El dólar bajó en la media hora final por la participación del Banco Nación. Fue una intervención que no se disimuló, al punto que el dólar bajaba y subía entre 15 y 20 centavos en segundos, una volatilidad exagerada y pocas veces vista.
"Cuando el Nación no ofrecía divisas, el dólar rebotaba. Inmediatamente retornaba el banco oficial ofreciéndolo a precios de liquidación. Lo más absurdo sucedió a 10 minutos del final cuando la divisa rebotó de cuarenta y uno con veinte a cuarenta y uno con cuarenta y a los pocos segundos apareció la mano del Nación para ofrecerlo a cuarenta y uno veintisiete", relató un operador de una importante mesa de dinero.
El Nación es agente del Tesoro y siempre compra por orden y cuenta de algún organismo oficial. Es probable que esta vez haya vendido alguna posición del Anses, pero no se confirnó.
Lo cierto es que el malabar, seguido de una venta de futuros cortos a fin de mes, creó la ilusión de que esta vez la suba de las tasas de las Letras de Liquidez (Leliq) dieron el resultado esperado porque el dólar cayó 24 centavos a $41,30, el valor que tenía el lunes.
Pero el mercado no les creyó porque los bancos al mismo tiempo estaban ofreciendo a inversores institucionales –grandes empresas, supermercados y compañías de seguros– tasas de hasta 48% anual por colocaciones superiores a $150 millones. A los ahorristas pequeños y medianos esas mismas entidades le pagaban hasta 38 por ciento. Todo era válido para retener los depósitos a plazo fijo y luchar contra la dolarización.
No hay que olvidar que el Banco Central en un mes tuvo que subir 20 puntos las tasas de Leliq para evitar que los depositantes vuelvan al dólar. La muestra de que los depósitos ya no abundan es que el Central pudo renovar solo los vencimientos y no absorber dinero del mercado. En las dos licitaciones del día captó 201.039 millones a una tasa promedio de 63,32% que es 1,12 puntos más elevada que la del día anterior.
Para tamaño esfuerzo, el resultado es magro. Las tasas están empujando a las empresas a niveles críticos y la inflación no cede porque, al ser tan elevado el costo financiero, los empresarios suman la tasa a los precios.
En bancos y casas de cambio, donde opera el público, la divisa cerró 22 centavos abajo a 42,30 pesos. El "blue", en tanto, subió al post cierre y se acercó al precio de venta de los bancos. Si bien en la rueda terminó a $41,30 con una caída de 20 centavos.
Las reservas quedaron casi sin cambios. Bajaron USD 3 millones a 68.481 millones, a pesar que en el exterior por la baja del dólar frente a casi todas las monedas del mundo, se ganaron 46 millones. El único pago que se hizo fue de 6 millones a Brasil.
A todo esto, por la baja del Bonar 2024 (-1,14%), el título de referencia de la deuda, el riesgo país subió 1,08% a 749 puntos. La Argentina es el único país de la región donde el riesgo y las tasas suben continuamente.
La Bolsa siguió el ritmo del mundo. El despertar de Wall Street por la leve mejora en la cotización de las acciones de Boeing, contagió al mercado local que operó con escasos $604 millones. El índice S&P Merval de las acciones líderes, subió 1,14%. En el mejor momento llegó a estar 2,28% arriba.
La suba del petróleo hizo que Petrobras aumentara 3,10%; Tenaris, 2,85% e YPF, 1,43%. Entre los bancos sobresalió Macro (+2,35%) y Galicia (+1,65%).
Los ADR's, certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en dólares en Wall Street, tuvieron una buena rueda donde predominaron las alzas. Los papeles de mejor comportamiento fueron MercadoLibre (+5,06%), Tenaris (+3,10%) y Macro (2,87%). La caída más notable, y valga la paradoja, fue la de Despegar con 3,46 por ciento.
Para el jueves se espera otra rueda tensa porque al Banco Central se le están agotando los recursos para impedir el vuelco al dólar. Cuando existe este grado de volatilidad lo logrado en el día no sirve para el siguiente. En otras palabras, la caída del dólar del miércoles, no marca tendencia
Seguí leyendo: