Natalie Perez: "Una es la que decide cuánto puede permitir que un hombre la piropee o la toque”

Hace menos de un año los días de trabajo de Natalie Perez arrancaban a las 6 de la mañana y terminaban alrededor de las 9 de la noche. La grabación de Las Estrellas, la tira diaria de Pol-ka, las campañas y acciones para marcas, notas en revistas y programas de televisión y grabaciones de sus primeras canciones como solista fueron parte del rally de un 2017 que asegura la dejó "regulando alto".

"Terminar con esos días de doce horas te deja en un ritmo difícil de parar: fue un año muy intenso, ¡pero la vida es intensa!", reflexiona. Sin renegar del "duelo" que significó el final del ciclo, hoy se la ve cómoda y contenta con esta etapa de mayor tranquilidad. En plena vuelta a la pantalla, esta vez de la mano de El Host, la comedia que Fox estrena el 22 de agosto y tiene como protagonista a Adrián Suar, Natalie parece decidida a seguir probándose en todos los formatos, ahora una serie musical.

"Me lo propuso Adrián a fines del año pasado y enseguida me cerró: era un mes y medio de grabación, tenía esto del musical que me encanta y era para Fox, que tiene alcance internacional. Además de trabajar con él, ¡Adrián Suar!", dice riéndose. Esta primera ficción de Fox hecha con actores locales para el público argentino se estrenó el 22 de agosto y allí se puede ver a Natalie interpretando a Milagros, la mujer que abandona al protagonista y da inicio a la trama del desamor.

-Vos ya venías de trabajar con Adrián todo el año pasado.

-Sí, pero como jefe no como compañero. ¡Ahora es mi jefe y mi compañero!

-¿Fue difícil el cambio?

-Era más el miedo y lo que yo me imaginaba que lo que realmente sucedió. Él es súper: es laburante, buen compañero, divertido, humilde, muy generoso… ¡fue un placer!

-¿Es divertido?

-A veces uno se hace una imagen de los actores por sus papeles y después nada que ver. En general, eso que uno ve y presiente a través de la pantalla es lo que es. Cuando ves a alguien y decís "no me cae muy bien", lo más probable es que después en persona tampoco te caiga tan bien y lo mismo a la inversa. El caso de Adrián es distinto porque mi miedo era que él es mi jefe, pero es súper buena onda.

-Igualmente, estés en la tele o no, siempre estás expuesta por las redes. ¿Cómo te llevás con eso?

-Me parece que está bueno porque la gente tiene más acceso a lo humano y a la persona, eso me gusta. Te comentan, te dicen cosas y podés responderles. Está buenísimo.

-Pero puede ser un arma de doble filo.

–Responder a todos y leer todos los comentarios es imposible. Si lo hiciera, no tendría tiempo de vivir, además de que no está bueno vivir pensando si estás gorda o flaca o si a alguien le parece que cantás bien o mal.

 -Igual, más allá de lo comercial, lo has usado para apoyar causas como la legalización del aborto…

-Bueno, ese día fue la única vez que recibí muchísimos comentarios negativos. Casi el ciento por ciento, impresionante.

-¿Sentías la presión de manifestarte al respecto?

-No, para nada. Lo hice porque era una movilización de muchas mujeres que estábamos apostando por un sueño y un deseo, y yo soy parte de eso. Me parecía que desde mi lugar de muchísimos seguidores podía hacer un aporte y poner un granito de arena. No hablaba desde lo personal porque yo no creo que elegiría hacerlo, pero sí opino que tiene que ser legal para que las que necesiten o elijan hacerlo lo hagan seguras.

CHAPADA A LA ANTIGUA. Que en 20 años de televisión no haya hecho una sola escena de sexo es toda una declaración de principios. En televisión, en entrevistas y en radio, Natalie se cansó de repetir los motivos personales que la llevan a evitar escenas que hoy son moneda corriente.

Sin miedo al mote de "chapada a la antigua" –que ella misma se puso alguna vez– ni preocupada por las puertas que sus declaraciones puedan cerrar, su carrera y su vida personal transcurren alejadas de todo escándalo y en la tranquilidad de la casa que comparte con Ramiro Gayoso, su pareja –y amigo desde los 3 años–, y su perro.

Sin opiniones políticas o posturas tomadas en los conflictos de colegas, quizás fue ese contraste el que hizo que su decisión de alzar la voz en pleno debate de diputados desconcertara tanto a la opinión pública.

"Yo no estoy a favor del feminismo que se deja pelos en los sobacos, ni del que odia al hombre, yo estoy a favor del feminismo que persigue la igualdad de derechos", aclara.

-¿Vos creés que existe ese feminismo antihombre?

 -Yo estoy un poco confundida con lo que es el feminismo porque también veo diferentes olas. Creo que a veces las palabras feminismo y machismo no ayudan y dar tanto lugar a los géneros no me gusta. Yo creo en la igualdad, pero quizás sea que no tuve malas experiencias y me cuesta verlo.

-¿Nunca sentiste que ser mujer te pusiera en una condición de desventaja?

-No, y si lo sentí, en el momento me planté y dije lo que pensaba o me puse en el lugar que me correspondía. También una es la que decide cuánto se deja pasar por encima y cuánto puede permitir que un hombre la pase por encima, la piropee o la toque.

-¿Laburando nunca te pasó?

-No, y si me pasó en el momento dije "¡ey!, hasta acá".

-Pero si tuviste que decirlo fue porque pasó.

-No llegó a pasar. Nunca me pasó nada porque creo también yo soy una mina un poco distante. La única vez que algo me hizo ruido, paré ahí en seco. Capaz que tuvo que ver con que estamos todas con la alarma prendida, ¡y está bien! Después lo hablamos y quedó todo más que bien. Para mí tiene que ser así.

Agradecemos a: Casa Sur Palermo, Roma Renom, Grimoldi, Cachetona Accesorios, Uma, Reebok. Maquilló: Camila Medina @camm.makeup. Peinó: Walter Pampín para Vardo Management.

Textos: Lucía Benegas (lbenegas@atlantida.com.ar) Fotos: Maxi Vernazza. Producción: Pilar Resta.

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