Con la candidatura de Béliz al BID, Alberto Fernández quiere ganar peso en la discusión de la agenda regional y de los créditos para América Latina

El organismo es la principal fuente crediticia de la región. Pero la aritmética del voto por países no parece favorable a la aspiración argentina, a menos que se produzca un toma y daca regional

Compartir
Compartir articulo
El presidente Alberto Fernández y Gustavo Béliz, en su jura como secretario de Asuntos Estratégicos (Gustavo Gavotti)
El presidente Alberto Fernández y Gustavo Béliz, en su jura como secretario de Asuntos Estratégicos (Gustavo Gavotti)

Por una comunicación del gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador, se confirmó que el secretario de Asuntos Estratégicos de la Argentina, Gustavo Béliz, es uno de los candidatos a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde ya trabajó en Washington durante cinco años y, luego, radicado en Uruguay, llegó a presidir el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal), una de las subagencias del ente regional.

La candidatura argentina es hasta cierto punto una “herencia” del macrismo, pues a fines de 2018, en el marco de las charlas bilaterales en el marco de la reunión del G-20 que tuvo lugar en Buenos Aires, el entonces presidente Mauricio Macri había acordado con Donald Trump el respaldo de EEUU a la candidatura de Rogelio Frigerio.

Luego de las elecciones argentinas, el gobierno de Trump no informó ningún cambio de postura acerca de si votaría a favor del candidato de la Argentina, que con Alberto Fernández como presidente pasó a ser Gustavo Béliz.

La cuestión se decidirá en octubre, cuando expira el tercer mandato quinquenal del colombiano Luis Alberto Moreno, que preside el BID desde 2005.

Para “colocar” a Béliz en el BID el gobierno necesita algún tipo de acuerdo con Estados Unidos. La posición sobre Venezuela y la reelección (o no) del uruguayo Luis Almagro como secretario general de la OEA son las discrepancias más importantes entre Washington y Buenos Aires.

Cuando Alberto Fernández se reunió en México con López Obrador, acordaron bajarle peso geopolítico al llamado “Grupo de Lima” y en una reciente reunión de Celac, el canciller argentino, Felipe Solá, acordó con su par de México el apoyo de ese país al candidato argentino.

A fines de 2018, Macri había conseguido el apoyo del gobierno de Trump para que Rogelio Frigerio presida el BID. Altri tempi.
A fines de 2018, Macri había conseguido el apoyo del gobierno de Trump para que Rogelio Frigerio presida el BID. Altri tempi.

Béliz está acompañando la gira del presidente Alberto Fernández por Europa, en busca del apoyo de Alemania, España, Francia e Italia a la renegociación de la deuda argentina con el FMI y la restructuración de la deuda con los bonistas privados. Esos países suman el 14,3% del voto en el directorio del FMI, poco más de un par de puntos por debajo del 16,5% del poder de voto que detenta Estados Unidos, el principal aportante de fondos al organismo multilateral.

El principal prestamista

El BID es la principal fuente de crédito para América Latina: supera al Banco Mundial (ambas entidades prestan fondos “de desarrollo”) y, en la mayoría de los años, al propio FMI, cuyos préstamos son para situaciones de stress macroeconómico y de plazos de repago más cortos que los del BID, que tienen plazos amplios y sin las odiosas condicionalidades” que acompañan los acuerdos con el Fondo.

Pero la aritmética del organismo y las cuestiones de política latinoamericana pueden complicar la postulación de Béliz. Allí, EEUU, Brasil y la Unión Europea suman, por sí solos, el 51% de los votos del organismo. A diferencia del FMI, en el BID Estados Unidos tiene el 30% del poder de voto. Le siguen la Argentina y Brasil, con 11% cada uno, la Unión Europea (10%), México (7%), Japón (5%) y Venezuela y Canadá (4% cada uno).

La enumeración luce extraña, al punto de incluir un bloque (la UE) y un país (Japón) ajenos a lo “interamericano”. Sucede que el BID, al tener como miembros de origen una mayoría de países en desarrollo, buscó ampliar su base de capital sumando socios extra-regionales con intereses en la región, que aportan capital a condición de tener voz en la agenda regional. De ahí la presencia de 16 países europeos, 3 asiáticos (China, Japón y Corea del Sur) e Israel. De los 48 miembros de la organización, 26 son “prestatarios” (es decir, receptores de crédito) y 22 son “prestamistas”.

El colombiano Luis Alberto Moreno preside el BID desde el año 2005. En sus 60 años de historia, el ente regional tuvo sólo 4 presidentes
/Arnd Wiegmann
El colombiano Luis Alberto Moreno preside el BID desde el año 2005. En sus 60 años de historia, el ente regional tuvo sólo 4 presidentes /Arnd Wiegmann

También el peso relativo de los países resulta llamativo: la Argentina igualada con Brasil y por sobre México y miembros extraregionales como la UE y Japón, amén de la paridad entre Venezuela y Canadá.

De vuelta, la explicación es histórica: el BID fue creado en 1959, en plena guerra fría, como pata “desarrollista” del “sistema interamericano”, cuyo vértice es la OEA, creada en 1947, al año siguiente del fin de la segunda guerra mundial. En 1959 la economía argentina era, de hecho, tan o más grande que la brasileña, y la venezolana empardaba la canadiense.

La cuestión, además, se entrelaza con la política regional: Estados Unidos aspira a la reelección de Almagro en la OEA, con la que Argentina y México no están de acuerdo, lo que podría dar lugar a enfrentamientos políticos ..... o a algún toma y daca regional.

El BID tiene un capital de 170.000 millones de dólares y su volumen de préstamos se movió en la última década en la cercanía de los 15.000 millones de dólares anuales. Para la Argentina, la cartera “activa” se compone de 65 operaciones por un total de US$ 10 mil millones de los cuales, según el actual presidente, Luis Alberto Moreno, le dijo a Alberto Fernández, quedan 6.000 millones por desembolsar.

Béliz, además, se ganaría una posición casi vitalicia. En sus 60 años de historia, el BID tuvo sólo cuatro presidentes: el chileno Felipe Herrera, el mexicano Antonio Ortiz Mena, el uruguayo (nacido en España) Enrique Iglesias y el colombiano Moreno.

Seguí leyendo: