Órdenes criminales, asaltos sin sentido y falta de municiones: las denuncias de los soldados rusos en una carta dirigida a Putin

Conscriptos de al menos 16 regiones de toda Rusia han aparecido en videos apelando a la intervención del jefe del Kremlin. Se cuidan de no criticar la decisión de invadir Ucrania pero exigen relevar a los oficiales sin experiencia por uniformados de élite

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Un tanque ruso abandonado cerca de un pueblo en las afueras de Izyum, en la región de Kharkiv (AFP)
Un tanque ruso abandonado cerca de un pueblo en las afueras de Izyum, en la región de Kharkiv (AFP)

En una habitación poco iluminada, una docena de hombres con uniformes militares rusos, sus rostros ocultos por pasamontañas oscuros, de pie alrededor de un hombre leyendo en voz alta una carta dirigida al presidente Vladimir Putin.

“A fecha de hoy, todavía no hemos recibido armas ni munición”, dijo el hombre, identificando a su grupo como soldados de la 580ª División de Artillería de Obuses Separados de Serpukhov, una ciudad a 62 millas al sur de Moscú, una unidad que, según dijo, se encuentra ahora estacionada en Donetsk, en el este de Ucrania.

“Pedimos que nuestros hombres sean retirados de este asalto, ya que no poseen la formación ni la experiencia necesarias”, suplicó el hombre, con la voz distorsionada artificialmente para proteger su identidad. “Querido Vladimir Vladimirovich, te pedimos que resuelvas esta situación”.

Este llamado, que apareció este mes en los canales rusos de Telegram, fue sólo uno de una avalancha de nuevos videos que han aparecido desde mediados de febrero, en los que recientes reclutas rusos se han quejado de cómo se les envía a luchar y morir en el frente en Ucrania, utilizando frases como “órdenes criminales” y “asaltos sin sentido.”

Un medio de comunicación ruso, Vyorstka, calculó que en un mes, reclutas de al menos 16 regiones de toda Rusia han aparecido en vídeos apelando a la intervención de Putin.

Decenas de reclutas afirman que se los está obligando a asaltar posiciones ucranianas como parte de la ofensiva rusa en el este del país, sin entrenamiento, munición ni armas suficientes. The Washington Post no pudo verificar de forma independiente los videos, algunos de los cuales fueron enviados a medios de comunicación rusos locales por reclutas o sus familias.

Vladimir Putin (Reuters)
Vladimir Putin (Reuters)

La avalancha de videos indica que los problemas que plagaron la invasión rusa a lo largo de su primer año están lejos de resolverse, y ofrecen más pruebas de que Moscú está confiando en una táctica sombría de enviar oleadas de soldados a una muerte segura para ablandar las posiciones ucranianas, antes de enviar combatientes de élite experimentados para ganar terreno.

La táctica está suscitando incluso críticas de blogueros de guerra prorrusos que cuestionan su eficacia y la pérdida inútil de vidas en lo que denominan “asaltos de carne”. Los reclutas se han quejado de que se les entreguen armas y se les diga que corran hacia las posiciones enemigas y disparen. En un video, grabado el 7 de marzo, los reclutas de una unidad de Irkutsk, ciudad de Siberia, se quejaban de que “los mandaban al matadero”. El víieo era su tercer llamamiento público a Putin.

Aunque la estrategia de enviar oleadas de las llamadas “tropas de choque” no es nueva, parece haberse hecho más frecuente a medida que Rusia ha ido perdiendo parte de su ventaja inicial en artillería. La estrategia ha sido un sello distintivo del asalto de meses de duración del grupo mercenario Wagner contra Bakhmut.

Funcionarios estadounidenses estiman que sólo el grupo Wagner ha perdido 30.000 combatientes desde el comienzo de la invasión, con miles de muertos en combate en las últimas semanas. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó el pasado septiembre que sólo 5.937 soldados habían muerto en el conflicto hasta la fecha. Los gobiernos occidentales hablan de unos 200.000 muertos y heridos en el bando ruso.

El empresario ruso Yevgeny Prigozhin, propietario del contratista militar ruso Grupo Wagner. (Sergei Ilnitsky/Vía AP, Archivo)
El empresario ruso Yevgeny Prigozhin, propietario del contratista militar ruso Grupo Wagner. (Sergei Ilnitsky/Vía AP, Archivo)

Un grupo de reclutas de Kaliningrado, Murmansk y Arkhangelsk, que decían pertenecer a la Unidad 41698 de la 5ª Brigada Motorizada, dijeron que en su primer asalto habían muerto seis miembros de la unidad en una sola trinchera.

“La gente muere por nada”, dijo un hombre, con la cara cubierta por un pasamontañas. “Nosotros no somos carne. Estamos dispuestos a luchar con dignidad, no como carne, en ataques frontales”.

