvimos condiciones tan favorables como las de este momento con respecto a la especialización docente. Fundamentalmente por lo que tiene que ver con la madurez del análisis de la formación docente”, destacó.

Y agregó: “Una de las marcas interesantes de la pandemia es que frente a la conmoción que produjo el cierre de los edificios escolares, uno de los primeros emergentes fue encontrarnos (los docentes) a hablar, a dialogar y en esa escena aparecen como objeto las prácticas de la enseñanza”

Redes sociales y la escucha

“La mayor parte de los debates contemporáneos, lo que se discute hoy tiene sus expresiones en las redes sociales”, planteó Maggio y reflexionó que con la pandemia ocurrió algo que nunca había pasado en la historia docente, ver a las redes sociales como un mundo de construcción colectiva del conocimiento.

Además la doctora en Educación puso el foco en el acto de la escucha: “Para comprender las tendencias de los estudiantes hay que hablar con ellos, hay que jugar, hay que ver qué leen, qué les interesa, qué están haciendo, de qué objetos culturales participan” Y sumó: “Creo que no podemos dar por sentado nada, porque esas tendencias cambian muy rápido y tenemos que comprenderlas, ir y lo primero es asomarse un rato y ver qué está pasando acá y con eso construir un puente de diálogo”.

Educación en pandemia, de Mariana Maggio (Ed. Paidós)
Educación en pandemia, de Mariana Maggio (Ed. Paidós)

La escuela: un lugar en nuestras vidas

Maggio resaltó que la pandemia del Covid-19 también volvió a poner de relieve, en especial para las familias, “el lugar crítico que sigue teniendo la escuela en la organización de la vida cotidiana, además de la educación de sus hijas e hijos”. Aunque también planteó la necesidad de ver las mutaciones que existieron con respecto al impacto de la enfermedad en la educación: “No es lo mismo hablar de marzo 2020 y la conmoción que provoca el cierre de los edificios escolares y hablar de octubre 2021 con todo lo que implicó la intermitencia. Esta historia donde había burbujas, situaciones parciales de asistencia”.

Con la pandemia, para Maggio “los docentes nos volvimos a colocar como sujetos de aprendizaje” y señaló que un primer momento hubo mucho de “puesta a disposición, mucho de que los chicos tengan materiales, que los chicos tengan tareas, que los chicos tengan… y eso generó una suerte de saturación. Yo en un momento dije no al revoleo, que es algo de lo que hablo en mi libro Educación en Pandemia”.

Y continuó: “Después, cuando las condiciones estuvieron dadas, empezó a haber mucho más peso en lo sincrónico. Bueno, si hay posibilidad de estar al mismo tiempo en una videollamada entonces puede haber una clase. Esa también es una visión bastante limitada de una clase y eso vuelve a poner en el centro de la escena al docente explicando que es algo que teníamos que cambiar antes de que hubiera pandemia”.

“En el devenir de las cuestiones, en la experimentación que fueron dando los docentes, empiezan a aparecer- más hacia el final del año pasado- formas más complejas, formas más híbridas a la hora de articular los momentos físicos con los momentos virtuales. Cuestiones como en las que empiezan a pensar el currículo desde la perspectiva de priorización, empiezan a pensar la evaluación en una perspectiva más extensa en el tiempo… me parece que ahí es donde aparece el aprendizaje crítico”.

"Se alteró el espacio, cuando cerraron las escuelas, y seguimos educando", dijo Maggio
"Se alteró el espacio, cuando cerraron las escuelas, y seguimos educando", dijo Maggio

El retorno a la presencialidad: ¿un paso hacia atrás o un nuevo comienzo?

Maggio observó que con la crisis mundial generada por el virus Covid-19: “Se alteró el espacio, cuando cerraron las escuelas, y seguimos educando. Se alteró el tiempo; estalló el horario escolar. El currículo se empezó a pensar, bueno con qué nos vamos a quedar; qué es lo realmente importante. Los vínculos también tuvieron su proceso de mutación”. Aunque alertó que “La vuelta a la presencialidad puede cerrar esas condiciones; como en esas películas de ciencia ficción: frente a un portal que se abrió, poniendo una cuota de esperanza, podríamos pensar en una educación mucho más inclusiva si pusiéramos en juego todo esto. Con la presencialidad, que todos celebramos, algo puede estar cerrándose”

“Tenemos que poder pegar, colectivamente, un salto hacia adelante (...) este es el momento de la historia que me da cierta esperanza en tanto abracemos estas posibilidades de cambio”, aseguró la Doctora en Educación.

Hoy tenemos un mundo que, como lo define Alessandro Baricco en “The Game”, es al mismo tiempo físico y virtual. Y con esta metáfora es como que vuelve a cerrar todo este recorrido a lo largo de la historia. En un mundo que es al mismo tiempo físico y virtual, la educación tiene que aprender a jugar el juego

Tecnología y escuela

“Hay una historia que se inicia académicamente en la década del 50 donde al principio reconocimos el lugar del cine en la escuela, el diario en la escuela, la radio en la escuela, la televisión en la escuela, después por supuesto la irrupción de la informática educativa, todo esto en el siglo pasado”, relató Maggio para iniciar su reflexión sobre la educación y su vínculo con la tecnología.

Y continuó: “Creo que hay algo muy importante con el cambio de siglo con lo que se denomina la Sociedad Red de (Manuel) Castells, o la era de la información; esto produce un cambio muy profundo a la hora de pensar la tecnología en la escuela. La irrupción de internet hace que las tecnologías ya empiecen a estar imbricadas en la trama en la que los conocimientos se construyen; y eso no es una novedad de la pandemia”

“Hoy tenemos un mundo que, como lo define Alessandro Baricco en su libro The Game, es al mismo tiempo físico y virtual. Y con esta metáfora es como que vuelve a cerrar todo este recorrido a lo largo de la historia. En un mundo que es al mismo tiempo físico y virtual, la educación tiene que aprender a jugar el juego”, señaló Maggio.

Si bien para Maggio está saldada la discusión de que no pueden obviarse las tecnologías ante el retorno a la presencialidad en las aulas, sí hay desafíos a tener en cuenta y tienen que ver en “cómo abrazar esta complejidad’'. Y tiene que ver con reformular la especialización docente y poner los temas tecnológicos en la formación docente de base.

¿Qué nos va a quedar de la pandemia?

Ante esta pregunta, Maggio volvió a citar a Baricco y planteó que “en algún sentido- obviando el drama- la pandemia es lo que estábamos buscando. Tal vez esta suerte de empujón a una comprensión de los alcances culturales de la transformación digital en la sociedad”, y destacó la importancia de “Volver a instalar el derecho a la inclusión digital puede configurar la agenda (educativa) de los próximos años, desde el punto de vista de los jóvenes y las jóvenes. Hay una profunda preocupación que tenemos por la formación tecnológica” y enfatizó “Haciendo que sea efectiva la enseñanza de las ciencias de la computación y que esto también empape de sueños a las niñas y a las jóvenes”.

Con una mirada optimista sobre este tiempo que nos tocó vivir, Maggio eligió quedarse con la idea de que la pandemia nos deja la posibilidad de “un reinicio” hacia una educación mejor donde la conectividad debe ser parte de la agenda de un país federal.

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