18 puñaladas y un adolescente detenido: las pistas del crimen de una escritora trans en Entre Ríos

La activista LGBTI Lucía "La Loba" Barrera fue asesinada brutalmente a mediados de julio pasado en su casa de Paraná y por el caso fue detenido un chico de 16 años. Las pruebas que lo comprometen

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La casa de la calle Ameghino 59 en Paraná, donde vivía y fue asesinada Lucía Barrera
La casa de la calle Ameghino 59 en Paraná, donde vivía y fue asesinada Lucía Barrera

El jueves 18 de julio pasado, el cuerpo de Lucía "La Loba" Barrera -una activista trans entrerriana de 37 años- fue encontrado junto a su cama con 18 heridas de arma blanca entre el cuello y el costado del torso. Un amigo suyo que había tenido contacto con ella por última vez ese domingo y estaba preocupado decidió ir para ver cómo estaba: fue quien finalmente se encontró con la  escena.

Cuando llegó a la casa de Ameghino 59 -cerca del cementerio municipal y a pocas cuadras del centro de Paraná- el portón estaba abierto, la puerta principal de la casa también y nadie contestaba desde adentro.

La división Homicidios de la Policía de Entre Ríos cercó el lugar para peritar la escena y el cuerpo de Lucía fue llevado a la morgue del municipio de Oro Verde donde se realizó la autopsia.

Allí se constató que Lucía había muerto al menos 48 horas antes de ser hallada y que había sido un corte importante a la altura de la médula lo que la mató, a pesar de la gran cantidad de puñaladas.

Lucía Barrera tenía 37 años y era una referente en la comunidad LGTBI de Entre Ríos
Lucía Barrera tenía 37 años y era una referente en la comunidad LGTBI de Entre Ríos

La Policía Científica peritó la escena y gracias a una pequeña huella de sangre en el dormitorio obtuvo el perfil de un calzado con características particulares. También se analizaron rastros de sangre encontrados en toallas y en los pisos y pelos que se encontraron tanto en la casa como en las uñas de la víctima.

No había, en principio, indicios de que hubiera ocurrido un asalto y quedó descartado que la puerta haya sido forzada.

"La Loba" era muy reconocida en la comunidad LGTBI entrerriana. Había sido activista y militante por los derechos de personas trans por mucho tiempo, había trabajado en la creación del área de diversidad del Partido Justicialista, colaboraba con un comedor popular varias veces a la semana. Como Diana Sacayán, Lucía fue también una de las principales impulsoras del cupo laboral trans en la provincia y, a pesar de que quería modificar el nombre masculino que le habían asignado al nacer en su DNI, todavía no había podido iniciar los trámites.

Todos la conocían como Lucía Barrera o Lucía Torres Mansilla, el seudónimo que ella había elegido para publicar Rota, su primer libro de poesías. Estaba a punto de publicar su segundo título, Descocida, y participaba activamente de talleres literarios.

Barrera había publicado un libro bajo el seudónimo de Lucía Torres Mansilla y estaba por publicar el segundo
Barrera había publicado un libro bajo el seudónimo de Lucía Torres Mansilla y estaba por publicar el segundo

En la casa de Ameghino, donde Lucía vivía sola con sus perros tras la muerte de sus padres, según el testimonio de sus vecinos y amigos en la Justicia, recibía constantemente visitas y la lista de personas que podrían haber estado con ella entre lunes y martes era muy larga.

El fiscal Gonzalo Badano, que en principio estuvo a cargo de la causa, ordenó de inmediato el análisis de las cámaras de seguridad de la zona ya que, también de acuerdo a testimonios de allegados y vecinos, Lucía había sido vista junto a un hombre ese fin de semana.

En los primeros días, un joven de 25 años fue detenido tras haber sido señalado por testigos de la causa, pero recuperó rápidamente su libertad (a pesar de que continúa involucrado en el expediente) ya que no hubo pruebas de peso que lo relacionen directamente con el crimen.

Por el crimen de Lucía Barrera fue detenido un adolescente de 16 años
Por el crimen de Lucía Barrera fue detenido un adolescente de 16 años

También se llevaron adelante allanamientos en cuatro casas en distintos barrios de Paraná en los que se secuestraron prendas de vestir, calzados, celulares y cuchillos para ser peritados, pero hasta ese momento no había evidencias concretas que colaboren con el esclarecimiento del crimen, sino únicamente sospechas surgidas a partir de algunas contradicciones en las entrevistas con allegados de La Loba.

Dos semanas después, sin embargo, una persona brindó ante la Justicia un testimonio en el cual involucró a un adolescente de 16 años con el asesinato. Tras un allanamiento en el barrio Las Flores de la capital entrerriana se produjo a partir de esa pista la detención del menor de edad, que fue derivado por orden de la jueza de garantías Elisa Zilli por 30 días al Centro del Diagnóstico del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) en Paraná.

A partir de la detención, se comprobó que su huella digital es compatible con una hallada en un paquete de cigarrillos vacío encontrado en la casa de la víctima, lo cual en principio no prueba nada ya que "La Loba" recibía constantemente gente en su casa.

Sin embargo, también la suela de una zapatilla secuestrada en la vivienda del adolescente coincide con la huella que había en la escena del crimen, lo cual podría sugerir que el joven imputado estuvo allí luego de que Lucía fuera asesinada. Todavía se peritan conversaciones telefónicas y continúa la revisión de cámaras de seguridad y particulares de la zona para intentar ubicar a quienes estuvieron en la zona cuando ocurrió el asesinato.

Diversas organizaciones sociales y agrupaciones LGTBI acompañan el reclamo de justicia por el crimen
Diversas organizaciones sociales y agrupaciones LGTBI acompañan el reclamo de justicia por el crimen

De esta forma, la fiscal de menores Sandra Terreno quedó a cargo de la causa e imputó al adolescente -en principio- por homicidio simple. La fiscal aclaró no obstante en la audiencia que podrían luego sumarse agravantes en el transcurso de la investigación, la figura de travesticidio en la que fue pionera la condena por el crimen de Diana Sacayán, y eso es precisamente lo que buscan las organizaciones sociales que acompañan el pedido de justicia por el crimen.

"Queremos que se tome este caso como lo que fue: un crimen de odio", indicó a Infobae en ese sentido Alejandra Elcura, coordinadora del Área Provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual, quien había sido también su compañera de militancia, e impulsó una campaña de concientización en la Justicia para que se respete la identidad de mujer trans de la víctima ya que, los primeros días tras el crimen, las autoridades policiales y algunos medios locales se refirieron a Lucía con su nombre de varón.

"Lo primero que hicimos fue hacer una instancia de capacitación y asesoramiento al departamento de Homicidios y con la fiscalía para que se tomara durante todo el proceso judicial su identidad autopercibida. Que todas las actas y documentos salgan con su nombre de autopercepción", contó Elcura. "También vamos a pedir una rectificación de la partida de defunción. No hay ningún antecedente post-mortem de este tipo de cambio, pero queremos reivindicar su identidad".

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