Cómo motivar a las niñas y adolescentes a explorar carreras en ciencia, IA y tecnología

La presencia de mujeres en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) sigue siendo limitada. Según la UNESCO, solo el 35 % de las personas que cursan estudios superiores en STEM en todo el mundo son mujeres.

La investigadora María del Pilar Carreón Castro, de la Universidad Nacional Autónoma de México, destaca en un artículo de ONU Mujeres América Latina y Caribe la necesidad de “romper con las tradiciones que impiden que las niñas estudien lo que deseen”. En este contexto, es crucial enseñarles desde pequeñas que tienen un lugar en estas disciplinas.

Las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) se destacan por su capacidad para proporcionar soluciones efectivas. María del Rosario Concha, rectora del Instituto Santa Francisca Romana en Colombia, señala que la esencia de estas disciplinas está en el desarrollo de proyectos reales.

Esto implica enseñar a las jóvenes que los problemas pueden ser resueltos mediante sus habilidades en STEM.

Según ella, “los problemas son oportunidades; todo depende de cómo se redefina un problema para verlo desde una nueva perspectiva”. Concha enfatiza que las estudiantes tienen la capacidad de identificar problemas en su entorno y reconocer consecuencias en su vida diaria. “Desde esta perspectiva investigativa, comienzan a desarrollar soluciones que generen un verdadero impacto”.

La rectora de la institución ejemplificó esta situación con un dispositivo llamado “Biopachas”: un biodigestor que convierte residuos orgánicos en biofertilizante y gas, generando energía limpia.

Este proyecto nació cuando las estudiantes detectaron una deficiente gestión de residuos orgánicos en su área y se preocuparon por el impacto ambiental, que podría resultar en la contaminación del suelo y del agua.

Además del biodigestor, las menores consideraron otras posibles soluciones: economía circular, compostaje, digestor solar de alimentos, etiquetas de vencimiento, contenedores inteligentes y educación.

“La historia está repleta de científicas e investigadoras que han sido clave en el desarrollo de la ciencia y sin embargo, su reconocimiento ha estado a la sombra durante siglos. Este y otros factores han provocado una falta de referentes para las jóvenes que rehúyen estudiar carreras STEM”, señala un reporte de BBVA sobre la brecha de género en estas áreas.

Concha destaca que esta narrativa ha cambiado: ahora las niñas ya no buscan referentes distantes, sino que se sienten inspiradas por sus compañeras de equipo y sus líderes cercanas. “Los referentes empiezan a cambiar. No existe el “quiero ser Steve Jobs” sino un pensamiento de que “estoy desarrollando mi propio potencial.”

“Las estudiantes no se comparan con un modelo masculino que determina hasta donde llegan, sino que se guían de su propio interés”, menciona.

La escasez de mujeres en el sector tecnológico también contribuye a sesgos de género, ya que muchos problemas se abordan exclusivamente desde una perspectiva masculina.

¿Qué soluciones hay? Yolanda González Arechavala, docente de la Universidad Pontificia Comillas, sugiere en el reporte de BBVA que iniciativas como campus tecnológicos, talleres en instituciones educativas y la capacitación de docentes pueden ser efectivas.

Foros como She Is desempeñan un papel crucial en este contexto. En Medellín, Colombia, se celebra un evento con el objetivo de promover el desarrollo sostenible con equidad de género, destacando el impacto potencial de las áreas STEM.

La agenda abordará temas esenciales para la Agenda 2030, como la economía del cuidado, la conservación ambiental, la inclusión financiera, el liderazgo femenino, la educación, el deporte, la salud y la tecnología, todos desde la perspectiva de la equidad de género.

El evento ofrecerá a los asistentes la oportunidad de participar en un conversatorio con Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992 y embajadora de los pueblos indígenas de la UNESCO.