Blue Monday en las redes sociales: ¿Hasta dónde nos influye el “lunes más triste”?

El bienestar real se construye mediante acciones intencionales y el cuidado de la salud psicológica

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Según la Organización Mundial de
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en 2022, “la depresión es un trastorno mental común, es distinta de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día. Puede afectar a todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares, de amistad y las comunitarias. Puede deberse a problemas en la escuela y laborales o causarlos” - crédito Flickr

El tercer lunes de enero, conocido como “Blue Monday”, suele describirse como el día más triste del año. Este fenómeno se sustenta en emociones desagradables generadas por factores como las deudas acumuladas tras las festividades, el cansancio y la falta de motivación para cumplir los propósitos de Año Nuevo.

Sin embargo, la tristeza no está predeterminada por una fecha en específico, sino que responde a las experiencias y emociones únicas de cada persona. Por ello, resulta esencial reconocer la importancia del autocuidado en lugar de centrarnos en un único momento que puede convertirse en una “profecía autocumplida”.

En este contexto, las redes sociales desempeñan un rol decisivo al difundir masivamente la idea del Blue Monday. Por un lado, agilizan la comunicación y permiten compartir información al instante; por otro, pueden amplificar el desánimo cuando asumimos que un día concreto “debe” ser negativo. Si no se hace un uso responsable de estas plataformas, terminamos alimentando la creencia de que sentirnos mal en esa fecha es inevitable.

Además, diversas marcas aprovechan esta fecha para lanzar ofertas que buscan conectar emocionalmente con la audiencia. Aunque esta estrategia es comprensible desde una perspectiva comercial, la salud mental no debería presentarse como un mecanismo de venta. El consumo no resuelve de forma profunda y duradera los problemas de ánimo; en cambio, el bienestar real se construye mediante acciones intencionales y el cuidado de la salud psicológica.

Frente a este escenario, influencers y creadores de contenido pueden ejercer una influencia positiva al compartir mensajes responsables, empáticos y centrados en la normalización de todas las emociones, incluidas aquellas asociadas a la tristeza. Gracias a su alcance, es posible promover el autocuidado, el apoyo mutuo y la búsqueda de ayuda profesional cuando resulta necesario.

Para contrarrestar la carga que a menudo se atribuye a este día, se recomienda optar por actividades que nutran el ánimo: pasar tiempo de calidad con personas queridas, disfrutar de momentos de relajación y reflexionar sobre metas personales. También conviene manejar las redes sociales de manera consciente, seleccionando el contenido que contribuya al equilibrio emocional.

En definitiva, el llamado Blue Monday no tiene por qué definirse como el día más triste del año. Podemos transformarlo en una oportunidad para fortalecer nuestra salud mental y nuestro bienestar integral, siempre que adoptemos una visión crítica de lo que consumimos en redes y prioricemos el cuidado emocional durante todo el año.

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