María Valenzuela sufrió un accidente doméstico y no puede ser atendida en una guardia: “Tengo un dolor espantoso”

En diálogo con Teleshow, la actriz contó el drama que vive estas últimas horas luego de haberse caído en su casa y no poder asistir a un hospital

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María Valenzuela
María Valenzuela

“Por favor, quédense en sus casas”, es lo primero que pide María Valenzuela al ser consultada por Teleshow sobre cómo pasa la cuarentena total y obligatoria. La actriz está sola en su hogar, y en las últimas horas sufrió un accidente doméstico: “Me caí y me pegué las costillas contra el filo de la mesa. Tengo un dolor espantoso".

Al no poder acercarse hasta la guardia médica -"nos pidieron que no vayamos por pelotudeces"- tomó un analgésico que la ayude a calmar el malestar. “Pero no me hace un pomo”, lamenta quien este martes por la mañana se dispuso a ir hasta la farmacia de su barrio caminando para conseguir otro calmante.

“Me queda a dos cuadras. Espero no encontrarme con ningún policía y que me metan en cana. Necesito un analgésico más fuerte, algo para caballos o yeguas, porque no puedo ni respirar”, agrega María intentando ponerle un poco de humor a la situación que está viviendo.

Por otro lado, Valenzuela había manifestado su preocupación porque cuando el presidente Alberto Fernández dictó la cuarentena total para prevenir la transmisión del coronavirus, su hija Malena Mendizábal no había alcanzado a comprar la medicación que toma desde que tuvo un accidente cerebrovascular en 2003. “Nosotras no estamos pasando juntas el aislamiento porque yo soy una persona de alto riesgo. Hace dos años estuve internada por neumonía, y tengo bronquitis crónica. Además, soy fumadora y tengo un pequeño enfisema”, cuenta la actriz.

“A Malena la agarró justo el aislamiento y no pudo ir a pedir la receta a su médico, porque es diabético, y comprar la medicación. Tampoco la dejaron acercarse a una guardia para pedirla. Pero por suerte, ya lo resolvió y ayer (por el lunes) fue a un médico que queda cerca de su casa y de ahí a la farmacia con las recetas en la mano por si la paraba la policía”, agrega sobre la situación que vivió su hija en los últimas días, pero que logró solucionar antes de quedarse sin su medicación.

Mientras tanto, María atraviesa el fuerte dolor en sus costillas, sin poder ser asistida por un médico ni poder acercarse a un hospital para ser atendida o que le hagan los estudios correspondientes para determinar que ha sido solo un golpe y no una lesión de gravedad.

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