La asombrosa vida de Miguel Najdorf, el ajedrecista argentino más grande de todos los tiempos

Gabriel Siegel cuenta en primera persona el momento en que descubrió la vida del famoso ajedrecista y cómo la fascinación que le produjo lo llevó a contarla en su novela "La primera vida de Miguel Najdorf".

Compartir
Compartir articulo

Por Gabriel Siegel.

Miguel Najdorf era admirado por Bobby Fisher y Garry Kasparov, entre otros.
Miguel Najdorf era admirado por Bobby Fisher y Garry Kasparov, entre otros.

La historia de Miguel Najdorf me llegó como un comentario en medio de una conversación y quedé inmediatamente fascinado. Durante años rondó en mi cabeza hasta que decidí escribirla. La proeza de este personaje y las circunstancias que la motivaron son un argumento cinematográfico. Aún hoy me cuesta creer que nadie la haya escrito antes.

No se me ocurre otra forma de contarla que no sea a través de un thriller. Por eso es muy difícil explicar la dimensión de la hazaña de este personaje sin develar el misterio.

Aunque apenas sé jugar al ajedrez, desde chico sabía que Miguel Najdorf había sido un ajedrecista argentino famoso a nivel internacional. Cuando emprendí la investigación me encontré con un personaje exuberante y genial que me cautivó de inmediato. El derrotero de su vida fue relatado por su hija Liliana en Najdorf x Najdorf. De ese libro obtuve un sinnúmero de anécdotas que ensamblé junto con otras como un rompecabezas para armar esta novela. Sin embargo Liliana fue coprotagonista de su segunda vida, la del personaje exitoso que representó a Argentina en once olimpíadas de Ajedrez, protagonista principal de la era dorada del ajedrez argentino, que por su talento fue admirado por Bobby Fisher y Garry Kasparov, la personalidad que era buscada para enfrentarse a través del tablero con Winston Churchill, Nikita Khrushchev, el Che Guevara o el sha de Irán, entre otros.

Pero la historia que quería contar era otra: la de la primera vida de quien decía haber nacido dos veces. La que se inició en Polonia en el período de entreguerras, en el seno de una familia judía y que se convirtió en odisea cuando la carrera deportiva lo trajo hasta la Argentina mientras el nazismo asolaba a Europa, dejándolo aislado y sin otro recurso que el ajedrez para hacer frente a las circunstancias más terribles que puede soportar una persona.

“La primera vida de Miguel Najdorf”, de Gabriel Siegel
“La primera vida de Miguel Najdorf”, de Gabriel Siegel

Durante la investigación histórica me encontré con una Buenos Aires en esplendor, sede de las olimpíadas de ajedrez de 1939 que atraían tanto público que obligaba a cortar el tráfico en avenida Corrientes. Una ciudad colmada de cafés donde el juego ciencia hacía furor.

Esta historia de vida ya podría dar lugar a una novela pero Najdorf no era una persona común y su desesperación lo llevó a cumplir una hazaña que quedaría en la historia. Esta hazaña en si misma merece ser contada, pero que la haya alcanzado bajo esas circunstancias la convierte en una de las más conmovedoras que conozco.

Así fue como me encontré con una trama tan increíble que decidí escribirla sin alterar los hechos, para no dar lugar a que se ponga en duda su veracidad. Hilvané anécdotas, sucesos históricos y contextualizaciones para ensamblarla sin alteraciones, intentando relatarla desde la particular mirada de una persona absolutamente singular.

Gabriel Siegel
Gabriel Siegel

Durante el trayecto que recorrí en la escritura de este libro me crucé con varias personas que se declaraban admiradores de Najdorf, o que sus padres lo habían sido; incluso algunos que no sabían de ajedrez, reacciones que despiertan personalidades tan grandes que trascienden a su especialidad. También nos da dimensión de la grandeza de este personaje el hecho de haber sido velado y sepultado con guardia de honor del regimiento de Patricios. Hasta donde sé, fue la única vez que el Ejército Argentino entró en forma oficial a un cementerio judío.

Me propuse con este libro devolver a la memoria colectiva al genial Miguel Najdorf, una celebridad que inexplicablemente hemos ido dejando caer en el olvido. Durante el trabajo de investigación y escritura, Don Miguel me regaló, veinte años después de su muerte, incontables anécdotas y me mostró un submundo asombroso. Su vida de trotamunmdos me transportó a diferentes lugares y me mostró otra época. Mikel, el chico polaco, que a la fuerza se adaptó a este país hasta convertirse en Miguel, me asombró, conmovió y divirtió. Espero haberle hecho el honor que se merece.

LEER MÁS: