La senadora de Unidad Ciudadana, Anabel Fernández Sagasti, inició con un furcio su discurso en la sesión especial para definir el futuro político de Edgardo Kueider, detenido en Paraguay e investigado por contrabando. “Un tema que ha impuesto el gobierno nacional y que están los medios discutiéndose y no el fondo del asunto, que es la exclusión o no del senador Milei”, señaló. Luego de unos breves segundos, se dio cuenta de su equivocación.
Por otro lado, la legisladora se pronunció muy crítica sobre la situación del senador peronista y se manifestó en sintonía con las declaraciones que su compañero de banca, Oscar Parrilli, realizó más temprano en una entrevista radial, y sostuvo que en el oficialismo hay miedo “a que si no lo protegen y encubren, como están queriendo hacer ahora, cante más que Valeria Lynch”.
A su vez, la dirigente peronista calificó el hecho como “un escándalo institucional mundial” y determinó: “Que te imputen por contrabando en el Paraguay ya es otro hecho que entramos en los récord Guinness”.
“Kueider fue hallado in fraganti, por eso todo eso que dicen de todos los que están procesados acá y quieren hablar de otra cosa que no sea el senador Kueider, claramente huele a encubrimiento porque lo que quieren hacer acá es un encubrimiento para que no hable”, agregó, con relación al pedido para incluir en el temario la suspensión de Parrilli por su procesamiento por el Memorándum firmado entre Argentina e Irán.
El senador de Unidad Ciudadana, en tanto, calificó como “gravísima” la situación de Kueider. “Hay un senador preso en un país extranjero por intentar ingresar de dinero de manera oculta, un senador que se dio vuelta como un panqueque, que pertenecía a nuestras filas y se pasó a las filas de Milei y le votó todas las leyes”, sostuvo.
Asimismo, afirmó que el pedido en su contra para suspenderlo de la Cámara Alta, impulsado por La Libertad Avanza, es una maniobra para “distraer la atención”, “tapar el sol con las manos” y correr el eje de la discusión de la sesión especial de hoy.
Luego, el vocero presidencial, Manuel Adorni, replicó los argumentos del kirchnerismo. “No le tenemos miedo a nadie, mucho menos a un corrupto”. Y agregó: “Lo que diga Parrilli no le importa a nadie. No sé de qué deberíamos tener miedo a que un corrupto hable, menos de uno que tiene kichnerismo en la sangre y pertenece a su espacio. No le tenemos miedo a nadie, muchos menos a un corrupto. Nos interesa depurar de corruptos el Congreso nacional”.
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