Acupuntura para los dolores: amada y cuestionada

La Organización Mundial de la Salud reconoce la eficacia de esta terapia para aliviar el dolor, pero recientes estudios de diferentes organizaciones concluyen que no hay evidencia científica que demuestre sus beneficios. Dos caras de una misma moneda.

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Acupuntura (Shutterstock)
Acupuntura (Shutterstock)

Por Camila Perez

La acupuntura es una antigua técnica que consiste en la inserción de agujas finas en puntos específicos del cuerpo para mejorar la salud, el bienestar, y hasta para prevenir y curar enfermedades. Se originó hace miles de años y llegó a su madurez poco antes de Cristo, y todavía hoy puede diagnosticar los problemas de salud del siglo XXI.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la eficacia de esta técnica para aliviar el dolor. "Existen pruebas empíricas y científicas que avalan los beneficios de la acupuntura, en diversas afecciones crónicas o leves. Los resultados exitosos han sido demostrados tanto en ensayos clínicos como en experimentos de laboratorio", afirma la OMS, lo que hizo que el 90 por ciento de los servicios de tratamiento del dolor del Reino Unido y el 70 por ciento de los de Alemania la incluyeran.

¿Por qué es efectiva?

Los estudios comprobaron que la acupuntura produce cambios neurológicos, hormonales y de endorfinas. "Después de la mitad del siglo XX se comenzó a profundizar científicamente. Es así que, a través de nuevas ciencias, como la neuro-inmuno-fisiopatología, se pudo conocer cómo los neurotransmisores eran los encargados de conducir la información necesaria para que los efectos biológicos se produjeran", explica Adriana Galiano, doctora de la Sociedad Argentina de Acupuntura.

Para iniciar un tratamiento acupuntural seguro, es necesario realizar un correcto diagnóstico; por eso, éste debes ser practicado por un médico especializado en esta técnica.

"El médico acupuntor debe entablar un diálogo especial con el paciente que lo ayude a conocer sus contradicciones y características físicas, psíquicas y el entorno que lo rodea; aparte de realizar el diagnóstico etiológico occidental de la enfermedad", explica la doctora Diana Carballo, directora del Instituto médico argentino de acupuntura (IMADA), quien remarca la visión global que se hace del paciente, cualidad intrínseca de las terapias alternativas.

"La acupuntura nos brinda una visión dinámica, en donde el ser humano es un todo integral que forma parte de un medio natural y social que lo rodea. Esto es importante, pues las enfermedades (ese desequilibrio energético que mencionan los chinos) pueden ser producidas por alteraciones internas o externas", cuenta Carballo.

(Shutterstock)
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Y si te estás preguntando si causa dolor, Galiano explica: "La inserción de las agujas de acupuntura duele poco, ya que son de un diámetro muy fino. A veces, para obtener algunos efectos tonificantes, el médico acupuntor manipula brevemente la aguja para obtener el llamado 'DEQI', que es una sensación como de toque eléctrico, pero es muy fugaz".

Otro de los grandes interrogantes es sobre la sanidad, ya que al valerse de agujas, la inquietud es más que valedera, pero tranquila: se realiza con insumos descartables, con los recaudos de antisepsia y médicos de rigor.

¿Puro placebo?

En nuestro país es muy bien aceptado, de hecho hay hospitales públicos, además de instituciones privadas, que brindan asistencia mediante esta técnica: el Hospital Tornú, el Instituto de Oncología Angel H. Roffo y el Hospital Churruca-Visca son algunos de los ejemplos. Sin embargo a nivel mundial se la sigue cuestionando.

La ONG internacional de la promoción de la salud Cochrane Collaboration ha hecho revisiones de estudios científicos, que dio a conocer en marzo de 2018, sobre los efectos de la acupuntura en el tratamiento de distintas dolencias y sobre la depresión, y la recopilación de estas revisiones los llevaron a afirmar que "no hay evidencias científicas suficientes que aprueben su eficiencia. Ni siquiera hay estudios concluyentes a favor del dolor de hombros".

Y la Universidad Autónoma de Madrid cataloga a esta técnica como una pseudociencia, y asegura que los beneficios para nuestra salud no parecen ir más allá del efecto placebo.

La desconfianza en la acupuntura reside en la cuota de "magia" que algunos profesan y que los profesionales insisten en desterrar: "Desechar lo místico, dejar de atribuir propiedades mágicas y reemplazar los pensamientos antiguos por los conceptos científicos es fundamental para que la acupuntura siga siendo integrada a la medicina occidental.

La combinación de ambas medicinas es la que da resultados superiores", asegura la directora del Instituto Médico Argentino de Acupuntura.

La favorita contra dolores crónicos
Si bien se indica en prácticamente todas las enfermedades funcionales, entre los occidentales es más común que la elijamos para calmar cuadros de dolencias crónicas. Soledad David padeció una hernia discal y protrusión en las vértebras, lo que le provocaba un gran malestar en la zona lumbar y ciática. "Únicamente podía caminar tramos cortos y durante no más de media hora", recuerda. Después de seis meses de antiinflamatorios, calmantes y rehabilitación, la mejora era muy lenta y el dolor no desaparecía.

"Había escuchado de los buenos resultados que tenía la acupuntura en estos casos y me animé a consultarlo con mi doctor, que lo aprobó mientras continuara con el resto del tratamiento médico. En pocas semanas noté una mejoría. El dolor empezó a remitir y pude dejar de tomar calmantes, lo que me ayudó también a poder aprovechar más la rehabilitación y a fortalecer la espalda, acelerando así mi recuperación. Llevo cuatro meses de tratamiento y la mejora ha sido evidente", cuenta Soledad.

La doctora de la Sociedad Argentina de Acupuntura agrega que es muy eficaz con enfermedades respiratorias como EPOC, alergias, rinitis, problemas digestivos, y es coadyuvante de alteraciones mentales como depresiones y estrés. Solo nos queda animarnos, y probar esta técnica milenaria.

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