¿Murió el picnic del Día de la Primavera? cómo festejan los adolescentes hoy

En el primer festejo, sin restricciones, luego de dos años pandemia, los Lagos de Palermo hoy aparecieron vacíos. Los expertos consultados por Infobae señalan que la socialización entre los jóvenes está resquebrajada. Llegó la fragmentación, encuentros de a pocos y vida online

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Las multitudes de estudiantes este año estuvieron ausentes. El que dio el presente fue el operativo policial (Maximiliano Luna)
Las multitudes de estudiantes este año estuvieron ausentes. El que dio el presente fue el operativo policial (Maximiliano Luna)

Los Lagos de Palermo hoy, en el Día de la Primavera, presentaban un aspecto desolador. Luego de dos años en que los festejos por el Día del Estudiante quedaron suspendidos —o acotados a su mínima expresión— por las restricciones de la pandemia, todo hacía suponer que las calles de Buenos Aires y, sobre todo, el Parque 3 de Febrero iba a verse invadido por olas de adolescentes dispuestos a recuperar el tiempo de fiesta perdido. Error: el pulmón verde más grande de la Ciudad apareció vacío como si fuese un miércoles más del año.

Tal vez por un desface generacional de quienes organizaron el operativo, la Policía salió a custodiar el Parque 3 de Febrero y sus zonas aledañas, pero se encontró con que no había chicos para contener. Si bien ya en el Día de la Primavera de 2019, seis meses antes del inicio de la cuarentena, la presencia de estudiantes en Palermo se notó mermada, recién en este 2022, cuando ya todos son libres de pasear y divertirse en grupos a su gusto, se notó con contundencia el cambio cultural que dejó la pandemia por COVID-19 entre los chicos.

Los vendedores se prepararon para tener una buena jornada de trabajo pero casi no había público en la zona (Maximiliano Luna)
Los vendedores se prepararon para tener una buena jornada de trabajo pero casi no había público en la zona (Maximiliano Luna)

La fragmentación social que dejó la pandemia entre los más jóvenes queda de manifiesto con solo mirar alrededor. Así se puede que las opción elegida por muchos es permanecer en sus casas en el horario en que hubiesen tenido que ir al colegio.

Un buen plan fue jugar en línea con los amigos, cada uno en su habitación, solo, y con su propio joystick en la mano, o eligieron la noche, con juntadas después del anochecer del 20 de septiembre y al finalizar el día 21. Otros, organizaron verse en pequeños grupos de íntimos durante la tarde, la mayoría puertas adentro.

El psiquiatra Luis Brusco, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, advirtió sobre las “dificultades psicosociales, algunas muy prevalentes como el ‘síndrome de la cabaña’” que todos han atravesado, ya que “quien más o quien menos ha atravesado dificultades variables para re-exponerse a una sociedad parcialmente normalizada” tras la pandemia. “Las grandes crisis han generado cambio de época”, subrayó.

Sergio Grosman, psiquiatra de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), consideró, en diálogo con Infobae, que “las nuevas formas de comunicación, es decir a través del mundo virtual, son complementarios a las actividades presenciales. Hoy las redes no tienen una contraposición con la presencialidad”.

Primavera 2022. Algunos grupos aislados, familias y muchos patos disfrutando de los lagos (Maximiliano Luna)
Primavera 2022. Algunos grupos aislados, familias y muchos patos disfrutando de los lagos (Maximiliano Luna)

“Pero hay un hecho notorio que influyó sobre los adolescentes: las consecuencias de la pandemia y el prolongado confinamiento o cuarentena. Además la suspensión de clases presenciales también influyeron en el cambio de hábitos”, dijo.

Grosman interpretó que “en general, el fenómeno pandémico y de confinamiento, revalorizaron el espacio libre y público. La migración a posiciones menos urbanas hizo también revalorizar esos sectores alejados de la ciudad. Ahora enfrentamos las consecuencias negativas de haber frenado la presencialidad en las clases, más allá de la pérdida de contenidos de las clases. Se produjo una brecha en la continuidad de la socialización, que se aprende y se ejercita en forma permanente. Esa suspensión creó un espacio vacío y dejó huérfano el espacio de socializar”.

Por su parte, la doctora en psicología (M.N. 15.145) Gisela Untoiglich señaló que en el caso de muchos adolescentes con dificultades a nivel de socialización, “en un principio parecía que la cuarentena les hacía bien porque estaban exentos de todas las situaciones sociales a las que la vida cotidiana los expone”.

