Los bonos nuevos están, pero recién el lunes alcanzarán a operar con fluidez cuando se completen las distintas emisiones. Mientras tanto, el Banco Central pierde aceleradamente reservas. Entre el mercado oficial mayorista y el dólar ahorro, se le fueron USD 130 millones, aunque las reservas marquen un retroceso de apenas USD 5 millones a 42.639 millones. Esto se debe a que dentro de los compradores del cupo de USD 200, solo un porcentaje corresponde a vendedores furtivos que mantienen los dólares 24 o 48 horas en su cuenta. El resto, espera mejores precios de la plaza marginal para vender y los mantiene en sus cuentas o cajas de ahorro, alimentando los encajes que los bancos hacen en el Banco Central. Por eso, en los primeros 10 días del mes, los depósitos en dólares crecen y maquillan la salida de reservas. Cabe destacar que los encajes no son de libre disponibilidad, pero se suman al monto de reservas brutas.
Los bonos debutaron en uno de los peores momentos. A la conmoción política interna por la protesta policial, se sumaron el derrumbe de las acciones tecnológicas en Nueva York que cayeron hasta 22%, el traspié del laboratorio Astra Zéneca que hizo perder a sus acciones 7% de su valor por las dudas que hay sobre la vacuna y la nueva caída del petróleo. Por supuesto, en este escenario no hubo interés por la renta fija argentina.
Por eso la cotización de los bonos, ligeramente por debajo de la paridad con que nacieron, se considera satisfactoria y su rendimiento se aproxima a 11%. Pero nada es absoluto cuando el monto de negocios no es elevado. Los precios, al no tener la sustentabilidad que le da el cambio de manos de los bonos, no son representativos.
Los bonos deberán esperar al menos una semana para enfrentar a un jurado más amplio que devele cuál es el precio real de los títulos que se emitieron tras el default. De hecho, JP Morgan no los incorporó al indicador Embi+ que mide el riesgo país porque no hay precios representativos.
Lo más notable pasó por el dólar “blue” o libre que, con operaciones concretas, subió $ 1 a 132. En cambio, los dólares alternativos ante la falta de bonos, casi no operaron. Por eso el dólar Bolsa o MEP bajó $ 1,43 (-1,2%) a $ 116,41 y el contado con liquidación se derrumbó $ 6,56 (-5,2%) a $ 119,32. El error del Gobierno es creer que si baja los dólares alternativos desalentará la compra del “blue”. Los compradores del “blue” son distintos y tienen otras necesidades.
En bancos y casas de cambio, el dólar se ajustó apenas 7 centavos y cerró en $ 79,02 y elevó el precio del demandado dólar ahorro a $ 102.05.
En la plaza mayorista el monto de operaciones aumentó a USD 232 millones, respecto al bajo volumen del lunes que padeció el feriado de Estados Unidos. El problema es que el Banco Central tuvo que vender USD 80 millones para satisfacer la demanda de importadores y de empresas que tienen deudas con el exterior, porque los exportadores siguieron ausentes. El precio de la divisa subió 27 centavos a $ 74,71.
La Bolsa con negocios por $ 783 millones, dio vuelta una rueda que pudo terminar en debacle. En el peor momento del día, a las 11.34, el S&P Merval, el índice de las líderes, perdía 2,72% y comenzó una escalada de la mano de los cazadores de oportunidades que lo llevó a cerrar en -0,46%,
Los papeles de mejor comportamiento fueron CableVisión (+4,64%), BYMA (+4,45%) y Transener (+4,31%). Las caídas más importantes correspondieron a Transportadora Gas del Norte (-3,52%), Edenor (-2,93%) y Mirgor (-2,31%).
Los ADR’s –certificados de tenencia de acciones que cotizan en las bolsas de Nueva York- tuvieron un comportamiento mixto. Entre las subas se destacaron Loma Negra (+2,7%) y Banco Supervielle (+2%).
Para hoy se espera otra rueda de escaso volumen, donde el dólar seguirá siendo el objeto del deseo. Los últimos acontecimientos políticos protagonizados por las protestas de la policía bonaerense, la adhesión del servicio penitenciario, más la obstrucción del ingreso de Lázaro Báez a su lugar de detención domiciliaria y las señales de que las reacciones de las fuerzas de seguridad se replicarán en otras provincias, sacudió al Gobierno que no encuentra respuesta a la situación. En el fin de semana, interrumpieron su andar triunfante por la sanción de las leyes más deseadas. Los mercados observaron esa conmoción política que anticipa renuncias y eligieron al dólar como refugio.
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