En una reciente entrevista, Mustafa Suleyman, destacó que la revolución de la inteligencia artificial ya está aquí y en poco tiempo será accesible para todo el mundo.
Según el cofundador de DeepMind, la división de IA de Google, en apenas cinco años gran parte de la población va a tener su propio asistente virtual impulsado por esta tecnología, dependiendo en gran medida en que se abarate y su uso se generalice.
Incluso Suleyman considera que “será un asistente, un coach personal y un compañero” debido a que “será capaz de hacerte pensar durante el día, de ayudarte a priorizar tu tiempo, a inventar, a ser mucho más creativo”.
El CEO en Inflection AI, quien actualmente se dedica al desarrollo de un chatbot de inteligencia artificial que busca convertirse en un asistente personal, prevé que todo el mundo va a tener acceso a una IA que “te conoce”, que es “súper inteligente” y que “entiende tu historia personal”.
Además “va a estar completamente alineada con tus intereses y te ayudará a gestionar y procesar toda la información que necesites”.
El papel de esta tecnología en la vida de las personas irá más allá de la mera asistencia virtual según Suleyman, que considera que en apenas media década “todo el mundo tendrá su propio jefe de personal”; un puesto de trabajo cuyo objetivo consiste en ayudar a los altos ejecutivos a tomar mejores decisiones empresariales y para algunos es la mano derecha del jefe.
Suleyman es una voz con peso cuando de IA se trata y sus reflexiones llegan en un momento en el que millones de personas están descubriendo nuevas formas de integrar en sus vidas las herramientas de IA generativa como ChatGPT, el generador de texto de OpenAI.
También existen riesgos
El pionero en inteligencia artificial no es ajeno a los riesgos que implica esta tecnología e incluso cree que no es una locura pensar que los chatbots serán capaces de derrocar gobiernos.
Suleyman aboga por una mejor manera de evaluar la inteligencia artificial y en su nuevo libro, The Coming Wave: Technology, Power, and the 21st Century’s Greatest Dilemma (La ola que viene: Tecnología, poder y el gran dilema del siglo XXI), explica por qué considera que nuestros sistemas deben seguir preparándose para afrontar las implicaciones de estos revolucionarios avances.
Para Suleyman, el mayor reto al que nos enfrentaremos en la próxima década será la proliferación del poder porque amplificará la desigualdad y acelerará la polarización en un contexto en el que va ser más fácil que nunca difundir información errónea.
Pi, la gran apuesta de Suleyman
Suleyman, trabajó en el gobierno y en la resolución de conflictos, antes de cofundar DeepMind, la compañía que creó AlphaGo, el sistema de IA capaz de ganar a los humanos en Go y otros juegos.
Luego vendió la empresa a Google y fundó Inflection, que está trabajando en Pi, una tecnología que le apuesta a ser mucho más que un chatbot.
Sus siglas significan Personal Intelligence y busca ser básicamente un “asistente personal” e incluso “un amigo, un confidente, un apoyo” el cual es capar de recurrir “al recurso adecuado en el momento oportuno y en función de la tarea que se le encomiende” según explica Suleyman.
Quien no se considera a sí mismo un “ingenuo tecno-optimista”, pero cree que la llegada de “la IA personal no es muy distinta de la llegada de los smartphones, el dispositivo móvil más potente que nuestra especie es capaz de inventar y que está en manos de más de mil millones de personas”.