Coronavirus: cómo le fue a la Argentina en comparación con otros países con aislamientos prolongados

Después de 147 días de aislamiento, los nuevos contagios y muertes siguen creciendo en forma sostenida y la curva de casos no se aplana

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A horas del anuncio de cómo será la nueva etapa de la cuarentena en el AMBA, Argentina cumple hoy 147 días de la instauración de esta medida el 20 de marzo. Con intermitencias entre las fases en distintos distritos del país, se convirtió ya en la más larga del mundo. Pero que haya sido la más extensa en días, no implica necesariamente que haya sido la más estricta, en especial si los porcentajes de circulación muestran niveles elevados a lo largo del proceso.

El récord de la extensión en la cuarentena coincide con el que parecería ser el pico de nuevos contagios y fallecidos diarios con foco en el AMBA, y un crecimiento de casos también en el resto del país. Los números indican que la curva no solo no se aplana, sino que sigue en ascenso.

Según el parte oficial de anoche, los nuevos casos confirmados fueron 7.498 y los acumulados suman 276.072. En las pasadas dos semanas, el promedio de casos diarios fue de 6.479. En cuanto a las muertes, se produjeron 149 en las últimas 24 horas, por encima del promedio de los 137 decesos por día de los últimos 15 días. Los fallecidos suman ya 5.362.

El crecimiento continuo de contagios sigue teniendo su foco en el Área Metropolitana (AMBA). En las últimas 24 horas se registraron 4.983 nuevos contagios en la Provincia de Buenos Aires, un número similar al promedio de los últimos siete días. Y para CABA, anoche se reportaron 1.200 nuevos casos, en línea con el promedio de 1.087 nuevos casos diarios para la última semana.

La cifra en el distrito porteño, si bien es alta y hubo picos de hasta casi 1.500 nuevos casos por día durante la semana pasada, no alteró el índice de contagiosidad o Número Ro, que sigue estando cercano a 1. Esto implica que cada enfermo de coronavirus contagia solo a una persona o menos. Este es el argumento al que apela Horacio Rodríguez Larreta para avanzar en una mayor flexibilización de actividades. En el ministerio de Salud porteño confían en que la meseta - hoy elevada- podría comenzar a bajar en tres semanas.

El panorama es distinto en la provincia de Buenos Aires. Todavía no está claro si el incremento de nuevos casos diarios de las últimas dos semanas seguirá en aumento, o llegó a su techo. Frente a este panorama, el gobernador Axel Kicillof en su reunión de ayer en Olivos junto al presidente Alberto Fernández y el jefe de gobierno porteño, insistió con la idea de mantener la cuarentena estricta en el Conurbano y que la Ciudad no habilite más actividades. Teme que por una flexibilización aumenten los contagios y el sistema de salud porteño no pueda contenerlos.

Sin embargo, aún con este panorama, no habría consenso unánime en la Provincia para volver a medidas más estrictas, sino mantener la situación actual. “Acá ya no se puede endurecer más la cuarentena, porque no llegamos a diciembre por la situación social. La gente cumple el protocolo. Hay sectores que piensan que si esto se complica más, hay que volver a la Fase uno, salvo que sea un desborde, como lo que ocurrió en España en marzo. En ese caso, sería necesario un gran consenso político y social”, analizó un intendente del cordón sur del conurbano bonaerense que implementó un laboratorio propio en su distrito para poder testear más rápido y aislar a los contactos estrechos.

Los expertos que ayer se reunieron con el Presidente, sin embargo, le aconsejaron dejar de hablar de cuarentena como tal, e ingresar a “una etapa distinta, donde hay que reforzar el mensaje de distanciamiento social y cuidados”.

Qué pasó en otros países

Nuestro país no es el único con medidas de aislamiento prolongado. En duración, le siguen Bolivia con 145 días y Colombia con 142. Las cuarentenas más tempranas fueron las de Italia, Portugal, Paraguay, Dinamarca y España, que comenzaron con las medidas de confinamiento entre el 9 y 15 de marzo pasado. En estos países, los períodos de aislamiento fueron más cortos: Italia y España con 70 días, Paraguay con 53, Dinamarca con 33 y Portugal con 24.

Más allá del período analizado en estos casos, al día de hoy, no hay salidas absolutas de la cuarentena. Según lo ocurrido en cada región o provincia, se dispusieron períodos de aislamiento intermitentes que dependen de la coyuntura de cada semana.

Los casos de Argentina y Colombia permiten una comparación, en principio porque tienen tamaños poblacionales similares: 45 y 49 millones de habitantes respectivamente. Mientras en Argentina hoy tenemos 276.072 casos acumulados, el total en Colombia es de 422.519. Es decir, con una cuarentena de similar duración y tamaños poblacionales similares, este último país registra un 53% más de contagios que el nuestro.

