Tras cinco meses prófugo, detuvieron en Paraguay al sospechoso del femicidio del barrio Zavaleta

Lo buscaban desde el 19 de febrero pasado por el femicidio de Ferni Ayala, asesinada de dos tiros en su casa del porteño barrio Zavaleta, de Barracas, y lo encontraron en las últimas horas en Paraguay. Se trata del prestamista y ex pareja de la víctima, quien se mantuvo prófugo por casi cinco meses.

Esteban Rojas Almada (45) fue capturado en las últimas horas a partir de información que la Policía Federal Argentina le brindó a sus colegas paraguayos.

Lo captura ocurrió este martes en la ciudad de Mariano Roque Alonso, ubicada en el Departamento Central, a unos 14 kilómetros al norte de Asunción, la capital de Paraguay. El sospechoso ahora aguarda su extradición para ser puesto a disposición de la Justicia argentina.

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Los agentes de Interpol y de la Policía local dieron con Rojas Almada tras una investigación del Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la PFA en la que se habían establecido distintas identidades, números telefónicos y plataformas digitales utilizadas por el sospechoso como medio de comunicación, como así también el vehículo en el que se había dado a la fuga.

Con toda la información recolectada, los policías llegaron a una dirección en Paraguay. Se trataba de un domicilio del barrio Universo. El dato fue transmitido las autoridades del país vecino, que esta mañana allanaron el lugar. Allí, finalmente, encontraron al prestamista.

Luego del operativo, el jefe del Departamento Interpol de Paraguay, Carlos Duré, confirmó al canal C9N de Paraguay que el detenido residía en ese lugar con su nueva pareja.

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El asesinato de Ferni ocurrió el domingo 19 de febrero de este año en el primer piso de la casa 187, ubicada sobre la calle Lavardén, manzana 18, de la villa 21-24, en el Sur de la Ciudad de Buenos Aires. El hecho se descubrió luego de que la hermana de la víctima realizara una denuncia por averiguación de paradero, ya que había intentado comunicarse varias veces con ella sin éxito.

En consecuencia, agentes de la comisaría 4D de la Policía de la Ciudad se presentaron en el domicilio de la joven. Al ingresar a la vivienda, encontraron el cadáver de Ayala Palacios con dos impactos de bala en el pecho. De acuerdo con lo constatado por los peritos, llevaba varias horas fallecida.

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Luego de realizar un relevamiento de testimonios, los investigadores identificaron a un posible sospechoso del crimen: la pareja de la víctima, a quien se lo vio discutir con ella el mismo domingo a la madrugada a la salida de un boliche de Constitución. Por otra parte, algunos vecinos declararon que esa madrugada vieron llegar a la pareja a su casa del barrio Zavaleta, pero que luego lo vieron salir solo al hombre del inmueble y retirarse en un auto.

A raíz de eso, el fiscal a cargo de la causa, Pablo Recchini —de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 44— solicitó al juez Mariano Iturralde —titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°16— que emitiera una orden captura para encontrar y detener a Rojas.

Por pedido del magistrado, Rojas Almada fue incluido entre los más buscados de Interpol. Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad de la Nación empezó a ofrecer una recompensa de 5 millones de pesos para quienes ayudaran a localizarlo.

Rojas Almada está imputado por homicidio agravado por el vínculo, por su comisión por parte de un hombre, contra una mujer, mediando violencia de género y mediante el empleo de un arma de fuego.

La hermana de la víctima comentó que Ferni y el detenido “convivían aproximadamente hace siete meses, pero estaban juntos hace un año o un año y medio”. Si bien no existían denuncias previas por violencia de género que involucraran a la pareja, los familiares contaron públicamente que el acusado era “muy celoso” y le revisaba el celular.

En esa línea, también mencionaron que un comentario sobre una expareja de Ferni, realizado esa noche de febrero por un amigo de la víctima y que enfureció a Rojas, pudo ser el móvil del femicidio.

Por otra parte, una expareja del imputado que vive en el mismo edificio donde ocurrió el homicidio, declaró en el expediente que sufrió violencia física, psicológica y económica por parte del acusado.

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