Representantes de la industria automotriz brasileña piden reponer aranceles a importados chinos

El impacto negativo señalado por la asociación de fabricantes de autos incluye una baja de empleo y dificultades para la producción local

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La preocupación de los empresarios
La preocupación de los empresarios brasileños también se extiende al futuro de las inversiones en la industria automotriz (Foto: Shutterstock)

La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) solicitó este miércoles al gobierno brasileño que restablezca el arancel del 35% sobre los automóviles eléctricos e híbridos importados desde China. En su solicitud, la patronal de los fabricantes brasileños destacó que la eliminación de este impuesto, que se había implementado previamente, está generando un "desequilibrio" en el comercio exterior, lo que afecta negativamente a la producción local y a los empleos en el sector automotriz del país.

Según Anfavea, la elevación del arancel es urgente para "evitar un desequilibrio en el comercio exterior que pueda afectar aún más la producción, las inversiones y los empleos en la cadena automotor brasileña", explicó en un comunicado oficial. La entidad alertó que los fabricantes chinos están aprovechando la apertura del mercado brasileño, ya que los altos impuestos sobre sus exportaciones hacia otros destinos como Estados Unidos y la Unión Europea los están impulsando a desviar sus ventas hacia Brasil.

Preocupación por el desembarque de vehículos eléctricos chinos

La situación se vuelve aún más crítica para la industria nacional, dado que Anafavea expresó su preocupación en el marco de la llegada de 5.524 automóviles eléctricos e híbridos importados por el fabricante chino BYD. Esta flota llegó recientemente al puerto brasileño de Aracruz, en el estado de Espírito Santo. Además, los fabricantes chinos ya tienen en sus inventarios 40.000 unidades en Brasil, lo que agrava aún más el panorama para los productores locales.

La patronal brasileña subraya que, desde el año pasado, había advertido al gobierno sobre los riesgos de esta competencia desleal, en especial después de que, en julio de 2024, el Ejecutivo brasileño decidiera reducir los aranceles a los vehículos eléctricos a un 18%, los híbridos plug-in al 20%, y los híbridos convencionales al 25%. "Ningún país del mundo con industria automotriz tiene una barrera tan baja para las importaciones, lo que convierte a nuestro importante mercado en un blanco fácil, especialmente para los modelos que tienen restricciones y elevados aranceles para ingresar a Norteamérica y Europa", agregó Anafavea.

Las importaciones de China se triplican en 2024

Las importaciones de vehículos chinos en Brasil han aumentado considerablemente, lo que refleja la magnitud del desafío para los fabricantes brasileños. De acuerdo con datos de Anafavea, las importaciones de autos chinos se triplicaron con respecto a 2023, alcanzando las 120.000 unidades en 2024. Esta tendencia está desestabilizando a un sector que recién empieza a recuperarse tras una década de crisis económica y las interrupciones causadas por la pandemia de la COVID-19.

Además de la preocupación por las importaciones masivas, se advirtió que este aumento puede desincentivar la inversión local. En 2024, los fabricantes brasileños anunciaron una inversión de 180.000 millones de reales (alrededor de 31.270 millones de dólares) para el desarrollo y producción de vehículos eléctricos en el país, pero la competencia desleal amenaza la viabilidad de estos proyectos. "Sin un equilibrio saludable en la balanza comercial, esa industria que genera más de 1,3 millones de empleos en el país estará bajo fuerte amenaza“, insistió la patronal.

En 2024, los fabricantes brasileños
En 2024, los fabricantes brasileños anunciaron una inversión de 180.000 millones de reales (alrededor de 31.270 millones de dólares) para el desarrollo y producción de vehículos eléctricos en el país, pero la competencia, que califican como desleal, amenaza la viabilidad de estos proyectos (Foto: Shutterstock)

El impacto en las inversiones y la llegada de nuevas marcas

La preocupación se extiende también al futuro de las inversiones en la industria automotriz. Aunque la llegada de nuevas marcas al país es vista con buenos ojos, muchas de esas empresas están retrasando el inicio de sus operaciones en Brasil debido a la incertidumbre generada por la competencia externa. Un ejemplo claro de este panorama es la empresa BYD, que está construyendo una planta en el estado de Bahía, con capacidad para producir hasta 300.000 vehículos anuales. Sin embargo, la falta de condiciones competitivas en el mercado brasileño podría afectar el éxito de estos proyectos.

El gobierno brasileño enfrenta así un dilema complejo: equilibrar la apertura del mercado para atraer inversiones extranjeras, mientras protege a una industria local que genera millones de empleos y que está en proceso de recuperación.