Mauricio Macri gastó al menos diez veces más que Elisa Carrió en las últimas tres elecciones ejecutivas

"Él viaja en helicóptero así que no tiene problemas desde chiquito. Viaja en aviones privados así que no tiene idea de lo que significa ser decente, hacer política decentemente", dijo anteayer Elisa Carrió en los estudios de Canal 13. Se refería a Mauricio Macri y sus críticas respecto al festival de canje de pasajes en el Congreso, que acaparó la agenda mediática tras las revelaciones de Leonardo Mindez en Infobae, una práctica que tuvo a la líder de la Coalición Cívica como una de las principales beneficiarias en el 2017.

Un par de horas después, Carrió se tuvo que corregir, en medio de un creciente revuelo. "Pude haberme expresado mal, utilicé el término 'decente' cuando debí decir 'austero'. Mi intención era explicar que el Presidente nunca tuvo que hacer una campaña austera como sí tuvimos que hacer nosotros varias veces, sin recursos y en auto por toda la Nación", se rectificó mediante un comunicado.

La aclaración de la diputada tiene respaldo en los papeles. Según los informes financieros de las últimas tres elecciones ejecutivas -las del 2007, 2011 y 2015- que analizó este medio, Macri gastó en campaña, y en blanco, diez veces más que Carrió. Casi $155 millones del Presidente contra poco más de $15 millones de la líder de la Coalición Cívica.

De todos modos, las rendiciones de cuentas de los partidos grandes como el del oficialismo no reflejan la contabilidad real. Altísimas fuentes partidarias aseguraron a este medio que la campaña presidencial que llevó a Macri a la Casa Rosada demandó mucho más de $1.000 millones. Es decir, la diferencia entre lo desembolsado por la CC-ARI y el PRO es abismal.

Al igual que con los sueldos de los senadores y diputados, desde el oficialismo buscan, obligados, darle más transparencia al opaco financiamiento de las campañas políticas con la modificación de la ley vigente. La última década estuvo plagada de irregularidades.

En las primarias del 2015, Macri, Carrió y Ernesto Sanz compitieron por dentro de Cambiemos. Según los informes presentados a la Justicia, la fórmula encabezada por el líder del PRO y Gabriela Michetti gastó $27.482.039,74 en ese primer test electoral. 20 millones de pesos más que el binomio integrado por "Lilita" y Héctor "Toty" Flores, que desembolsó $6.323.653,30. El radical mendocino terminó tercero, con $2.897.751.

Macri pegó el salto en las generales de octubre de ese año y en la segunda vuelta en la que derrotó a Daniel Scioli, el candidato del Frente Para la Victoria. En ambos casos, "Lilita", que salió tercera en la interna partidaria, acompañó al entonces jefe de Gobierno porteño en campaña.

En octubre, Macri gastó $92.810.706: según los informes, el mayor gasto en blanco desde que inició su carrera política. En la segunda vuelta, en noviembre, el desembolso fue de $31.062.922.

Para esa campaña, el PRO desplegó un festival de aviones privados -en buena medida de la empresa MacAir, que perteneció a la familia del jefe de Estado- para que el candidato se moviera por todo el país. Y decenas de viajes en helicópteros rentados, en especial para unir varios distritos de la provincia de Buenos Aires. Macri aprendió a pilotear durante ese año.

En la campaña legislativa del año pasado, el Presidente volvió a utilizar helicópteros de alquiler para la campaña: el macrismo se cuidó de no usar la aeronave presidencial. Recurrió a empresas como Alba Jet SA, del Grupo Albanesi -dedicado mayoritariamente al negocio de la generación y la venta de energía eléctrica-. En uno de esos Bell llegó, por ejemplo, al microestadio del club Ferrocarril Oeste, en el barrio porteño de Caballito, en octubre del 2017, a un acto proselitista en el que Carrió lo precedió en la palabra.

En el entorno de la diputada, por el contrario, no recuerdan haberla visto subir a un helicóptero. Las recorridas siempre las hizo en automóvil o en vuelos de línea. Los gastos de lujo se dejaban solo para la última semana de campaña, después de meses de austeridad: algunos vuelos en aviones privados para abarcar la mayor cantidad de provincias posibles.

Como en el 2009. Uno de esos aviones, de seis plazas, trasladaba a Carrió y a Margarita Stolbizer -juntas por entonces bajo el Acuerdo Cívico y Social- hacia la ciudad bonaerense de Bahía Blanca. El clima transformó al viaje en una pesadilla y a la aeronave en una batidora. La líder del GEN estaba aterrada. "Lilita" intentó tranquilizarla: "Tranquila que si se cae el avión los que van a tener problemas para explicarlo van a ser los del Gobierno", bromeó en alusión a la posición de ambas dirigentes y las constantes denuncias contra la administración K.

En el 2007, Macri, que dos años antes había ingresado formalmente a la política con una banca en la Cámara baja, ganó su primera elección ejecutiva. Gastó $1.022.858 en la segunda vuelta -derrotó a Daniel Filmus y a Carlos Heller acompañado también por Michetti-, según el único informe disponible de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, donde se presentan y se examinan los balances de campaña para la Jefatura de Gobierno, cuyos controles son famosos por su laxitud.

Ese mismo año, Carrió hizo su segundo intento presidencial. Según los informes finales de ingresos y gastos de la CC-ARI en el orden nacional, "Lilita" y Rubén Giustiniani, que la acompañó en la fórmula, desembolsaron $2.369.580. La fórmula se ubicó segunda, algo más de 20 puntos por debajo de Cristina Kirchner.

Cuatro años más tarde, el líder del PRO obtuvo la reelección en la ciudad de Buenos Aires, esta vez junto a María Eugenia Vidal y frente a Filmus y a Carlos Tomada. Macri gastó para ese ballotage $3.010.551. La campaña presidencial de la líder de la Coalición Cívica, la tercera desde el 2003, fue la más costosa: casi $7 millones entre la primaria y la general. El binomio que integró junto a Adrián Pérez sacó 1,8%. El partido devolvió plata de la campaña al Estado.

Entre las tres elecciones ejecutivas, -según datos oficiales- Macri tuvo en total gastos por $154.916.037. Carrió, por $15.693.233. Sin contar la legislativa del año pasado: la diputada encabezó la lista macrista de "Vamos Juntos" en la ciudad de Buenos Aires. Asociada a Horacio Rodríguez Larreta, gastaron en las generales algo más de $17 millones. No hubo demasiada austeridad en ese caso.

Aunque en el equipo de la diputada todavía recuerdan la campaña del 2003, su primer test presidencial. Salió quinta, con el 14% de los votos, a solo 10 puntos de Carlos Menem y a 8 de Néstor Kirchner. Un periodista extranjero viajó para entrevistarse con "Lilita" por la inversión que demandó su campaña: solo 114.000 dólares, poco más de $300.000. Una cifra parecida a lo que demandó a Kirchner el multitudinario acto en el estadio de River Plate, a semanas de las elecciones.

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