El 55% de los trabajadores en el Perú considera que el talento no es una de las cualidades que valoran las empresas en el Perú, mientras otro 31% se siente, actualmente, poco comprometido o nada comprometido con el puesto donde trabaja, según un recuente estudio de Bumeran.
La evaluación, que explica las razones de la denominada ‘renuncia silenciosa’ -desempeño laboral ajustado a los requerimientos por contrato, o lo ‘mínimo indispensable’-, explica que, en nuestro país, el 39% de trabajadores se siente “comprometidos” con el lugar donde trabajan, mientras un 31% se siente algo menos comprometido, pero todavía “aman su trabajo”.
Sin embargo, existe un 16% que se siente “poco comprometido”, es decir, trabajan lo ‘mínimo indispensable’, y otro 15% podría renunciar en cualquier momento. Entre las razones para este grupo, figura que un 33% se siente poco valorado, un 18% no se siente motivado, y un 15% porque tiene un entorno laboral “tóxico”, entre otros.
Es así que el 55% de los trabajadores se siente valorado por sus empleadores, mientras un 44% considera que los valores de la empresa no coinciden con los propios.
El estudio de Bumeran va más allá y revela que tres de cada diez peruanos hace lo mínimo indispensable o “hace cada vez menos” en su trabajo.
Otro número importante es el 64% de trabajadores que afirma “hacer horas extra”. Aunque el estudio no aclara si esas horas extra son pagadas o compensadas, si muestra un peligroso dato: que el 55% de los trabajadores, por lo general, empieza antes y termina después de su jornada laboral. Un 33% sí respeta su horario, y un 12% le da igual llegar tarde e igual irse temprano.
El 37% de peruanos hace lo ‘mínimo indispensable’
Ante este escenario, ¿cómo reaccionan los trabajadores en el Perú? Bumeran señala que solo el 55% de los trabajadores peruanos se pliega optativamente a un proyecto que no tiene nada qué ver con su rol, es decir, algo que no aceptaron en su contrato. Un 38% lo hace solo si el jefe se lo ordena, y un 7% no aceptaría una tarea de este tipo.
Pero, ¿y qué sucede si surge algo fuera del horario laboral? El 74% evalúa si es realmente necesario quedarse o asumir ese trabajo antes de hacerlo, el 19% lo asume sin problemas en el momento que sea, y un 7% lo deja para el día siguiente.
¿Y si llega un correo electrónico del jefe fuera de horario? Igualmente, el 62% evalúa primero antes de atenderlo, mientras un 21% lo dejan para otro momento del día, y el 17% lo deja para el día siguiente.
Aquí viene el dato crucial: el 57% de trabajadores peruanos no se siente motivado en su trabajo, por lo que un 22% no se siente emocionado o mo asumiría un nuevo proyecto para la empresa en caso surgiera.
Del mismo modo, el 37% de estos reconoce que permanece en un empleo “haciendo lo mínimo indispensable” -lo que se conoce como ‘renuncia silenciosa’, para Bumeran-, sobre un universo que, además, arroja un 32% que siente así “hace más de un año” y un 23% que no tiene claridad desde cuándo.
Talento, trabajo y Recursos Humanos: a ponerse la camiseta
Esto es un verdadero problema para las agencias de Recursos Humanos, pues el 85% de los profesionales del ramo afirma haber visto gente en la organización que solo hace lo mínimo indispensable en su horario. Esto contrasta poderosamente con el 69% de trabajadores disconformes que, según el reporte de septiembre, está buscando otro trabajo.
El 17% de los especialistas manifesta que esta tendencia de hacer el ‘mínimo indispensable’ alcanza a la mitad de los trabajadores de la empresa, y el 13% considera que la renuncia silenciosa toca a uno de cada cinco empleados.
No obstante, solo el 30% de especialistas de recursos humanos acepta que el problema pasa por falta de motivación, pues un 51% considera que este desánimo se da por falta de compromiso, desinterés personal o salarios insuficientes. Es decir, factores que son ajenos a su rol como nexo entre la empresa y sus trabajadores.
Al reconocer esta situación, el 30% de los especialistas evalúan una distribución de las tareas para “asegurar una carga de trabajo justa y desafiante”, mientras un 22% toma acciones disciplinarias contra estos trabajadores que dan “lo mínimo indispensable”. Otro 22% busca hacer un feedback de los trabajadores, un 13% consigue coachs y otro 13%, simplemente, no hace nada.