No es el pan con chicharrón: este es el mejor sándwich peruano, según Taste Atlas

El portal especializado en gastronomía sorprendió a todos al revelar una insólita y llamativa clasificación que dejó boquiabiertos a los usuarios al anunciar al inesperado ganador

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Perú continúa deleitando a las
Perú continúa deleitando a las personas del mundo con su gastronomía - Créditos: Andina.

La gastronomía peruana continúa deslumbrando al mundo. Con una riqueza de sabores, ingredientes autóctonos y una sazón que cruza fronteras, el país sudamericano vuelve a posicionarse como referente mundial en el ámbito culinario.

Esta vez, el reconocimiento llega de la mano de la guía gastronómica internacional Taste Atlas, que en su más reciente actualización ha colocado a la butifarra como el mejor sándwich nacional.

Según la plataforma web, este emparedado obtuvo una destacada puntuación de 4.4 sobre 5 estrellas. Este reconocimiento no solo refleja la calidad del producto, sino también su arraigo cultural y la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo de este bocadillo que ha sido protagonista de meriendas familiares, loncheras escolares y reuniones improvisadas.

La butifarra gana el primer
La butifarra gana el primer lugar en esta clasificación - Créditos: Andina.

De acuerdo con el portal gastronómico, originalmente, la butifarra consistía en un pan blanco crujiente —como el pan francés, michetta o ciabatta— relleno con jamón del país, acompañado de salsa criolla, lechuga y ají.

Aunque, la página explica que con el paso de los años ha experimentado variaciones en sus ingredientes, su esencia se ha mantenido intacta: una explosión de sabor equilibrado entre lo salado, lo ácido y lo fresco.

“Se cree que la butifarra se vendió por primera vez durante las corridas de toros en la Lima republicana de los primeros tiempos. Hoy en día, este sándwich es un clásico en las fiestas de cumpleaños y suele servirse como parte del desayuno típico peruano“, se lee.

Sin embargo, el segundo lugar en el ranking no se aleja del podio de la excelencia. Con una puntuación de 4.2, el clásico pan con chicharrón se mantiene como uno de los favoritos indiscutibles tanto en Perú como en el extranjero.

El pan con chicharrón es
El pan con chicharrón es uno de los favoritos en los desayunos de los peruanos - Créditos: Andina.

Este sándwich, elaborado con chicharrones de cerdo fritos —de textura crujiente por fuera y jugosa por dentro— y servido generalmente con camote frito y salsa criolla en un pan suave, representa una fusión de sabores que remonta a la época colonial.

“La preparación del pan con chicharrón consiste en hervir la panceta de cerdo y freírla hasta que el exterior quede crujiente y el interior tierno. El pan que se usa suele ser un panecillo blanco y suave, de consistencia similar a la de un pan francés o italiano”, escribió la plataforma web.

Para completar el podio, en el tercer lugar se encuentra el pan con relleno, que obtuvo 4.1 puntos. Este sándwich tradicional, profundamente arraigado en la cultura peruana, destaca por su sabor intenso y su preparación singular.

Este es el mejor postre peruano, según Taste Atlas

Un ícono de la gastronomía nacional ha sido reconocido a nivel internacional. La plataforma especializada Taste Atlas, conocida por catalogar y calificar las mejores expresiones culinarias del mundo, ha destacado a los picarones como el mejor postre del Perú, superando a otras delicias tradicionales como el arroz con leche y el suspiro a la limeña.

Los picarones se llevan el
Los picarones se llevan el primer lugar en la categoría de mejor postre peruano - Créditos: Andina.

En su más reciente clasificación, el portal describió a los picarones como “un clásico de la comida callejera peruana” al subrayar su popularidad y arraigo cultural. Este dulce tradicional, elaborado con una masa en forma de aro hecha a base de camote y calabaza, es frito en aceite caliente y servido con una generosa porción de miel de caña.

La plataforma resaltó que esta preparación posee un origen histórico que se remonta a la época del virreinato en Lima, cuando los buñuelos traídos por los españoles fueron modificados por la población local, que añadió ingredientes nativos para dar vida a una versión original y distintiva.