Hiperinflación, grieta y un camino al nazismo: las lecciones que dejó la República de Weimar

El libro de Harald Jähner ofrece una mirada profunda sobre los años posteriores a la Gran Guerra, a través de un análisis de la sociedad, cultura y vida cotidiana de una Alemania que buscaba redefinirse en medio del caos

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Libro del día: "Vertigo: The Rise and Fall of Weimar Germany", Harald Jähner
Libro del día: "Vertigo: The Rise and Fall of Weimar Germany", Harald Jähner

En una fría tarde de diciembre de 1918, Berlín se encontraba inmerso en el caos y la desolación. Tras años de guerra, la ciudad era un reflejo de la destrucción material y moral que envolvía a toda Alemania. En este ambiente sombrío, Karl Liebknecht, líder del movimiento Spartakus, pronunciaba un encendido discurso ante una multitud que buscaba respuestas en medio del colapso del Imperio Alemán. “¡La revolución es el único camino!” exclamó Liebknecht con un fervor que resonaba en las calles vacías y bombardeadas. Sin embargo, pocos podían prever que este mismo fervor pronto sería sofocado, y que Alemania se dirigiría hacia uno de los períodos más fascinantes y complejos de su historia: la República de Weimar.

En Vertigo: The Rise and Fall of Weimar Germany (Vértigo: Auge y declive de la Alemania de Weimar), Harald Jähner ofrece una mirada profunda y detallada sobre los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, un período que vio el auge y la caída de la República de Weimar (1918-1933). Este libro no es solo un recuento cronológico de eventos históricos, sino un análisis de la sociedad, cultura y vida cotidiana de una Alemania que buscaba redefinirse en medio del caos.

"Eclipe de sol", de George Grosz
"Eclipe de sol", de George Grosz

Uno de los aspectos más impactantes del libro es la forma en que Jähner ilustra cómo el colapso económico y la hiperinflación de la década de 1920 no sólo destruyó las fortunas de muchas familias alemanas, sino que también moldeó la mentalidad de una nueva generación. Como relata el autor, un estudiante de Heidelberg logró financiar un año de estudios con apenas 50 florines gracias a la volatilidad de la moneda y la especulación bancaria. Mientras los más viejos veían cómo se evaporaban sus ahorros, los jóvenes encontraron formas creativas de sobrevivir en este entorno caótico.

En este contexto de crisis, la República de Weimar se convirtió en un terreno fértil para la experimentación cultural. El Bauhaus, el Dadaísmo, el Cine Expresionista y la música jazz florecieron en un entorno que valoraba la innovación y el rechazo de las viejas normas. Como lo describe Jähner, “el cuerpo impecable y totalmente entrenado se convirtió en una obsesión de la época”. Este culto a la juventud y al cuerpo reflejaba una sociedad que buscaba nuevas formas de expresar su identidad en medio de la inestabilidad.

A medida que las mujeres adoptaban nuevos roles en la sociedad, como en el caso de las “chicas de las máquinas de escribir” que se rebelaban contra los roles tradicionales, la sociedad alemana se enfrentaba a dilemas sobre el género y la moralidad
A medida que las mujeres adoptaban nuevos roles en la sociedad, como en el caso de las “chicas de las máquinas de escribir” que se rebelaban contra los roles tradicionales, la sociedad alemana se enfrentaba a dilemas sobre el género y la moralidad

Sin embargo, la apertura y la permisividad moral que caracterizaron a Weimar también trajeron consigo tensiones profundas. A medida que las mujeres adoptaban nuevos roles en la sociedad, como en el caso de las “chicas de las máquinas de escribir” que se rebelaban contra los roles tradicionales, la sociedad alemana se enfrentaba a dilemas sobre el género y la moralidad. “¿Cuál es nuestra postura sobre las relaciones sexuales?”, se preguntaba una joven secretaria en una carta que encontró el sociólogo Siegfried Kracauer. Estas preguntas reflejaban los cambios profundos que enfrentaba una sociedad que, al mismo tiempo, lidiaba con las secuelas de la guerra y el colapso económico.