Los visitantes de Palermo hoy o fueron los estudiantes (Maximiliano Luna)
Los visitantes de Palermo hoy o fueron los estudiantes (Maximiliano Luna)

“Tendieron mucho más a quedarse refugiados adentro, y muchos adentro de pantallas, con lo cual, en el momento que comenzaron las aperturas, les costó y les cuesta. Algunos incluso prefieren no salir de sus casas y no encontrarse con otras personas de manera presencial, en parte por un modo de cuidarse y no exponerse ni él ni a sus familias. En este sentido creo que la cuarentena en pandemia lo que hizo fue poner de manifiesto las dificultades personales que teníamos como sociedad”, subrayó.

Aún cuando los festejos mayoritarios fueron por otro lado, buena parte de los distritos del país organizaron los tradicionales shows musicales, ferias y actividades deportivas. El 21 de septiembre es una fecha esperada por miles de personas que desean celebrar el cambio de estación como así también el Día del Estudiante a partir de la llegada de un temperaturas agradables. Por eso, los distintos gobiernos provinciales y municipales dieron a conocer sus propuestas entretenidas y al aire libre para disfrutar junto a amigos o familia.

En los festejos de 2019 la concurrencia se vio mermada, pero aún había gran cantidad de jóvenes paseando por Palermo (Maximiliano Luna)
En los festejos de 2019 la concurrencia se vio mermada, pero aún había gran cantidad de jóvenes paseando por Palermo (Maximiliano Luna)

El año pasado no fue medida sobre este cambio de costumbres tan contundente, ya que si bien sin la mayoría de las restricciones sanitarias implementadas en su momento por el Gobierno para frenar el coronavirus, se llevó a cabo con medidas de cuidado personal que estaban todavía vigentes.

Entonces la pandemia del coronavirus seguía azotando a la Argentina, aún con el descenso en el número de infectados y el avance de la campaña de vacunación permitieron una serie de flexibilizaciones fue distinto que en 2020 cuando regían fuertes controles que desalentaron los festejos.

María Fernanda Rivas, psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), especialista en niños y adolescentes y autora del libro “La familia y la ley. Conflictos-Transformaciones”, sostuvo a Infobae: A los jóvenes de esta “era” se los denomina “centennials”. Viven en función del mundo digital. Están expuestos a la sobreinformación. El mundo está contenido en sus dispositivos y padecen de adicción a las pantallas. Esta ha sido otra de las problemáticas que motivaron frecuentes consultas en los últimos tiempos”.

Y amplía: “La convivencia prolongada y obligada con la familia, y la reducción al mínimo del contacto con el mundo exterior durante la pandemia, hizo que fuera necesario aprender a respetar la necesidad del armado de un “mundo propio” en el caso de los adolescentes, aún dentro de la casa. Una de las funciones de la tecnología fue la de contribuir a crear ese mundo privado en el cual refugiarse ante la imposibilidad de salir, dado que los chicos, en esta etapa, se “refugian” de su familia en el afuera.

La pandemia, como elemento disruptivo, sumado a la evolución de la tecnología digital, viene mostrando las huellas que ha dejado en la forma de vincularse (tanto positivas como negativas) (Foto: Difusión)
La pandemia, como elemento disruptivo, sumado a la evolución de la tecnología digital, viene mostrando las huellas que ha dejado en la forma de vincularse (tanto positivas como negativas) (Foto: Difusión)

Rivas dice que los juegos virtuales y la exposición prolongada a las pantallas funcionaron en ese tiempo como “reemplazo” de los amigos de carne y hueso, constituyéndose en motivo de preocupación para los padres. “Este fenómeno mostró -y muestra- sus variados aspectos: permitió transitoriamente cierta continuidad en la socialización (muchos chicos juegan on-line y es también una forma de estar con sus amigos), pero también generó una pérdida de interés en las actividades al aire libre y en el contacto presencial”, explica Rivas.

La pandemia, como elemento disruptivo, sumado a la evolución de la tecnología digital, viene mostrando las huellas que ha dejado en la forma de vincularse (tanto positivas como negativas). En este contexto, analiza Rivas, la modalidad digital, contribuye a que esté cambiando la manera de percibir nuestro entorno y de construir nuestros vínculos. La “realidad virtual” pone de manifiesto situaciones en las que la categoría de “presencia-ausencia” necesariamente es diferente, así como la de “distancia geográfica”.

