Mejora el clima financiero: ¿es momento de comprar bonos de la deuda en dólares?

Aunque el dólar cayó casi 25% en menos de tres semanas y las acciones locales subieron hasta 17% en Wall Street, los títulos públicos vienen mucho más rezagados. Qué convendría hacer en un escenario de mayor caída del riesgo país.

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Larry Fink, CEO de BlackRock, dijo que "hay mejores más seguros para invertir que la Argentina"
Larry Fink, CEO de BlackRock, dijo que "hay mejores más seguros para invertir que la Argentina"

La mejora del clima financiero global también se trasladó al mercado local. El comportamiento más marcado sigue siendo la caída del tipo de cambio, aunque la sensación es que ya estaría cerca de su piso. El dólar libre terminó ayer a $ 149, tras haber tocado $ 195 hace menos de veinte días. Y las acciones tuvieron otra jornada de fuertes subas: YPF ganó más de 17% en Wall Street –a partir de una mejora de su balance en el tercer trimestre- y los bancos subieron en algunos casos más de 9%.

Los bonos, sin embargo, no fueron invitados a la fiesta. Si bien el riesgo país retrocedió desde los niveles máximos de hace diez días, cuando rozó los 1.500 puntos, todavía está lejos de reflejar esta incipiente mejora en las expectativas de los inversores. Ayer este índice finalizó apenas debajo de los 1.350 puntos básicos, casi el mismo nivel del lunes.

Los títulos argentinos están muy lejos aún de las expectativas que había cuando se produjo el canje de deuda. Es el dato que mejor refleja la incertidumbre que aún la mayoría de los inversores expresa sobre la Argentina, más allá de varias semanas con números positivos tanto en lo financiero como desde el punto de vista de la economía real. Pero es evidente que la mayoría de los grandes administradores de cartera ya se quemó demasiadas veces con la Argentina y quieren esperar.

Pensamos que el riesgo país va a comprimir y tranquilamente los bonos argentinos pueden pasar a rendir otra vez 12% anual en dólares (Sabrina Corujo)

Larry Fink, el número uno de BlackRock, que es la principal familia de fondos de inversión del mundo, manifestó la semana que “hay lugares más seguros” para invertir en la región que la Argentina y que la recuperación de la confianza puede “llevar años”.

En este contexto, una buena manera de subirse a una mayor exposición argentina, pero con una perspectiva de mediano plazo, puede ser el mercado de deuda. “Pensamos que el riesgo país va a comprimir y tranquilamente los bonos argentinos pueden pasar a rendir otra vez 12% anual en dólares”, explicó Sabrina Corujo, de Portfolio Personal Inversiones. “En ese escenario cautelosamente optimista –agregó- es preferible posicionarse en bonos del tramo medio de la curva, que son los que más podrían beneficiarse de esa compresión de tasas”. Entre los favoritos aparecen las series AL 2035 y 2038, que serían más atractivos que el AL 2030, que es el que recibirá próximamente el fondo Pimco a cambio de sus títulos en moneda local.

Los principales títulos argentinos cotizan aún por debajo de los USD 40, cuando habían arrancado por encima de los USD 51 a principios de septiembre. El rendimiento de arranque se ubicó cerca del 12%, pero después sufrieron dos meses de bajas casi continuas, hasta llevar a niveles de 16% a 17% anual en dólares. Se trató de un pésimo arranque para la deuda reestructurada.

A los bonos argentinos les cuesta más repuntar que a otros activos. Los grandes fondos internacionales ya tienen grandes cantidades y no quieren seguir acumulando. Y además, al tratarse de papeles con intereses anuales muy bajos, se vuelven poco atractivos para las bancas privadas

Los inversores siguen viendo grandes riesgos de que el Gobierno no pueda pagar la deuda cuando empiece a vencer el capital, a partir de 2024. La caída de la actividad y un elevado déficit ponen en duda que se puedan conseguir los recursos para hacer frente a los pagos comprometidos.

Hay otros condicionantes para la deuda argentina. Los grandes fondos internacionales ya tienen muchos papeles en su poder luego del canje y no están dispuestos a seguir comprando. Esto reduce la cantidad de posibles compradores nuevos, al menos en el corto plazo. Por otra parte, el diseño de los bonos es bastante poco atractivo para inversores minoristas, porque pagan tasas de interés ínfimas al principio y en general muy bajas a lo largo de los años. Al asegurarse pocos intereses anuales, son un producto de escaso interés para las bancas privadas.

Ahora las miradas están puestas en el futuro acuerdo con el FMI. La expectativa es que se llegue a un mayor compromiso por parte del ministro de Economía, Martín Guzmán, para llegar más rápido al equilibrio fiscal e incluso que el año próximo se vaya a una meta de déficit inferior al 4,5% del PBI que figura en el proyecto de Presupuesto 2021.

Por otra parte, si se va a un Acuerdo de Facilidades Extendidas, el Gobierno tendría cuatro años y medio para empezar a devolver el préstamo de USD 44.000 millones, a partir de cuotas semestrales hasta llegar a diez años.

En este escenario, el Gobierno conseguiría ganar tiempo para volver a una senda de crecimiento, en la misma línea de lo acordado con los bonistas que ingresaron al canje de deuda en agosto.

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