En medio del contexto accidentado por la pandemia de coronavirus, River apuesta a llegar a su tercera final de Copa Libertadores consecutiva (ganó la edición 2018 ante Boca y cayó ante Flamengo en 2019). Para ellos, al menos por los dos partidos que le quedan como local en la fase de grupos, oficiará de anfitrión en estadio ajeno: el club llegó a un acuerdo con Independiente de cada a los duelos frente a San Pablo (pautado para el 30 de septiembre) y Liga de Quito (20 de octubre).
La mudanza se debe a que la institución de Núñez dio inicio a un megaplan de obras en el estadio Monumental aprovechando que de acá a fin de año los partidos se disputarán sin público por la crisis del COVID-19. El arreglo es por los encuentros internacionales: todavía no existe confirmación respecto de adónde hará de local el conjunto que dirige Marcelo Gallardo cuando comience la Liga Profesional Argentina.
El Millonario integra el Grupo D, uno de los más parejos hasta el momento: los cuatro equipos (el restante es Binacional de Perú) están igualados en tres puntos, con cuatro cotejos por disputarse. River volverá a jugar por la Copa el próximo jueves 17 de septiembre en Brasil ante el San Pablo.
En los últimos días, al menos desde las especulaciones mediáticas, se habían barajado las alternativas del estadio José Amalfitani de Vélez y el Nuevo Gasómetro de San Lorenzo para que River fuera local. También Defensa y Justicia había ofrecido su escenario de manera gratuita. Pero el acuerdo llegó con Independiente, previa autorización de la Conmebol.
Según el plan de obra en su hogar, la Banda cambiará la totalidad del suelo del campo de juego por un sistema híbrido. Esta combinación (entre un nuevo césped reforzado y un mecanismo de aireación) colocará al Monumental a la vanguardia de las sugerencias de FIFA y Conmebol. La modificación, que estaría lista para comienzos de 2021, “permite ‘engañar’ a las semillas para que no haya que resembrar durante el invierno o verano y todo se mantenga en óptimas condiciones”, le confiaron a Infobae.
Otros dos cambios significativos son que se eliminará la pista de atletismo y se construirá un nuevo túnel único por donde saldrán al campo de juego tanto el equipo local como el visitante. De esta manera, en un futuro, se podría utilizar ese espacio libre para crear plateas, lo que aumentaría la capacidad en el Monumental.
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