En diálogo con Movant Connection, Florencia comparte detalles de los procesos de importación de neumáticos de diversas gamas, desde los que utilizan los autos particulares, hasta los de las maquinarias mineras y las grúas portuarias.
¿Qué particularidades tiene la logística internacional del rubro de los neumáticos?
Una particularidad importante de este rubro es la manipulación de los neumáticos, que en algunos casos son de gran tamaño por lo que suele ser de lo más complicado. Para eso, es necesario contar con personal especializado que conozca bien sus particularidades y cómo manejarlos para evitar dañarlos.
Este tipo de neumáticos en particular, son los que se usan en maquinaria agrícola o camiones vinculados a los ingenios azucareros, especialmente en tareas como la cosecha de la caña de azúcar. Los neumáticos forestales, por su parte, son mucho más robustos, diseñados para resistir cortes gracias a los cinturones de acero que los refuerzan, lo que les permite durar más en condiciones de trabajo tan exigentes.
Ahora, por ejemplo, estoy gestionando un contenedor desde Brasil con neumáticos forestales enormes, de los que sólo entran 19 en un contenedor High Cube de 40 pies.
Por otra parte, es un rubro en el que es necesario estar muy atento a que los productos cumplan con todas las certificaciones, porque sin eso no se puede hacer la Certificación de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS). Este es un tema sensible, porque los errores relacionados al CHAS pueden generar grandes demoras y, como consecuencia, salir muy caros.
Por suerte, hoy en día, está mucho más agilizado ese proceso de certificación pero el año pasado los trámites tardaban muchísimo y eso te podía llevar a, incluso, tener que parar la carga porque no te salía el certificado.
¿Qué análisis hacés del actual estado del comercio exterior en Argentina y, en particular, de la industria de los neumáticos?
El comercio exterior viene de un par de años complejos y, entre octubre de 2023 y principios de este año, hubo un bache importante. El año pasado fue muy difícil, hubo varios factores que impactaron en los procesos de importación y afectaron a todos los rubros. Como consecuencia, Argentina quedó en una posición muy desfavorable frente a otros países que le compran, por ejemplo, a China.
Eso se debe a que, por ejemplo, uno prometía pagos porque salía una noticia que indicaba que se iba a poder pagar pero después finalmente no se podía. En ese marco, era muy difícil expresarle al proveedor la situación que uno estaba viviendo, y para ellos era también difícil de entender, porque nosotros podíamos pagar pero el país no nos dejaba sacar las divisas. Llega un momento en que el proveedor deja de creer lo que vos le estás diciendo.
En el caso particular de este rubro, a esas dificultades generales, se sumaron las demoras en los procesos de certificación y la decisión de algunos proveedores de posponer las entregas a causa de las complicaciones que había para pagar las importaciones.
Sin embargo, hoy en día, el volumen de productos que se comercializan está repuntando por las flexibilizaciones que se están implementando. Esos cambios benefician mucho al comercio exterior e impulsan a que las empresas puedan mejorar.
¿Qué creés que falta optimizar para alcanzar el máximo potencial del comercio exterior argentino?
Espero que se sigan desburocratizando los procesos vinculados al comercio exterior, que desaparezca el Impuesto PAIS y que sigan dando beneficios al sector de los neumáticos, que por muchos años estuvo muy castigado.
También se debería mejorar mucho el tema de los pagos y apuntar a volver a generar esa credibilidad que perdimos en el último tiempo. Ese es el camino para volver a ubicarnos en el lugar donde Argentina estuvo hace unos cuantos años atrás.
Y, obviamente, volver a generar esa credibilidad en el exterior que perdimos en el último tiempo, para lo que debemos mejorar mucho el tema de los pagos.
También, de cara al futuro del país, sería muy importante que, así como se están flexibilizando los procesos para las importaciones, que se promuevan mayores inversiones, por ejemplo, en caminos para que la movilidad terrestre sea más fluida, en mejorar las terminales portuarias para que las importaciones no se frenen. Esperemos que todos esos eslabones que hacen al comercio exterior de Argentina puedan crecer, para que en un futuro podamos tener el orgullo de compararnos con otros grandes países del mundo.