Un espejo para el presente

A lo largo del libro, Jähner utiliza anécdotas y episodios históricos para resaltar cómo la República de Weimar, en muchos aspectos, anticipa los dilemas de las sociedades contemporáneas. Desde la creciente urbanización y la aparición de la cultura de masas, hasta el auge del populismo y el autoritarismo, el período de Weimar sirve como un espejo inquietante para el mundo actual. La figura del boxeador Erich Brandl, capturado desnudo frente a la cámara de la fotógrafa Frieda Riess en 1925, es un símbolo de esta era de cambio. La imagen, que provocó una revolución cultural por su representación del cuerpo masculino como objeto, no solo reflejaba el nuevo enfoque sobre la cultura del cuerpo, sino también el deseo de romper con las normas sociales establecidas .

El boxeador Erich Brandl, capturado desnudo frente a la cámara de la fotógrafa Frieda Riess (Das Verborgene Museum)
El boxeador Erich Brandl, capturado desnudo frente a la cámara de la fotógrafa Frieda Riess (Das Verborgene Museum)

Jähner también enfatiza cómo las tensiones políticas y sociales de la República de Weimar terminaron por socavar la frágil democracia alemana. La lucha entre las élites políticas y el populismo emergente, simbolizada por el golpe de estado de 1932 en Prusia, marcó el comienzo del fin para Weimar. La incapacidad de las élites para gestionar las crisis económicas y sociales abrió el camino para que Adolf Hitler y el Partido Nazi tomaran el poder en 1933. Como concluye Jähner, “la democracia se abolió a sí misma”, un recordatorio sombrío de los peligros que enfrenta cualquier sistema político que no logre abordar las necesidades y temores de su población .

La caída de Weimar y las lecciones para el futuro

El final de la República de Weimar es un recordatorio poderoso de cómo una combinación de factores económicos, políticos y sociales puede llevar al colapso de una democracia. A medida que las desigualdades económicas aumentaban y la confianza en las instituciones democráticas se desmoronaba, la tentación del autoritarismo se hizo cada vez más fuerte. Como señala Jähner, muchos alemanes veían en el Partido Nazi una solución a sus problemas, a pesar de los claros indicios de los horrores que seguirían.

Nazi leader Adolf Hitler (1889 - 1945, in car, right) takes the salute as Sturmabteilung (SA) paramilitaries march past in the market square in Weimar, Germany, 13th November 1930. On the far right is Hitler's personal adjutant, Rudolf Hess (1894 - 1987). (Photo by Hulton Archive/Getty Images)
Nazi leader Adolf Hitler (1889 - 1945, in car, right) takes the salute as Sturmabteilung (SA) paramilitaries march past in the market square in Weimar, Germany, 13th November 1930. On the far right is Hitler's personal adjutant, Rudolf Hess (1894 - 1987). (Photo by Hulton Archive/Getty Images)

El relato de Jähner concluye con una imagen que encapsula la tragedia de la República de Weimar: una cena en Potsdam, celebrada poco antes de que Hitler asumiera el poder, en la que las élites intelectuales de Alemania discutían sobre la dirección del país. Mientras algunos abogaban por una resistencia implacable, otros se mostraban resignados a lo inevitable. Esta escena subraya una de las lecciones más importantes del libro: la necesidad de que las democracias enfrenten de manera efectiva las tensiones y desigualdades internas, antes de que estas destruyan el sistema desde adentro.

Al final de su libro, Jähner nos deja con una imagen simbólica: un grupo de jóvenes secretarias que, habiendo llegado desde pequeñas ciudades a Berlín, se encuentran atrapadas entre los valores morales de su pasado y la permisividad de la gran ciudad. Este choque entre el pasado y el presente, entre la tradición y la modernidad, refleja las tensiones más amplias de la República de Weimar y nos invita a reflexionar sobre las tensiones que enfrenta el mundo actual. La historia de Weimar es, en muchos sentidos, una advertencia sobre los peligros de la complacencia y el fracaso para adaptarse a un mundo en constante cambio .

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