“A propósito de los encuentros, hoy la tecnología permite estar acompañado en forma permanente a través de las redes sociales. Se han creado nuevos códigos, formas de compartir y expresar sentimientos con fotos, mensajes, videos, emojis, que contribuyen a consolidar el vínculo y son formas de hacer saber al otro que se lo tiene presente. Además hay muchísimas historias de personas que gracias a la comunicación virtual recuperaron relaciones del pasado, o se mantienen en contacto con quienes viven en otros países”, dice Rivas, quien advierte que la necesidad de agruparse por parte de los jóvenes no se ha perdido.

A propósito de los encuentros, hoy la tecnología permite estar acompañado en forma permanente a través de las redes sociales. Se han creado nuevos códigos, formas de compartir y expresar sentimientos con fotos, mensajes, videos, emojis, que contribuyen a consolidar el vínculo y son formas de hacer saber al otro que se lo tiene presente
A propósito de los encuentros, hoy la tecnología permite estar acompañado en forma permanente a través de las redes sociales. Se han creado nuevos códigos, formas de compartir y expresar sentimientos con fotos, mensajes, videos, emojis, que contribuyen a consolidar el vínculo y son formas de hacer saber al otro que se lo tiene presente

“Lo que quizás se esté modificando es la condición de hacerlo únicamente en forma presencial. También es probable que estén cambiando los ideales, los motivos de festejo tradicionales, como por ejemplo el día del estudiante o la primavera. Determinados símbolos en sucesivas generaciones van perdiendo valores que antes eran socialmente compartidos. Hoy es más frecuente escuchar que “salgan juntadas” –simplemente porque “pintó”, fiestas que se organizan en el momento y no se sabe hasta último momento dónde se llevarán a cabo, que se suspenden con la misma rapidez con que fueron propuestas y que llevan a improvisar programas sobre la marcha”, explica.

“¿Esto es mejor o peor en relación a la formas de encuentro?”, se pregunta Rivas. “Dependerá de la manera en que tramitemos nuestros prejuicios frente a los cambios, que sin duda tienen más pregnancia entre los más jóvenes. En un mundo marcado por las mutaciones vertiginosas, las personas requieren estar dotadas de habilidad para utilizar nuevas herramientas, así como de capacidad para olvidar lo aprendido y comprender los nuevos acontecimientos”, analiza

Jorge E. Catelli, psicoanalista, miembro Titular en Función Didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina, profesor e Investigador de la UBA, analiza a Infobae: “Los cambios en las costumbres de la celebración de este primer verano, de ahí viene la palabra primavera en latín, y que acá quedó asociada a la juventud, al despliegue de adolescente, al crecimiento, a la fecundidad ha cambiado con nuestra época por distintas razones”.

Hoy en día mermó la cantidad de encuentros sociales presenciales, de celebraciones de cumpleaños, encuentros que antiguamente entre amigos eran habituales
FOTO NA: Gustavo Fidanza/DPzzzz
Hoy en día mermó la cantidad de encuentros sociales presenciales, de celebraciones de cumpleaños, encuentros que antiguamente entre amigos eran habituales FOTO NA: Gustavo Fidanza/DPzzzz

Para el especialista esos espacios tuvieron que ver con la intimidad, cosa que no ha sido algo que afectó solamente a los jóvenes, a los adolescentes y a los niños, sino también a los adultos. “Hoy en día mermó la cantidad de encuentros sociales presenciales, de celebraciones de cumpleaños, encuentros que antiguamente entre amigos eran habituales o tendían a ser regulares o a tener ritmos. Eso no ha recuperado el mismo vigor y frecuencia que tenía hasta previamente a la explosión de la pandemia”, dice.

Y cierra: “Podemos decir que hay un doble factor, algo que incidió a partir de los nuevos estilos comunicacionales, de los nuevos modos de vínculo de época y algo de los vínculos en relación con lo histórico, con el momento histórico social en que hay una disgregación aún visible producto de lo que ha ocurrido en nuestro mundo con la pandemia. Son nuevas formas de socializar y esto da lugar a lo que está ocurriendo también en la vida de las instituciones, en lo que es la educación, lo que son las escuelas, en donde hoy en día en presencialidad los docentes sienten que luchan en una pelea cuerpo a cuerpo con la información y con el atractivo que tienen los dispositivos electrónicos”.

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