Los anuncios alentaron la demanda de dólares: el mercado cree que la divisa llegará a $45 a fin de año

La reacción del mercado el día después del acuerdo con el FMI, no sorprendió a los operadores. Cuando escucharon las nuevas medidas, enseguida detectaron que ahora el mercado sería lo más parecido a apostar con el diario del día siguiente. Que anuncien un piso y un techo para el dólar, es anecdótico, porque hoy lo que miran ahorristas e inversores, es el techo. "Nadie ve un dólar a treinta y cuatro pesos, en cambio sí lo ven por encima de cuarenta y cerca de cincuenta a fin de año", señaló un operador.

Por supuesto, apenas abrió el mercado predominaron los compradores. En bancos y casas de cambio cerró a $40,53, un valor que representa un alza de $ 1,10 (+2,76%). El "blue" subió 50 centavos a $38,50 con escasa demanda.

En la plaza mayorista, sin la intervención del Banco Central, se negociaron USD 365 millones. El dólar "hoy" abrió a $40,15 y enmudeció a los operadores. A las 10.45 se hizo la primera transacción importante a $39,35, pero las compras lo elevaron al cierre a $39,735, un alza de $1,19.

A futuro pagaban lo que pedían y el dólar crecía minuto a minuto; fin de año cerró a casi $45. El viernes se pagaba a $41,70. Pese a que hubo rumores de que el Banco Central intervino, los operadores más experimentados no lo vieron aparecer por ninguno de los plazos.

Las últimas reglamentaciones del Rofex, la plazas de futuros más concurrida, duplicaron las garantías para operar y le mermaron el crédito a los jugadores. Si no hubiera existido ese impedimento, el mercado de futuros podría haber negociado montos récord.

Pero la adversidad del dólar, fue largamente compensada por la fuerte suba de los bonos. Al Banco Central le importaba más bajar el riesgo país, porque es una señal de que los inversores ven improbable el default. Para la nueva conducción este fue el dato relevante. Hubiera sido grave que los bonos bajaran, aunque el dólar también siguiera ese camino. Pero esta vez los bonos subieron más que el billete.

Por caso, el Bonar 2024, que es el título en dólares de referencia, creció 4,26%. El Bonar 2019, el más atractivo por la proximidad de su vencimiento, anotó un alza de 3,20% y el Discount en dólares con ley argentina que vence en 2033, aumentó 3,74%. La baja de la tasa del Bono Norteamericano a 10 años a 3,05%, hizo que el riesgo país de la Argentina retrocediera 3,91% y perforara el piso de los 600 puntos para cerrar en 590. Este número es el que el gobierno e inversores siguen con más atención.

A todo esto, las reservas del Banco Central perdieron USD 18 millones a 49.551 millones. La caída del euro y de la libra esterlina, hicieron que se perdieran 90 millones. El único pago al exterior fue a Brasil por USD 4 millones.

La Bolsa comenzó con euforia, pero con el correr de las horas, fue una excusa para que varios inversores se fueran del mercado. A las 11.30, el índice Merval de las acciones líderes alcanzó su cumbre de 3,50%. A partir de allí comenzó una baja violenta que lo llevó a cerrar 0,86% abajo. Los negocios por $1.255 millones -un volumen importante- mostró la aversión al riesgo de los inversores.

El papel que más subió fue Petrobras (+7,83%), pero fueron por razones ajenas a la suba del petróleo. La petrolera acordó una multa de USD 853 millones para que la justicia norteamericana deje de investigarla. Para los inversores, fue un arreglo excelente, porque las consecuencias económicas, si se llegaba al final de la causa, podrían ser inconmensurables. Aluar (+3,10%) fue el otro papel que hizo una buena diferencia. Las caídas más fuertes las padecieron las entidades financieras. Grupo Valores bajó 5,69%; Supervielle, 5,42% y Galicia, 5,04%.

Los ADR's argentinos que cotizan en dólares en Wall Street y son certificados de tenencias de acciones, tuvieron bajas casi generalizadas. Salvo tres acciones -Mercado Libre (+2,82%), Transportadora Gas del Sur (+0,37%) y Despegar (+0,18%)- el resto anotó pérdidas. Banco Supervielle se derrumbó 8,60% y Grupo financiero Galicia cayó 7,79%.

Si bien las medidas contaron con una demostrativa adhesión de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), los economistas las consideran insuficientes. Nadie cree que la economía se soluciona bajando el déficit fiscal, el dólar y la inflación. Faltan medidas de reforma profunda para evitar que el ajuste sea algo cotidiano en la vida de los argentinos.

"Esta fórmula es como tener a un enfermo afiebrado y como único recurso ponerlo en una bañera de hielo para bajarle la temperatura y cuando llega al nivel deseado de 37 grados decir que está curado, cuando no se investigó y corrigió el mal que dio lugar a la fiebre", señaló un economista que pidió que su declaración sea off the record. En el mercado hablan de reforma laboral, de modificación de la organización sindical y de una reforma tributaria que alivie los costos, por ejemplo.

Un empresario que tiene una flota de remolcadores, contaba que hace dos años compró un remolcador nuevo en China. Cuatro tripulantes chinos cruzaron océanos y mares para traerlo al puerto de Buenos aires. Al poco tiempo, el remolcador fue pedido para hacer una tarea en Mar del Plata. Por convenio laboral, ocho tripulantes llevaron la nave hasta la costa atlántica. "Cada vez que uno intenta dialogar con los sindicatos para hacer lo que hace el mundo, enseguida nos preguntan si queremos mano de obra esclava. Y no quieren reconocer que Chile, Brasil y otros países han encarado sus reformas laborales pensando en un mundo globalizado", describió.

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