A principios de marzo, la Justicia de Uruguay aceptó extraditar al sindicalista Marcelo Balcedo y a su mujer Paola Fiege, pero determinó que su regreso a la Argentina está supeditado al final del proceso judicial en ese país. Según lo dispuso la jueza especializada en Crimen Organizado, María Helena Mainard, ambos deberán ser juzgados en Uruguay y cumplir con una posible condena, y sus bienes, valuados en 15 millones de dólares, deberán permanecer en el país vecino.
En los últimos días, el representante de la embajada argentina, el abogado Jorge Rodríguez Pereyra, apeló el fallo de la jueza Mainard para que el patrimonio del sindicalista sea trasladado al país al considerar que "esos bienes o dineros incautados fueron producidos por actividades ilícitas en Argentina".
Sin embargo, y de acuerdo con lo que consigna el diario El País, el fiscal uruguayo Enrique Rodríguez contestó el escrito de la representación diplomática argentina en ese país, y afirmó que aún continúa una investigación penal para determinar si Balcedo incurrió o no en un ilícito en Uruguay. Planteó, además, que los bienes incautados están bajo una medida cautelar provisoria.
El ex secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación (SOEME) y su mujer están detenidos desde el 4 de enero por orden del juez Ernesto Kreplak, que luego pidió la extradición, acusado de liderar una asociación ilícita.
En esa causa, ya fue procesado Mauricio Yebra, acusado de ser el testaferro de Balcedo. Hay pruebas de que retiró unos $80 millones de una cuenta bancaria del gremio, entre enero de 2012 y diciembre de 2013. Los movimientos nunca se justificaron y el dinero habría terminado en vehículos, embarcaciones e inmuebles.
Al ser detenido junto con su mujer, Paola Fiege, en una lujosa chacra cerca de Punta del Este, la pareja escondía en una caja fuerte alrededor de medio millón de dólares en efectivo. Además la Policía e Interpol hallaron un arsenal que incluye un rifle de asalto, entre otras armas de fuego, y vehículos de alta gama.
Uno de los autos de lujo que hallaron en su garaje es un Mercedes Benz SLR McLaren plateado (con patente uruguaya), fabricado por la compañía alemana entre 2003 y 2009, con un valor de mercado de casi 500.000 dólares.
La Justicia también secuestró una Ferrari California roja con patente uruguaya. Este modelo icónico de la marca se comenzó a comercializar en 2009 y cuesta unos 200.000 dólares. El sindicalista era dueño, además, de un Chevrolet Camaro SS 2017 (con patente argentina) de color amarillo que la empresa norteamericana vende por cerca de 100.000 dólares. Y de un Porsche 718 Boxster S, que cuesta unos 70.000 dólares.
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