Las cuatro misteriosas rutas que podrían haber tomado los Reyes Magos

El comienzo de un nuevo año viene acompañado por una noche mágica. Aquella en donde el ritual de los niños perdura tras las fiestas navideñas y la expectativa por cumplir con cada detalle que amerita este tipo de celebraciones. Es por eso que, en la noche en la que los Reyes Magos le roban otra sonrisa inocente a los más chicos, la magia se vuelve realidad.

En esta lógica, la historia de tres Reyes Magos que viajaron miles de kilómetros para adorar a un recién nacido impregna de cierto enigma el final de las fiestas del año que pasó. Aquí no solo importa saber quiénes fueron Melchor, Gaspar o Baltasar, sino descubrir cuál fue el camino que eligieron para llegar desde Oriente a Belén.

El debate científico gira en torno a cuatro posibles rutas. El Evangelio de San Mateo, un cuadro, astrónomos chinos y la palabra de los historiadores son las herramientas con las que los expertos han intentado esclarecer el camino elegido por los tres sabios que esta noche visitarán todas las casas.

Los historiadores coinciden en que los Reyes Magos se tomaron su tiempo para llegar a Belén. Y dos teorías adornan esta conjetura: por un lado, ante la genérica procedencia de Oriente, coexisten los que defienden que eran persas y, por otro, los que opinan que su origen es árabe.

En el libro The Star of Bethlehem, el astrónomo Mark Kidger (Princeton University Press, 1999), concluyó que la estrella que Melchor, Gaspar y Baltasar utilizaron como "GPS" no fue ningún cometa, sino probablemente una Nova -que Kidger bautiza como DO Aquilae- que además fue constatada por astrónomos chinos y coreanos a mediados de marzo del año 5 antes de Cristo.

Teniendo en cuenta que Jesús nació entre el invierno del año 7 y marzo del 6 y tal como lo describe Mateo en la única referencia evangélica que existe sobre el tema, los tres sabios siguieron la estela y llegaron a tiempo para adorar al niño Jesús.

Revisando los datos y las teorías expresadas a lo largo de los años, un grupo de astrónomos chinos y coreanos detectaron "un objeto celeste muy brillante" que se situó en las modernas constelaciones de Capricornio y Aquila y habrían sido visibles aproximadamente durante tres meses. Primero al este, cuando la hubieran visto en una posición baja; y después al sur (Belén está al sur de Jerusalén, según un cambio astronómico de 90 grados de sureste a suroeste).

Las cuatro misteriosas rutas

Situados en el origen persa, el tiempo y el lugar, ahora cabe definir qué ruta eligieron los sabios para adorar al niño Jesús. Los historiadores se debaten entre tres posibles rutas y una cuarta producto de una prueba realizada en el año 2000.

– Una primera, la que en un principio tuvo más adeptos, fue que los Reyes utilizaron la Ruta del Incienso, una vía comercial que unía Egipto y la India por la península Arábiga. Siguiendo esta ruta, se establece que Melchor, Gaspar y Baltasar procedían del norte del actual Yemen, de la ciudad de Hadramut. Atravesaban la península arábiga hasta Egipto y desde allí penetraban en Judea hasta Belén. El conocimiento, su uso común y su paso seguro hacían plausible que los Reyes Magos utilizaron esta vía.

– La segunda teoría sostiene que partieron desde Persépolis, Tajt-e Jamshid, en el actual Irán, hasta Babilonia, concretamente en la ciudad de Mosul en Irak, que atraviesa Siria, Líbano y llega a Palestina hasta Belén, una ruta con un trecho de casi 2000 kilómetros.

– Una tercera vía partiría de la antigua Babilonia, en la actual Falluja. Este camino costea el río Éufrates enlazando las ciudades de Tadmur, Damasco, Amán, Jerusalén hasta dirigirse al sur hasta Belén.

– En el año 2.000 un grupo de expedicionarios intentó simular una ruta a camello que recorría uno 1.600 kilómetros entre Irak, Siria, Jordania y Cisjordania. Una ruta para la que se necesitaron 83 días.

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