
Sorprendentemente, el maní o cacahuete no pertenece a la familia de los frutos secos. Se clasifica como legumbre junto con alimentos como los guisantes, la soja y las lentejas. Mucha gente cree que no tiene tanto valor nutricional como los verdaderos frutos secos, como las almendras, las nueces o los anacardos. Pero, en realidad, tiene muchos de los mismos beneficios para la salud que los frutos secos más caros y no debería pasarse por alto como alimento nutritivo.
Según un estudio publicado en Journal of Food Science and Technology, el maní tiene compuestos como resveratrol, el cual está asociado a la prevención del envejecimiento prematuro y a promover la longevidad. También tiene fitoesteroles, que bloquean la absorción de colesterol y coenzima Q10, entre otros compuestos bioactivos que han sido reconocidos por tener propiedades para prevenir enfermedades crónicas.
“Es rico en grasas mono insaturadas de buena calidad, fibra, vitaminas, y antioxidantes. Por lo tanto, nos protege de eventos cardiovasculares y nos da saciedad. Es ideal para incorporar con moderación y preferentemente eligiendo la versión sin sal y con cáscara”, sostuvo en diálogo con este medio la licenciada en Nutrición Delfina Fahey (MP 3438).

Además, para las mujeres embarazadas o las que desean embarazarse, el maní aporta una interesante cantidad de ácido fólico. Este nutriente favorece la ovulación antes del embarazo y ayuda al desarrollo normal del bebé; con su ingesta se pueden prevenir malformaciones y problemas de gestación.
Según expertos, se trata de un producto que tiene un perfil graso amigable y saludable, lo que favorece una disminución del colesterol total sanguíneo y del colesterol LDL (malo), a la vez que puede incrementar el colesterol HDL (bueno). Aunque contiene grandes cantidades de grasa, su consumo ayuda al hígado a equilibrar su funcionamiento y al páncreas a procesar más fácilmente el azúcar.
También es rico en fibra natural y es especialmente saludable para el corazón y el sistema digestivo, lo que disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o de colon.

Como si esto fuera poco, también puede funcionar como antidepresivo. Consumir un cuarto de taza de maní al día ayuda a generar niveles altos de serotonina en el cerebro, que se traduce en un equilibrio hormonal y convierte al maní en un aliado natural contra la depresión. Su alto contenido energético ayuda a disminuir la sensación de debilidad, cansancio y apatía.
Sin embargo, es importante tener claro que como todo consumo en exceso puede ser perjudicial. Sin hablar de gramos porque no todo el mundo tiene disponible una gramera para pesar, los expertos recomiendan un puñado de maní al día. “Las porciones sugeridas dependen de los requerimientos nutricionales de cada persona, pero se recomienda alrededor de un puñado por día. Se puede consumir en ensaladas, como snack o procesado como pasta de maní”, advirtió Fahey.
Cómo consumir maní

El maní se puede consumir directamente de la cáscara, es decir, crudo. Sin embargo, también es importante que los consumidores sepan que al tostarlo, proyecta sus antioxidantes y mejora su sabor. Parte de la composición de este alimento es grasa insaturada, lo que hace que no sea necesario añadir aceite a la hora de tostarlos.
También hay muchas personas que utilizan la mantequilla de maní o crema de cacahuate. Esta es, tal vez, una de sus formas más conocidas y una de las más usadas en algunos países; es ideal para sándwiches y galletas. No obstante, para evitar un consumo excesivo de azúcar es ideal adquirir su presentación más pura; elaborada únicamente con maní.

Al comer maní, las personas obtienen grandes beneficios para la salud. El maní es una gran adición a un estilo de vida saludable; sin embargo, también es importante señalar que en algunas personas pueden generar alergias.
Según el sitio web Mayo Clinic, las reacciones alérgicas al consumo de este producto incluyen reacciones cutáneas, sensación de hormigueo dentro y alrededor de la boca y la garganta, problemas digestivos y falta de aliento, y pueden presentarse algunos minutos después de la exposición.
“La alergia al maní es la causa más común de la anafilaxis inducida por alimentos, una emergencia médica que requiere un tratamiento con un autoinyector de epinefrina y el correspondiente traslado a una sala de emergencias”, aseguran los expertos.
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