Análisis de Live A Live, un clásico japonés que vuelve 30 años después de su lanzamiento

En el año 1994, Live A Live se hizo su lugar entre los fanáticos de los JRPG, inmediatamente en el mismo momento que estaban Chrono Trigger y Final Fantasy surfeando la cresta de la ola del gaming. Por aquel entonces, Square Enix se hacía llamar Squaresoft y se dedicaba específicamente a desarrollar videojuegos con características semejantes entre todas sus obras. Hablamos de títulos con varias historias paralelas, muchos personajes entrañables y mapas que, a pesar de las limitaciones tecnológicas y gráficas, hacían sentir al usuario que estaban en mundos inmensos.

Hoy -a mitad del año 2022- tenemos una versión modernizada de este galardonado HD-2D con exclusividad en Nintendo Switch. Live A Live es una mezcla llamativa de ideas que convergen en un producto irrepetible. Su game design fue una revolución en su momento, con un impacto tan destacado que muchos otros proyectos decidieron tomar inspiración, como el soberbio y actual Octopath Traveler.

El planteo de dividir el juego en capítulos les brindó a los desarrolladores la posibilidad de explorar varias alternativas argumentales. El jugador podrá viajar a la prehistoria con historias ancestrales, al futuro cercano, al futuro lejano, al viejo oeste o China medieval y otros más. Si bien estas pequeñas esferas narrativas estaban bien cuidadas, en los ‘90 inevitablemente arrastraron algunas críticas negativas por la ausencia de profundidad en algunos puntos que ya estaban ampliamente trabajadas en otros competidores contemporáneos. No obstante, era indiscutible que su fórmula RPG estaba bien planteada, ya sea con progresión de niveles y estadísticas, premiación de objetos a través de la exploración o quests secundarias, y más.

El remake de este año vuelve a contar los mismos siete relatos de los protagonistas originales con una actualización técnica que se siente muy cómoda. Con respecto a la inmersión, gran parte del crédito se lo llevan los reconocidos actores y actrices de voz que le han dado vida a cada uno de los queribles personajes, incluso al robot futurista cuya historia se ubica en una gigantesca nave espacial.

El combate es un punto fuerte dentro de esta experiencia jugable. Tiene un sistema táctico de 7x7 casillas en tiempo real que se diferencia de otros -como Triangle Strategy- ya que los enemigos no esperarán a que tomes una decisión, más aún si la dificultad escogida es la opción más alta.

Live A Live es una carta de amor para los fans del pixel art y las buenas bandas sonoras. Estéticamente se suma al repertorio de juegos 2D que también aprovechan ciertos momentos para darle un poco más de profundidad al campo visual. La musicalización está a cargo del mismo equipo que produjo algunos Final Fantasy y Kingdom Hearts.

Los siete relatos no son muy extensos y, más allá de las diferencias espacio-temporales entre sí, cada una de estas aventuras te transmitirá una sensación única y muy agradable. Cabe destacar que hay un final definitivo que solo será desbloqueable al terminar los cuentos individuales. Recomendamos con mucho entusiasmo llegar a este punto, dado que la sorpresa será muy gratificante.

Para los jugadores occidentales, Live A Live está haciendo su debut oficialmente en las tiendas de Nintendo. En la eShop de Switch podrás descargar una demo gratuita si aún estás con dudas de adquirirlo, aunque si te gustan los juegos casuales y descontracturados, podemos asegurar que entre sus siete narraciones tendrás una producto del que no te arrepentirás.

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