Maximiliano Maccarrone es hoy un gran maestro heladero que se crió desde pequeño en la heladería que tenía su papá. Recuerda su infancia jugando entre las máquinas de hacer helado en la heladería de Pinamar llamada "Los primos", donde se cocinaban los gustos en las ollas y junto a sus amigos corrían esquivándolas cada verano.
"Los aromas te van quedando guardados en la memoria y hoy mismo cuando estoy fabricando esos aromas del chocolate o el dulce de leche o el vainilla o el limón se me viene todo a la memoria", rememora Maccarrone en diálogo con Infobae.
"Los recuerdos empiezan a marcar la pasión por esto, a seguir trabajando por la búsqueda de la mejor materia prima seleccionada de tal fruta o para poder llegar a un helado artesanal espectacular y a mí particularmente el recorrer Italia me hizo entender el helado y por qué es el mejor. La maquinaria también influye en el helado, así como la pasión".
"Mi papá a los 17 años cuando vino de Italia empezó a hacer helado con unos italianos. A los 20 ya instaló su propia heladería. Él fue quien me llevó a convertirme en un apasionado por el helado", contó Maximiliano, que en la actualidad forma parte de AFADHYA, la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines, y también, como lo hizo su padre, está al mando de la heladería Podio Helado Genuino, fundada en 1981.
Con su heladería cumplió ya varios sueños. Uno de ellos, llevarle helado al papa Francisco en el año 2014: "Llegamos cuando a él lo habían elegido como Papa. Nosotros competimos en enero del 2014 en Rimini y se nos ocurre que antes de la competencia nos puede recibir el Papa. Tenemos un colega en Netún, a 80 km de Roma, que es un gran amigo que nos presta el lugar para que podamos trabajar, entrenar y preparar las cosas para la competencia de la Copa del Mundo del Helado que se hace en Rimini cada dos años y pedimos la audiencia, nos la dieron y nos recibió el Papa, hicimos un sabor especial que se llama la Crema Di Francesco, que es un sabor especial de crema americana con miel y vainilla y tiene veteada salsa de limón que combina los colores del Vaticano".
"Cuando le hicimos entrega, fue una sensación increíble. Con lo que hace uno, llegar a estar enfrente de un Papa es una satisfacción grandísima. Nos habló muy bien y hasta nos hizo un chiste, que hagamos el gusto 'Don Pedro' para emborrachar un poco", contó entre risas.
En su infancia, su gusto predilecto era el dulce de leche porque se hacía al amanecer con leche fresca, en los años 80. Hoy tiene varios favoritos, entre ellos el pistacho puro, la nocciola, la crema de avellanas y los gustos frutales como la frambuesa.
Del 22 de febrero al 11 de marzo, 30 heladerías porteñas participan del concurso donde los vecinos elegirán cuál es el "Mejor Helado Artesanal de la Ciudad". Y Podio está seleccionada.
—¿Qué significa para vos tener una de las 'Mejores Heladerías de Helado Artesanal de la Ciudad de Buenos Aires'?
—Significa mucho porque me formé para esto. Trabajé mucho, trabajo mucho para tener el mejor producto, generar cosas nuevas de vanguardia. Significa mucha responsabilidad como todo lo que es la gastronomía, sobre todo helado, que lo consumen los chicos, y las heladerías generan satisfacción, la gente viene a pasar un buen momento.
—¿Cómo ves la competencia a nivel nacional?
—Muy bien. Desde la asociación trabajamos muchísimo para que la tradición no se pierda. Los campeonatos hacen que se innove, se hacen cosas que se ven reflejadas en las heladerías. Hago siempre la comparación que un campeonato de helados es como un desfile de modas. Uno ve gustos muy raros que se desprenden de alguna otra cosa y eso está bueno. Nuestro nivel es alto y está dentro de los mejores del mundo, pero lejos está entre los mejores de Latinoamérica por la calidad del helado, por cantidad de heladerías de primera y calidad del producto.
—¿Y con el helado internacional? ¿Estamos para competir con uno de afuera?
—Estamos para competir. Venimos compitiendo y estamos muy cerca, pero es difícil estando tan lejos. Competimos con Italia, Francia, España y Alemania, que ellos están muy cerca y la Copa del Mundo se hace en Italia. A nosotros se nos hace difícil, es un despliegue grande. Ellos llevan sus equipos en camiones que descargan los equipamientos y materia prima y lo que quieran. Nosotros con las valijas se nos hace difícil, estamos lejos. Así y todo hemos tenido a lo largo del tiempo un tercer puesto, y en el 2014 un cuarto puesto. Con Argentina nos ven como una nación fuerte con el helado.
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