No se podría hacer la misma comparación con Bolivia, ya que tiene menor población: poco más de 11 millones de habitantes. En este caso, se puede analizar la tasa de incidencia, ya que se calcula sobre la misma base poblacional. Según este indicador, Bolivia muestra 837 casos cada 100.000 habitantes; Colombia 848 y Argentina 620.

Y si vemos los muertos por Covid por cada millón de habitantes, Bolivia tiene 4, Colombia 3 y Argentina 2. La tasa de letalidad de nuestro país se viene manteniendo estable, lo que en opinión de los expertos, significa que “se están haciendo cosas bien y que el sistema de salud está respondiendo”.

Las curvas de casos acumulados en Argentina, Colombia y Bolivia fueron exponenciales y siguen en aumento, aunque a distinto ritmo. En el país del altiplano, los contagios crecen a una velocidad más lenta.

Ahora, esto es con relación a los países que tienen cuarentenas similares a la Argentina. Italia y Francia, con cuarentenas de 70 y 54 días respectivamente, lograron disminuir la velocidad de contagios. Y aunque tienen rebrotes, se podría inferir que ya pasaron el pico más agudo de contagios.

En este gráfico arriba se muestra el ritmo de la pandemia en países con cuarentena corta versus países con cuarentenas largas. Se ve cómo mientras los europeos, con cuarentenas más cortas, amesetaron la curva mientras que en Argentina no ocurrió lo mismo. De hecho, según el presidente Alberto Fernández, “estamos en el peor momento”.

El impacto de la cuarentena

Según Valentina Viego, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur que depende del CONICET, el impacto de las cuarentenas sobre la propagación del virus depende de tres factores. El primero es la medida del número reproductivo (Ro) o la tasa de aparición de nuevos casos. El segundo aspecto a tener en cuenta es el porcentaje de cuentapropistas, es decir aquellos que si no trabajan, no tienen ingresos. Y el tercero, el grado con el cual los gobiernos controlan el cumplimiento.

“Esto último es crucial. Si la población percibe poco control comienza a violar las disposiciones. Esto es lo que ocurrió en AMBA a inicios de julio, cuando se volvió a Fase 1. No hubo impacto en circulación y por ende no bajaron los contagios”, sostuvo ante Infobae.

Otro problema asociado al impacto de las cuarentenas es que muchos gobiernos pusieron en marcha diferentes medidas al mismo tiempo: suspensión de clases, aislamiento obligatorio, uso de máscaras, etc. Y cuando se toman estas decisiones en forma simultánea, no es posible analizar el efecto de cada una.

Tasa de positividad

Para Viego, la incidencia está influida por la capacidad de testeo de cada país o región. “Pero cabría preguntarnos si eso nos habilita a comparar la cantidad de tests por millón de habitantes. En realidad, no todavía; la cantidad de test por millón de habitantes puede ser alta por distintos factores”, explicó a Infobae.

Entre esas variables a considerar, distinguió dos. La primera, si hay muchos casos sospechosos, entonces se necesitará testear mucho. Y la segunda es si se testea mucho, aún cuando no haya muchos contagios, como es el caso de Corea, Nueva Zelanda o Islandia. Entonces, esta investigadora advirtió que se debe analizar la tasa de positividad, casos con resultado COVID positivo con relación a test realizados.

“Los países que más han testeado han obtenido tasas de positividad del orden del 10%-15%. Si este porcentaje es mayor quiere decir que se está testeando poco”, consideró.

En Argentina la positividad ronda el 29%. Según Viego, el problema es que los datos de tasa de positividad no se han difundido tanto como otros indicadores, de modo de poder comparar a Argentina con otros países.

Argentina relajó la cuarentena sin haber desarrollado esta capacidad de rastreo, testeo y aislamiento. Se rastrea a los contactos, pero no dentro del lapso de 48 hs, muchas veces no se los testea y no se los aísla adecuadamente. La mayoría de los leves permanecen en sus hogares, pero nadie vigila el aislamiento, más que una llamada diaria por teléfono”, señaló la investigadora.

La salida de cualquier cuarentena -si no se alcanzó lo que se conoce como inmunidad de rebaño- implica la conformación de estos equipos, de lo contrario, los contagios aumentarán”, agregó Viego. La inmunidad de rebaño, también conocida como inmunidad grupal, se da cuando un número suficiente de individuos están protegidos frente a una determinada infección y actúan como una barrera impidiendo que el virus en este caso, contagie a los que no están protegidos.

Cómo se procesó la información

Los datos sobre COVID-19 fueron descargados del repositorio de datos de la Universidad Johns Hopkins.

La fuente de los datos en Argentina es el Ministerio de Salud de la Nación, que mantiene en línea un conjunto de datos abiertos, que se actualizan diariamente a las 18. A esto se suma la carga manual que se hace sobre los partes diarios de nuevos casos y nuevos muertos por provincia.

Para descargar la hoja de cálculo que usamos en la producción de este artículo y sus pestañas con datos mundiales y nacionales, siga este enlace.

Visualizaciones interactivas: Daniela Czibener.

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