El novio de la soldado de la Armada asesinada en Bahía Blanca pidió un préstamo por $ 260 mil a nombre de la mujer tras el crimen

Avanza la investigación por el femicidio de la soldado voluntaria Agustina Joselie Nadal Herrera (21) y se conocen detalles escalofriantes del crimen. La novedad más reciente, y por la cual la Justicia de Bahía Blanca determinó que Jorge Rojas (23) permanezca detenido con prisión preventiva, devino de un informe bancario de la víctima. Es que se descubrió que, tras el asesinato, el militar manipuló el celular de su pareja, pidió un préstamo a nombre de la mujer y un adelanto de haberes: en total, la cifra alcanza los 275 mil pesos.

El miércoles pasado, Rojas confesó el crimen ante la Policía. Pero para que su relato tuviera validez judicial, el militar debía ratificarlo ante el fiscal de la causa Rodolfo De Lucía. Como se negó a declarar, tras un pedido de la fiscalía, el Juzgado de Garantías N°1 de Bahía Blanca, subrogado por la jueza Natalia Giombi, convirtió la aprehensión en detención y quedó imputado por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”, que tiene como única pena la prisión perpetua.

Según el Ministerio Público Fiscal todo comenzó “el sábado 26 de noviembre, presumiblemente, luego de las 21 y antes de las 3 del día 27, en el interior del domicilio ubicado en Garibaldi 437, Rojas le habría causado la muerte a su pareja de manera intencional al efectuarle múltiples golpes en la cabeza para luego estrangularla causándole la muerte por insuficiencia respiratoria”.

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De acuerdo con la fiscalía, todas estas conductas fueron desplegadas en un contexto de violencia de género basado en una relación desigual de poder entre la víctima y el imputado.

En el marco del expediente, los investigadores sumaron nuevas pruebas de interés. Entre ellas, se destaca un análisis de varias cámaras de seguridad privada en el que se observa cómo Rojas arrastraba el cuerpo de su novia, luego de salir de su casa, ubicada en la calle Garibaldi.

“Sobre las 2.59 horas, Rojas sale de su domicilio arrastrando un objeto que finalmente arroja en el interior de un canasto perteneciente a la empresa prestataria de recolección de residuos, elemento que empuja hasta perderse de vista y que luego regresa a su casa a las 3.58”, señala el informe de la fiscalía.

De la investigación surgió, además, que Rojas habría manipulado el teléfono celular de la víctima para responder mensajes que él le enviaba, situación que se dio en el interior del domicilio de calle Garibaldi donde la joven -o al menos su teléfono celular- aún se encontraba, según los informes de Facebook y WhatsApp.

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También comprobaron que, tras el femicidio, el militar habría sacado un préstamo a nombre de la víctima a través de la aplicación del banco que ella tenía descargada en su teléfono celular “a las 22.09 del día 26 por 260.000 pesos. A las 22.11, ese dinero fue transferido a una cuenta perteneciente a Rojas”, apunta el informe bancario.

“Más tarde, a las 0.32 hizo lo propio solicitando un adelanto de haberes por 15.000 pesos, dinero que a las 0.33 fue transferido a la cuenta propiedad de Rojas”, indicaron.

El paradero de Agustina se desconocía desde el sábado 26 de noviembre tras el partido de Argentina frente a México por el Mundial de fútbol que se disputa en Qatar. Era buscada tras una denuncia debido a que no se había presentado a trabajar en la Base Aeronaval Comandante Espora, donde se desempeñaba como marinero segunda voluntaria. Allí era compañera de Rojas y, desde hace al menos un año, mantenían una relación amorosa.

Según las primeras informaciones, 48 horas después de iniciada la búsqueda, Rojas se presentó en la sede de la comisaría 4ª y confesó el crimen. Dijo que “tras una discusión, mató a su novia para luego colocarla en una bolsa de dormir y posteriormente tirarla en un sector del arroyo Napostá”. Allí, los efectivos la encontraron.

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El cuerpo tenía una camiseta de la selección argentina similar a la que llevaba puesta la mujer el sábado. Se encontraba envuelto en una bolsa de dormir cubierta con una frazada y atada con una soga. El resultado de la autopsia reveló que Agustina murió por estrangulamiento. De acuerdo con lo que se reveló, su fallecimiento se produjo por una “compresión externa de la laringe, lo que produjo interrupción en la ventilación con insuficiencia respiratoria”. Además, tenía moretones en el cuello, en el cráneo y en el rostro.

En un comunicado, la Armada Argentina repudió “todo tipo de conductas y actos de violencia de género” y se puso a disposición de la Justicia para esclarecer el caso.

Con información de Télam

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