Otro video, aparentemente grabado por el Regimiento 1453 de Perm y la región de Ekaterimburgo, en los Urales, el 11 de marzo, hablaba de “pérdidas injustificadas” y decía que durante un asalto reciente habían muerto cuatro y 18 habían resultado heridos.

Los vídeos también han puesto de manifiesto el fracaso de Moscú a la hora de abordar problemas críticos y embarazosos de suministro, que han llevado a armar a los soldados con armas y uniformes de la época de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de esas quejas se plantearon por primera vez el pasado otoño, incluso en una oleada inicial de vídeos, que empezaron a aparecer poco después de que Rusia iniciara un servicio militar obligatorio parcial.

Las autoridades rusas han permanecido notablemente mudas sobre los últimos vídeos, y hasta ahora no hay indicios de que Putin vaya a responder a los llamamientos. En noviembre, durante una reunión simulada con un grupo de mujeres que se describían como madres de soldados, Putin mostró cierta preocupación por cómo se estaban percibiendo la movilización y la guerra, y pareció aludir a la primera oleada de vídeos.

“No hay que fiarse totalmente de Internet, porque está lleno de historias falsas, engaños y mentiras”, dijo Putin. “Internet está plagado de ataques informativos porque la información no es más que otra arma ofensiva en el mundo moderno, y los ataques informativos no son más que otro tipo eficaz de lucha”.

Rob Lee, investigador principal del Instituto de Investigación de Política Exterior de Nueva York, dijo que no era sorprendente ver tales problemas después de un año de guerra para la que Rusia estaba mal preparada, y especialmente después de las enormes bajas de los últimos meses.

“Estos reclutas están sirviendo involuntariamente. No están recibiendo la formación adecuada y no disponen del equipo adecuado. Rusia está utilizando claramente sus escasos recursos para armar y equipar a sus mejores unidades”, dijo Lee en una entrevista telefónica.

“La calidad de la fuerza es peor ahora”, dijo Lee. “Al principio de la guerra, la gran diferencia era que Rusia tenía una ventaja de artillería realmente sustancial, que compensaba la falta de competencia táctica de algunas unidades. Ahora esa ventaja artillera se ha reducido”.

De los llamamientos de los reclutas se han hecho eco madres e hijas de combatientes movilizados que han grabado sus propios mensajes a Putin. En un vídeo, publicado el 12 de marzo, unas 20 mujeres apelan a Putin y al ministro de Defensa, Sergey Shoigu, para que retiren a sus hombres de la línea de fuego.

Esposas y madres de soldados se manifiestan contra Putin: en el cártel se lee”División 580 de la Artillería Howitzer” y la fecha 11 de marzo de 2023.
Esposas y madres de soldados se manifiestan contra Putin: en el cártel se lee”División 580 de la Artillería Howitzer” y la fecha 11 de marzo de 2023.

“Nuestros hombres son enviados como carne de cañón para asaltar puntos bien defendidos, cinco personas contra 100 enemigos bien armados”, decía una mujer. “Están dispuestos a cumplir su deber con la patria según la especialización para la que se entrenaron, no como infantería de asalto”.

Ninguno de los videos representa ningún tipo de protesta por la guerra. Ni un solo recluta o unidad condenó abiertamente la guerra, a la que el Kremlin sigue insistiendo en referirse como una “operación militar especial”.

Y en la mayoría de los videos, los reclutas se cuidan de decir que están comprometidos con el deber militar y que quieren seguir luchando por su país. La mayoría de los reclutas también han tomado medidas para ocultar sus identidades - una señal de su preocupación de que cualquier denuncia pueda entrar en conflicto con las draconianas leyes de censura en tiempos de guerra del Kremlin, que incluyen duras penas de cárcel por “desacreditar al ejército.”

El verano pasado también hubo casos de “refuseniks” rusos encarcelados en prisiones improvisadas en zonas de Ucrania controladas por Rusia y sometidos a violencia y abusos.

Los reclutas empezaron a publicar videos de llamamiento el pasado otoño, tras una impopular y repentina campaña de movilización, que convocó rápidamente al menos a 300.000 nuevos soldados para cubrir las carencias resultantes de una serie de bajas en el campo de batalla.

Los videos publicados en la oleada de este mes guardan muchas similitudes con los llamamientos iniciales, incluidas las quejas por la ausencia de mandos y la falta de claridad de las órdenes, las malas comunicaciones, la falta de equipo y las bajas innecesarias.

También se han hecho eco de las quejas los blogueros de guerra rusos, algunos de los más críticos con la dirección de la guerra de Putin y la ineptitud del mando militar. Los analistas afirman que las nuevas quejas sobre el despliegue de tropas de asalto sin entrenamiento podrían indicar un cierto fracaso en los esfuerzos de Rusia por entrenar a miles de soldados durante el invierno.

(c) 2023, The Washington Post

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