Cómo se tomó la decisión de iniciar las negociaciones con el FMI y de que Macri se pusiera al frente de la comunicación

Se discutió el lunes por la tarde en la reunión del gabinete económico, a la que se sumó el Presidente. "Este nivel de crisis no lo vio venir nadie", dijeron en el Gobierno

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"Este nivel de crisis no lo vio venir nadie", reconoció un vocero del Gobierno ante un grupo de periodistas, entre los que estaba Infobae, mientras explicaba el marco en el que Mauricio Macri tomó la decisión de dar un paso contundente en búsqueda de la credibilidad imprescindible para seguir financiando su programa gradualista. 

El pedido de ayuda al FMI se tomó en la reunión de equipo económico que se realizó este lunes por la tarde en Casa Rosada, donde participaron Nicolás Dujovne, Luis Caputo, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, además de Macri y Marcos Peña. Después se sumaron Guillermo Dietricht y Francisco Cabrera, pero la decisión ya estaba tomada.

Entre las diversas opciones para respaldar lo que en el Gobierno se considera "una crisis externa muy poderosa, que impacta especialmente en la Argentina tanto por su déficit como por su historia", un crédito del organismo que comanda Christine Lagarde es el de tasas más bajas y el que tiene la chance de generar confianza en el más corto plazo.

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Fue el ministro de Finanzas el que argumentó a favor de esta opción, y la confianza de que el respaldo llegaría lo más rápido posible, dentro de las normas de la organización. Macri no dudó en tomar ese camino que Caputo recomendó y nada dijo de la decisión que había tomado en la reunión que hubo de la mesa política de Cambiemos. Temía que la información se filtrara a los medios y complicara la negociación que empezaría formalmente hoy por la mañana.

El lunes se acordó la conversación telefónica con Lagarde, que ayer a las 9:30 concretó Dujovne desde Casa Rosada, donde acordó que después del anuncio que realizaría el Gobierno el FMI emitiría un comunicado. Después  le pasó el teléfono a Macri para que cerrara la conversación, garantizando el compromiso de ambas partes en el paso que la Argentina daría horas después.

El Presidente comentó en la reunión de coordinación de Gobierno que se hizo a las 10:30 la decisión que había tomado. Además de Peña, Quintana y Lopetegui, estaban el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.

Allí es donde se terminó de organizar la decisión que había tomado Macri, a saber: él mismo sería quien anunciara el pedido de crédito al Fondo Monetario. Nadie intentó disuadirlo, a pesar del costo que puede tener en su imagen. "Estaba seguro y convencido, lo mejor es que lo transmitiera a la población", aseguró un funcionario que estuvo en ese encuentro.

También se llegó a la conclusión allí de que Macri diera un discurso grabado, corto, y que no lo diera desde el escritorio de su despacho, sino desde la tarima presidencial que está en el Salón Blanco, donde se realizan los actos más importantes del Gobierno.

"Buscamos una imagen sobria, bien institucional", se explicó. El Presidente intervino personalmente con los borradores que le acercó Peña, corrigió algunos términos para hacerlos propios, y dio el ok para que se pasaran los párrafos por el telepromter, que facilita no decir una palabra de más, ni una palabra de menos.

La grabación se hizo a las 12:30 y se esperaba que el discurso durara 4 minutos, pero el Presidente parecía apurado por seguir con sus reuniones, y logró leerlo en 2:40. No hubo necesidad de repetirlo, y ya estaba listo para ser emitido a las 13 por los parámetros satelitales de Presidencia, lo que funcionó -de hecho- como cadena nacional en los medios, ya que el conjunto de la población estaba ansiosa por escucharlo.

Mientras tanto, en otras reuniones se terminaba de organizar la agenda parlamentaria de la semana, donde se da por seguro que el proyecto opositor de tarifas será aprobado en la Cámara de Diputados y no se hará nada para evitarlo. En cambio, se buscará que el peronismo federal brinde un mensaje de gobernabilidad facilitando la votación de leyes que el Gobierno considera importantes en este momento, como la de mercado de capitales (que Caputo pidió en la conferencia de prensa del viernes), de defensa de la competencia y también el convenio firmado con Brasil.

En el Senado habrá otra instancia. El oficialismo hizo las cuentas y considera que necesita todavía 12 votos para bloquear la iniciativa opositora. "O lo bloqueamos o lo vetamos", dijeron en Gobierno, con cierta esperanza de que pueden alcanzar la primera opción, que no parece fácil, pero tampoco imposible.

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