Muerte y misterio en el hotel de Avenida de Mayo: las últimas palabras de la mujer que fue hallada con una soga en el cuello

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La mujer tenía 48 años
La mujer tenía 48 años

La tranquilidad que reinaba este lunes después del mediodía en el hotel Tandil sobre la Avenida de Mayo en el barrio porteño de Monserrat se vio de repente interrumpida por una densa columna de humo que comenzó lentamente a invadir los pasillos. Todo en un principio fue confusión hasta que uno de los huéspedes vio que el origen de la humareda era la habitación 14, ubicada en el segundo piso del edificio. El hombre avisó a una de las encargadas del hotel, quien con una de las copias de la llave quiso entrar pero no pudo. La puerta estaba trabada del lado de adentro con la llave de la inquilina en la cerradura.

Sin dudarlo, el huésped entonces tomó un matafuego y rompió la entrada sin imaginarse la macabra escena con la que se iban a encontrar: en el interior de la habitación, al costado de una cama, yacía el cuerpo desnudo y sin vida de Sandra Alejandra Acosta, una mujer de casi 48 años que vivía en el lugar desde 2016. El cadáver tenía una cuerda alrededor del cuello, una cinta adhesiva en la boca y las ventanas estaban cerradas. Sacaron a la mujer, pero no había mucho por hacer. Ya estaba muerta.

Todo ocurrió ayer por la tarde en este hotel
Todo ocurrió ayer por la tarde en este hotel

A los pocos minutos llegó el personal de Bomberos y de la Policía de la Ciudad. El fuego fue controlado y los muebles quedaron parcialmente destruidos. Testigos de lo ocurrido relataron a Infobae que el cadáver de Acosta presentaba algunas manchas negras pero que no se observaba que estuviera completamente quemado.

La investigación por la muerte de Acosta la lleva la Fiscalía N° 55, a cargo de César Troncoso, quien por el momento caratuló el expediente como "muerte por causas dudosas de culpabilidad". Si bien los testigos y vecinos dijeron que no observaron a nadie extraño ingresar al hotel y menos a la habitación 14, los investigadores todavía no descartan ninguna hipótesis.

El drama detrás de la muerte y el último diálogo

Fuentes del barrio y que conocían a Acosta revelaron detalles de quién era y cómo fueron los días previos a su repentina muerte.

La mujer, oriunda de la ciudad de Mar del Plata, era madre de cuatro jóvenes. En el dormitorio que alquilaba hacía dos años en el hotel Tandil vivía junto a su hija de 18, mientras que otros dos (de 26 y 30 aproximadamente) vivían en el piso de arriba, en la habitación 31.

El restante de sus hijos todavía está radicado en la ciudad balnearia y, según pudo confirmar este medio, ya viajó a la Capital Federal tras la muerte de su madre. De acuerdo con los testigos, el incendio comenzó poco después de que los jóvenes se retiraran del hotel para ir a trabajar.

El momento en que llegó la policía en medio del incendio
El momento en que llegó la policía en medio del incendio

Los que mantenían cierto trato con ella sostienen que era una mujer "tranquila, amable, de poco trato con el resto de los huéspedes". Vivía en la Capital hacía "bastante tiempo", al menos dos años, era empleada en una oficina y trabajaba casi todo el día.

Sin embargo, en las últimas semanas se enteró de una noticia que -dicen- la golpeó fuertemente: después de someterse a estudios, los médicos le detectaron un tumor en la cabeza. Su vida no volvería a ser la misma y el semblante que siempre mostraba comenzó a decaer, aseguraron los testigos.

El día de su muerte, Sandra se mostró particularmente deprimida y después de despedir a los tres jóvenes, minutos antes del trágico episodio, preguntó en la recepción dónde podría comprar agua mineral. Una trabajadora del lugar le indicó de un negocio cercano pero desistió: "Dejá, tranquila, subo". Sandra regresó nuevamente al dormitorio para luego ser encontrada con la soga en el cuello, la boca tapada y en medio de un incendio.

"Estaba deprimida, muy flaca. Pero jamás imaginamos que esto podía pasar. Estamos todos shockeados. Fue de un momento a otro. La vimos pasar, le ofrecieron tomar mate porque no estaba bien y apenas dijo que prefería subir. Siempre se mostró fuerte, pero ese día no estaba bien. Sus hijos están muy mal", dijo un testigo que presenció el antes y el después de la muerte.

No era la primera vez que debía enfrentar una enfermedad de tal magnitud. Hace ya muchos años, Acosta había padecido leucemia, aunque en esa oportunidad logró salir adelante.

En estas horas, el fiscal Troncoso está a la espera de los resultados de la autopsia al cuerpo y de las pericias en el dormitorio de la mujer.

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