Amenazas, facas y fuego: Independiente Rivadavia- Atlanta se suspendió a los cinco minutos por los violentos incidentes que protagonizó la barra local

El partido entre Independiente Rivadavia de Mendoza y Atlanta, válido por la fecha número 16° de la Primera Nacional, fue suspendido a los cinco minutos del primer tiempo a raíz de los violentos incidentes que se registraron en las tribunas. El encuentro marcaba la vuelta a la actividad de los dos equipos luego del receso de verano.

Las acciones aún no habían llegado a ganar en intensidad cuando el árbitro Leandro Rey Hilfer se vio obligado a parar el juego por lo que estaba ocurriendo en una de las cabeceras. Las imágenes de la televisión mostraron como varios integrantes de la barra local entraron al estadio con fierros y facas, y comenzaron a amenazar al resto de los espectadores.

Encapuchados y con sus rostros tapados, los violentos causaron desmanes y corridas en la popular. Luego de una espera de 15 minutos, las autoridades decidieron suspender el partido. Fue en ese momento cuando los barras comenzaron a prender fuego en la tribuna.

“La policía no está en condiciones de garantizar la seguridad”, comunicó Atlanta a través de sus redes sociales. Lo mismo hizo minutos más tarde el conjunto local. Aún no se sabe cuándo ni dónde se jugarán los 85 minutos que quedaban por disputarse.

Cabe recordar que, a raíz de los problemas causados por una inesperada reprogramación de su vuelo, el plantel de Atlanta debió cambiar sus planes de viaje a último momento. El plantel del Bohemio se trasladó a Mendoza en micro durante la noche del viernes.

El equipo de Villa Crespo llegaba a Cuyo con el objetivo de recuperar la cima de la Zona A del certamen. Los dirigidos por Fabián Lisa (reemplazante de Alejandro Orfila, que se fue a Defensor Sporting de Uruguay) tienen 28 puntos y están uno por debajo de Estudiantes de Buenos Aires, el actual líder. El presente de Independiente Rivadavia, en cambio, es muy distinto: tiene solo 18 unidades y se ubica en las últimas posiciones. Los mendocinos, que tienen a Matías Minich como DT, están obligados a mejorar su desempeño para no tener problemas con el descenso.

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